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La emperatriz Elizabeth de Austria y reina de Hungría, que gobernó ambos territorios entre 1854 y 1898, es uno de los personajes más legendarios y queridos de la historia del siglo XX. Del perfil más romántico que aprendimos sobre ella en las películas de Romy Schneider, los últimos libros la han presentado como una 'Lady Di de su tiempo', una mujer que se enfrentó a los protocolos de su corte, con problemas de salud mental y que quiso ser una pionera del feminismo (en la medida en que pudo).
El personaje de Sissi nunca se fue de nuestras cabezas, pero ahora está más presente que nunca gracias a dos libros, la película 'Corsage' (que se estrenará en noviembre y que fue premiada en la sección Un certain regard de Cannes y en Otra Mirada, en San Sebastián) y, ahora, la serie 'La emperatriz' que se estrenó el pasado jueves en Netflix. Su puesto en el top 2 de lo más visto demuestra que sigue siendo un personaje que atrae al público.
'La emperatriz' es una miniserie alemana de seis capítulos de una aproximadamente hora que se inspira en el libro homónimo de Gigi Griffis. Comienza cuando la princesa Ludovika de Baviera (Jördis Triebel) busca a su hija menor, Elisabeth (Devrim Lingnau), a la que llama cariñosamente Sisi. Un duque viene a conocerla con la intención de que ambas se casen. Pero Sisi (apodo que odia, por cierto) no quiere saber nada del idiota con el que su madre pretende que se case. Siempre ha sido independiente y no le gusta que le digan lo que tiene que hacer.
Su madre desearía que Elisabeth se pareciera más a su hermana mayor, Helene (Elisa Schlott), una mujer reservada y obediente que va a casarse con Francisco José (Philip Froissan), el emperador de Austria. Este tiene sus propias presiones: las fronteras del imperio de los Habsburgo están bajo amenaza y el pueblo de Austria, muerto de hambre, está dispuesto a iniciar una revolución.
También está bajo la presión de su madre, Sophia (Philip Froissan), para que actúe como un emperador y muestre su autoridad, especialmente cuando se trata de ejecutar a los revolucionarios, además de para que escoja a Helene como su esposa. Él sabe que tiene unas responsabilidades, pero echa de menos la libertad que tenía antes.
Cuando la princesa Ludovika y sus hijas llegan para presentar a Helene a Francisco, este se enamora de Elisabeth. Se conocen por casualidad en el campo, conectan por ser ambos vulnerables y por resistir a lo que sus familias quieren que hagan.
También ella llama la atención del hermano de Franz, el archiduque Maximilliano (Johannes Nussbaum); él es la verdadera oveja negra de su familia, la madre pasa de él pero Francisco sí le tiene en cuenta. Al día siguiente, será la petición de mano de una de las hijas de la princesa Ludovika, pero Frrancisco José no se la pedirá a la persona que todos esperan.
Creada por Katharina Eyssen y Lena Stahl, 'La emperatriz' parecía que venía a llenar el hueco que queda hasta que llegue el 9 de noviembre y se estrene la quinta temporada de 'The Crown'. Sin embargo, está más cerca de ser un drama de época sexy estilo 'Los Bridgerton'.
El arranque es un poco lento, con alguna que otra escena de sexo de Francisco José con alguna plebeya. A medida que avanza la serie, Elisabeth se reafirma como emperatriz recién nombrada, la química que tiene con Franz, así como el deseo de ambos de ir en contra de la norma, deberían hacer la serie más interesante.
Nos gusta la interpretación de Devrim Lingnau como Elisabeth; nos la creemos como una emperatriz independiente que prefiere montar a caballo y ayudar a la gente que seguir el protocolo asociado a su posición. Philip Froissant es un poco más difícil como Franz, pero las escenas en las que ambos están juntos muestran la necesaria química para una pareja de semejante importancia en la historia de Europa. Y ojo a Elisa Schlott, que interpreta a la hermana de Sissi, Helene, porque clava el papel de mujer sosa con tendencia a enfadarse.
Como todos los dramas de época, 'La emperatriz' nos presenta una historia intrigante que se nutre de una excelente producción y vestuario y de una interpretación 'sui generis' de lo que sucedió en realidad en aquella corte. Hay que verla, porque es intrigante, está bien hecha y nos gusta mucho el personaje de Sissi (al que, por cierto, hay que quitarle ya la pátina de cursi). ¿Te faltan motivos?
