«En qué momento hemos aceptado como normal que todos los mensajes se tienen que responder al instante? Confieso que no soy buena ni con los mails ni con el teléfono, ¡no le presto atención! Mostrarte disponible constantemente no es una obligación. Nada es tan urgente. Debemos reeducarnos, dejar de sentirnos inseguros e impacientes si no recibimos una respuesta inmediata. Empecemos a poner límites, porque de otro modo nos vamos a perder momentos importantes», dice Elsa Pataky (Madrid, 1976) sobre por qué es una rareza, en una realidad tan hiperconectada y acelerada, bajarse de todo. La actriz, empresaria y defensora de la tierra, que tan pronto estrena una película internacional como protagoniza la campaña de primavera de El Corte Inglés, es un volcán irreductible: fuerte, optimista, tierna y reflexiva. Consciente de que en el mundo nada se regala, asegura que con tenacidad, valentía y honestidad se llega tan lejos como uno se proponga: «La vida empieza al final de tu zona de confort».

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Camisa de lino de Tintoretto, biquini de Easy Wear, mochila con logo de Louis Vuitton, pareo de playa en el hombro de El Corte Inglés Home, aros de oro rosa, tres pulseras, anillo ‘Serpenti Viper’ y dos colgantes ‘Serpenti Viper’ de Bvlgari, calcetines grises de Birkenstock y sandalias de cuero de Gioseppo.

¿Qué te pide el cuerpo a estas alturas?

Disfrutar cada vez más de todo y estar contenta con lo que tengo y con lo que me ha pasado. Estoy en un momento sereno. Será porque la edad te da más seguridad en ti misma, sabes lo que quieres y eres más consciente de lo que haces.

¿Los años te dan más perspectiva?

A mí me han dado experiencia. Sé más de la vida ahora y hago lo que quiero cuando quiero sin obsesionarme por la opinión de nadie o por demostrarme cosas a mí misma. Desarrollar una carrera como la de actriz suele implicar sacrificios, como en cualquier otra carrera. Pero ¿en qué punto hay que parar? Es necesario saber lo que es más importante para ti y hasta dónde quieres llegar para lograrlo. Mi trayectoria ha sido un reto constante, sin embargo nunca he estado dispuesta a renunciar a la familia o a perderme grandes momentos. Por supuesto, he tenido suerte de poder elegir.

Tus hijos entran en breve en esa etapa tan temida como es la preadolescencia, ¿también estás preparada para eso?

Hace poco lo hablaba con otras madres... Cuando eran pequeños nos quejábamos del agotamiento físico, ahora toca el agotamiento emocional. Se adentran en una edad frágil y vulnerable, sobre todo la mayor, en la que buscan su identidad, y tú les debes guiar sin tapar su voz. Eres responsable de todo lo que les dices y cómo lo expresas. Es bonito y complicado, porque cuentas con el añadido de que tienes de fondo las redes sociales. Y eso me da mucho miedo.

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último día, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Bañador de Easy Wear, gorro vaquero con logo de Louis Vuitton, aros de oro rosa y tres pulseras (dos de seda y una de cuero) de Bvlgari.

¿Han llegado a ese punto en el que les dan vergüenza las muestras de cariño en público?

¡Sí! (risas). Aunque los chicos siguen siendo cariñosos, no les importa mostrarlo delante de nadie. Dicen “te quiero” constantemente, lo han aprendido de Chris y de mí. Creo que es algo natural que no se debe reprimir. Mi hija es más vergonzosa. Si hay gente, no te da ni un beso. ¡Ni te mira!

Hablabas de las redes sociales, ¿crees que somos conscientes del impacto que tienen estas en nuestro día a día?

A veces me pregunto si podemos existir sin estar presentes en ellas. Empezamos a ver cómo están cambiando nuestra forma de estar en el mundo. Más entre los jóvenes, que han nacido con las redes y suelen informarse solo a través de ellas. Es peligroso, porque los algoritmos les reafirman en sus propias opiniones y no se enfrentan a una contraria a la suya.

¿Cómo lo llevas en casa?

Mis hijos todavía no están ahí. Intento que tengan mucha actividad al aire libre, que jueguen, que compitan en deportes, incluso que se aburran y recarguen pilas. Porque la vida no está en un scroll. Sé que llegará, lo sé, porque todos sus amigos ya tienen un móvil. Sólo intento retrasarlo.

«Alguien que evita su edad es alguien que se evita a sí mismo. Los años dan experiencia y seguridad»

¿Cuál dirías que es el mal endémico de nuestra sociedad?

