El plató donde habitualmente se graban los vídeos de Elle.es es un plató insonorizado para que las cámaras no capten ningún tipo de ruido del entorno. Cuando vino Carmen Giménez, atleta paralímpica (no cualquiera; ojo, es Campeona de España de Atletismo Adaptado en 800, 1500 y 5000 metros, categoría donde ostenta el récord nacional) y víctima de violencia de género a contarnos su experiencia de maltrato, el insonorizado habría sobrado.

Todo el equipo de ELLE guardaba silencio ante sus palabras, sobrecogido con la historia, sorprendido con la entereza con la que Carmen cuenta una experiencia tan tremenda de acoso, maltrato psicológico y maltrato físico que llegó a su máxima expresión cuando un 12 de marzo de 2010, su entonces pareja le arrojó por la ventana desde un tercer piso. Esto le provocó una lesión medular irreversible que le dejó para siempre en una silla de ruedas.

Giménez nos dejó a todos con la piel de gallina al explicarnos cómo, por mucho que pase el tiempo, el miedo no se le acaba de quitar, "me acompañará siempre", dice, pero por otro lado es consciente de haber sobrevivido, poder contarlo y poder acercarse a niños, adolescentes y mujeres que quieran conocer su experiencia y aprender de ella.

Su experiencia con aquella persona es, narra, de un "constante maltrato, emocional y psicológico; a veces no existía, era directamente la nada, me ignoraba y, a veces me agredía". Un día supo que no podía más y acudió a su médica de familia, a quien le expuso el dolor y el sufrimiento que sentía. Pero no planteó que podía ser víctima de violencia de género.

carmen gimenez
HEARST

La concienciación social (a pesar de la ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género aprobada a finales de 2004 por el gobierno de Zapatero) no era la misma que ahora y, explica, "no entraba dentro de mis expectativas que una persona a la que quieres te haga sufrir". La profesional consideró que Carmen padecía una depresión, pero 'él' ridiculizó y despreció a ambas.

"Yo me hacía cada vez más pequeña y llegó un momento en que no podía racionalizar nada; estaba completamente a sus expensas", recuerda con dolor. Su ex pareja consideraba que ella era culpable de la situación de la pareja y de su propia situación; él, por supuesto, no era responsable de nada.

La situación, como explica la campeona paraolímpica, fue sucesivamente agravándose. Se sentía lejos de sus seres queridos como para pedir ayuda; no podía racionalizar la decisión de denunciarle; el miedo y el terror afectó a sus extremidades y otras partes de su cuerpo; se sentía incapacitada de trabajar (era consultora) porque solo lloraba y lloraba en su oficina... hasta que llegó el día fatídico.

"Yo me hacía cada vez más pequeña y llegó un momento en que no podía racionalizar nada"

¿Se puede rizar la historia un poco más? Sí, cuando su ex la arrojó por la ventana, nadie levantó atestado de lo sucedido. Un atestado policial es el documento que la policía o la guardia civil expide en caso de accidente con víctimas y es necesario para investigar si ha habido delito. ¿Alguna mala noticia más? Con el tiempo, su caso se sobreseyó. Él se fue de rositas.

Parte de su tiempo lo dedica a acudir a colegios e institutos para contar su experiencia y concienciar sobre violencia de género a los niños, adolescentes y jóvenes. Nos explicó que muchos de ellos tienen normalizada la violencia hacia las mujeres "porque es lo que ven y lo que les enseñan", luego la educación es fundamental: "La violencia de género no es solo lo físico; es el control, el desprecio, el insulto".

Carmen Giménez subraya también las 'dos velocidades' entre las instituciones, que van lento, y el enorme apoyo social contra el maltrato. "Esto no nos debe hacer olvidar que sigue habiendo violencia de género, que sigue habiendo personas que la ejercen, y es contra lo que hay que seguir luchando".

carmen gimenez  atleta paralímpica
HEARST

¿Un mensaje a quienes puedan estar pasando por una situación de violencia machista o que lo tengan en su entorno? "No podemos cerrar los ojos ante la violencia; si ves que una mujer está sufriendo hay que ofrecerle ayuda, hay que estar a su lado, porque ella no puede hacer otra cosa".

Ha pasado más de una década de todo aquello, pero Carmen, a quien le ha costado contarlo en público, lo recuerda como si fuera ayer, respirando hondo y con lágrimas que asoman a sus ojos. A sus 43 años, con tres hijos (perdió a Bruno, uno de ellos, poco después de nacer) y fundadora de Run For You, un club de atletismo inclusivo de la Comunidad de Madrid, sabe que para ella (y a pesar del miedo) solo hay una dirección: hacia adelante.


Carmen Giménez lleva en las fotos una camisa de lino bordada en negro, de Bash, y un vestido burdeos estampado, también de Bash.