La falta de empatía, el desinterés camuflado de tolerancia. Si de verdad fuéramos capaces de ponernos en el lugar del otro, muchos de nuestros problemas se solucionarían solos. Eso se consigue simplemente escuchando, conociendo sus necesidades, no las que tú te crees que precisa, disponiendo de tiempo y de la voluntad de hacerlo. Además, tenemos que aprender a hablarnos a nosotros mismos con más compasión, a darnos más oportunidades. Para mí lo importante es que todo pasa. O te enfrentas a lo que te sucede o no vas a vivir. Uno puede instalarse en la angustia existencial y decir “esto que me ha tocado es lo peor del mundo” o pensar que es una cosa normal, que le sucede a más personas. Yo soy muy positiva, y lo malo lo olvido rápido. Hay un dicho en inglés que me encanta: “Experiencia es lo que ganas cuando no consigues lo que quieres, y eso siempre te servirá para algo en el futuro”.

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último día, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Biquini de croché de Énfasis, pantalón vaquero de Tintoretto, cinturón trenzado de Jo & Mr. Joe, aros de oro rosa, tres pulseras (dos de seda y una de cuero) y anillo ‘Serpenti Viper’ de Bvlgari, bolso de Prada y zuecos de ante de Green Coast.

Tú también recurres mucho al humor.

Mucho. Ciertas situaciones que vivimos son inevitables, pero el humor nos da un respiro para revisarlas y reinterpretarlas. Es una herramienta capaz de transformar emociones nubladas en otras más ligeras. Mi marido tiene un gran sentido del humor y mi madre también.

¿Tienes alguna receta para ponerlo en práctica?

Pues regálate esa libertad personal para disfrutar y para reír. Para ver la vida con humor. Eso te ayudará a perder el sentido del ridículo cuando te enfrentes a determinadas situaciones. Nosotros se lo decimos e inculcamos a los niños. Claro, que también intentamos que se den cuenta de que algo no hace gracia cuando implica reírse de los demás.

¿Tú escuchas a tus miedos?

Sí y no. Es cierto que no he tenido muchos miedos en mi vida, y, si los tengo, intento evitarlos. Por lo menos mirarlos de reojo y apenas hacerles caso. Eso te lo da la madurez.

¿Y puedes compartir uno de esos miedos?

Perder mi vitalidad con la edad. Envejecer físicamente es duro, soy una persona muy activa. Si mi cuerpo no me permite avanzar, empezaría a frustrarme. Eso me asusta.

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último día, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Crop top de croché de Easy Wear, biquini de Énfasis, camisa vaquera de Green Coast, gorro de Jimmy Choo, aros de oro rosa, tres pulseras (dos de seda y una de cuero) y anillo ‘Serpenti Viper’ de Bvlgari.

Hablamos de salud, no de estética, ¿verdad?

Sí. Hoy sigue predominando una idea: si uno no es bello o no se mueve en los cánones de la belleza impuestos es un ser imperfecto. Y no. Con tantos impactos visuales diarios, hay veces que no es fácil sentirse bien con uno mismo y es inevitable compararse. Sin embargo, si te dejas llevar por eso, vivirás en una frustración constante. Volvemos a lo de antes, los filtros y los retoques son cada vez más habituales en redes sociales y están haciendo estragos, en especial, en la autoestima de los jóvenes. Todas esas bellezas artificiales y los estándares que se están planteando no son reales. No hay dietas milagrosas ni caminos fáciles para alcanzar un cuerpo concreto. Menos mal que ya se están poniendo límites. Por ejemplo, el gobierno Noruego ha prohibido compartir imágenes retocadas sin especificarlo. Lo recoge una ley elaborada por su Ministerio de Infancia e Igualdad: labios con más volumen, la piel sin imperfecciones, la nariz más fina...

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último día, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Camiseta de Easy Wear, bañador negro de Énfasis, cinturón ancho con logo y fular de Louis Vuitton, bolso de cuero troquelado de Latouche, aros de oro rosa, tres pulseras y anillo ‘Serpenti Viper’ en oro amarillo de Bvlgari.

También hay que aceptar un hecho: envejecemos.

Alguien que evita su edad es alguien que se evita a sí mismo. Pero nosotros, como sociedad, también hemos apoyado la idea de que los únicos bellos son los rostros jóvenes y dejamos en el olvido a los mayores. Somos cómplices en esa interminable preferencia por lo más joven. Tal vez sea hora de reivindicar la belleza de cualquier arruga, pues cada una de ellas es una vivencia. Además del carisma de la edad.

Chris y tú os caracterizasteis como dos ancianos de 90 años hace poco, ¿sirvió de terapia?

¡Eso fue todo un shock! Lo pasé fatal (risas). Una cosa es ser consciente de que cada día envejecemos y morimos un poco, y otra verlo de una forma tan rápida. De todas maneras fue algo bonito, porque nos va a pasar, espero. Si no sucede, será porque no estamos aquí entonces.

Desde que tu marido anunció que es portador de un gen que aumenta la posibilidad de sufrir Alzheimer el mundo os ve como un ejemplo de lucha, ¿cómo os sentís vosotros?

Dejemos de normalizar que todo en tu vida es perfecto, que nadie tiene problemas. Seamos más honestos y empecemos a compartir qué nos sucede. Por un lado, tú te sentirás menos solo y, por otro, ayudarás a personas que estén pasando por lo mismo y tal vez las hagas sentir mejor y comiencen a hablar con alguien o a llevar una rutina más saludable. Esa conectividad es la que nos hace humanos. Cuando te llega una noticia así, la intentas normalizar, porque no es cien por cien que vaya a ocurrir. Por ahora no hay una cura para la demencia o el Alzheimer, sólo puedes intentar retrasarlo cuidándote lo máximo posible. Son esos momentos en los que te das cuenta de que cada día es el primer día de tu vida.

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Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Camisa de lino de Lloyd’s, biquini con top asimétrico de Énfasis, aros de oro rosa y tres pulseras (dos de seda y una de cuero) de Bvlgari, bolso de Fendi, sandalias de ante (colgadas del hombro) de Green Coast y sandalias de Énfasis. Todo en El Corte Inglés.

¿Cómo generas paz interior en situaciones así?

Recurro a lo que hablábamos antes: a pensar que es un momento, que va a pasar. También intento tener gente a la que quiero y en la que confío a mi alrededor, gente con la que poder compartirlo y hablarlo. Echar con ellos una lágrima. Sé que das mucha importancia a la palabra familia. Formar una familia unida siempre ha sido el sueño de mi vida. Y para eso tenía que dar con alguien que tuviera la misma idea que yo, que no fuera únicamente mi marido, sino también mi pareja, mi mejor amigo, mi confesor, mi compañero de deporte. Todo. Y eso lo encontré en Chris. Nos parecemos mucho, los dos teníamos ese ansia de familia al conocernos, y hoy tratamos de mantenerla lo más unida posible. Que los niños se sientan arropados y que estamos ahí cuando lo necesiten. Si te pregunto qué es aquello que más recuerdas de tu infancia, seguro que me describirías alguna situación con tus padres. Un abrazo, una muestra de cariño, una palabra, una confidencia.

¿Toda esta sabiduría la interiorizaste en casa de pequeña?

Mis padres no tenían una buena relación, lo que fue duro de presenciar y experimentar de niña. Mi estrategia para sobrellevar la situación consistía en ser positiva, quizá demasiado. Insisto: puedes estar triste por ello y quedarte atascada, como diciendo “¿Por qué me ha pasado a mí?”, o puedes intentar sacar lo mejor de ello. Y yo decidí en la vida que quería sacar lo mejor de ello.

para elsa pataky su familia es el motor de una vida que exprime, no como si cada día fuera el último día, sino el primero de una gran aventura
Foto: Mario Sierra. Realización: Sylvia Montoliú.
Bañador asimétrico de Énfasis, cinturón de Lloyd’s, mochila de nylon de Prada, aros de oro rosa, tres pulseras (dos de seda y y una de cuero) y anillo ‘Serpenti Viper’ de Bvlgari.

Tu familia y tú vivís en plena naturaleza en Australia y, la última vez que hablamos, si no recuerdo mal me dijiste que tenías un reptil en casa. ¿Qué nuevos residentes han llegado al santuario Pataky-Hemsworth?

Sí, ese es nuestro dragón barbudo. Pues a este ritmo la casa será un pequeño zoo. Somos como Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell (uno de sus libros favoritos de la niñez). Aunque suene normal, los últimos en entrar han sido un gato y un cachorro. Los críos son los responsables de cuidarlos.

Aunque abogues por la naturalidad, ¿no me negarás que la estampa es ideal para quienes la vemos desde fuera?

(Risas). Bueno, todos nos vendemos a los demás no como somos siempre, sino en una versión más aceptable de nosotros mismos. Porque lo que queremos es que nos quieran.

A ti te quiere el público, y eso que tú misma dices que nunca has tenido un plan muy ambicioso. Esa afirmación se contradice con tus logros en el cine, el éxito de tu firma de belleza, Purely Byron, tu implicación en iniciativas sostenibles...

Yo tengo una máxima: “Ponte pequeñas metas y hazlas realidad, y eso te dará fuerzas para seguir adelante”. Si es importante para ti, encontrarás un camino. Si no lo es, hallarás excusas. El éxito es lo que te hace sentir bien, lo que te da confianza. Para mí, mi familia también es éxito.

Ellos son la felicidad.

Y compartir mis pasiones con ellos. Eso me llena.