Diez escritores jóvenes a los que seguir la pista
Todos ellos tienen dos cosas en común: que tienen menos de 40 años y que en sus manos podría estar el futuro de la literatura española. Con diferentes estilos, influencias y éxitos comerciales, estos narradores y autores forman una generación unida por un tercer factor, la ausencia de rivalidad.
Sergio del Molino
La revista “Leer”, en su último número dedicado a los 30 autores españoles en la treintena con más proyección, le define como “Cronista de interiores”. Del Molino es eso y es más; es un narrador de mil voces dotado de una sensibilidad exquisita y una capacidad casi cinematográfica para la descripción de escenas y sensaciones. El zaragozano cuenta con un currículum literario notable: un libro de relatos breves, un ensayo literario, una recopilación de textos periodísticos y dos novelas de una calidad que asusta. En 2013 publicó “La hora violeta”, una historia de amor a su hijo Pablo, fallecido de leucemia, que explora el indescriptible dolor paterno de ver morir a un pequeño de 2 años. “Lo que a nadie le importa” (Literatura Random House, 2014) es una ficción sobre su abuelo, sobre su experiencia en la Guerra Civil, sobre cómo el campo de batalla hace mella en el alma, sobre las relaciones familiares y sobre todo aquello de lo que no se suele hablar; es decir, lo que a nadie le importa.
Andrés Barba
Veterano entre los jóvenes, Barba fue uno de los españoles señalados en la prestigiosa revista americana Granta como una de las grandes promesas de las letras en castellano. Pero el madrileño ya ha dejado de ser promesa para convertirse en realidad con varias novelas, la última de ellas “Agosto, octubre” (Anagrama, 2014). En ella cuenta la historia de un adolescente que, durante un lánguido verano de pueblo, descubre lo mejor y lo peor de sí mismo. Traducido a cinco idiomas, elogiado por “The Times”, Andrés Barba se ha ido a vivir a Argentina y prepara libro sobre un tema delicioso: la risa.
Alberto Olmos
Es el otro veterano de nuestra lista y, como Barba, también fue uno de los elegidos por la revista Granta. Es filólogo y periodista, y ha publicado siete obras.“Alabanza” (Literatura Random House, 2014) es la más reciente, un amargo texto en el que la situación literaria actual sirve de telón de fondo para contar la historia de un escritor de culto que se pasa a los bestsellers y, deprimido, se marcha a un pueblo con su novia para encontrar inspiración. Con su pasión por la lectura y la afilada pluma crítica de su blog Malherido, Olmos fue el encargado en 2013 de recopilar para la editorial Lengua de Trapo a los mejores autores jóvenes en una antología esencial: “Última temporada. Nuevos narradores españoles (1980-1989)”.
Elvira Navarro
La tercera en discordia de la lista Granta es más joven que los otros dos, nació en una población de Huelva y recibió el aplauso de autores como Enrique Vila-Mata cuando en 2007 'arrasó' con su primera novela, “La ciudad en invierno”. Lejos de suponerle presión, a esta antigua lectora de El Barco de Vapor el éxito le animó a seguir escribiendo, y entonces llegó “La ciudad feliz” (2009). ¿Ves una coincidencia en los títulos? Elvira Navarro es urbanita y habla de urbes, y también de los extrarradios, como en su magnífico blog Periferia donde realiza crudos retratos de extremos cuasiolvidados de Madrid. Tras un paréntesis de un lustro, en 2014 llegó “La trabajadora”, otra novela con fondo urbanita, sobre la convivencia en un piso compartido de dos mujeres condenadas a entenderse.
Elena Medel
Hablar de poesía en un mundo literario donde sobreabunda el best seller, el 'lit chic' y la novela histórica es tarea incomensurable. Para Elena Medel no, puesto que lleva más de una década con el sambenito de 'poeta joven'; concretamente, desde 2002, cuando con solo 16 años, publicó “Mi primer bikini”, un poemario que ganó premios y buenas críticas con su delicada visión del paso de la adolescencia a la juventud. Este año cumplirá los 30, y en todo este tiempo, ha fundado una editorial (La Bella Varsovia), ha publicado varios relatos, se ha convertido en la redactora jefe de una revista literaria y, claro está, ha seguido con sus poemas. “Tara” llegó en 2006 y en 2014, “Chatterton” (Visor Libros), un paseo en verso por el paso del tiempo.
Mónica Carrillo
Es la más mediática de nuestros autores: la vemos cada fin de semana, presentando el telediario de Antena 3 junto a Matías Prats. Mónica Carrillo ha querido retratar en “La luz de Candela” (Planeta, 2014) los sentimientos espinosos y encontrados que envuelven una relación de dependencia, la que establece la fotógrafa Candela con el modelo Manuel. Cada uno de los capítulos acaba con un #microcuento, y bajo este 'hashtag' la autora continúa escribiéndolos periódicamente en su Twitter, @MonicaCarrillo. Siguiéndola, miles de usuarios se han animado a redactar su microcuento en 140 caracteres, y dado cómo está el panorama cultural medio, la capacidad de convocatoria que ha tenido Mónica Carrillo ya le merece estar en esta lista.
Carlos Loreiro
“El glaucoma de mi padre y las borracheras del arrendador/La depreciación del rublo y las políticas neoliberales/La absoluta apatía o los nervios crispados/Me cargo de rencor durante la semana y de repente/una sonrisa inesperada, una mirada afectiva/acaban por frustrar mis planes de destrucción”. Carlos Loreiro tiene solo 27 años y acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2014 con estos y otros versos, incluidos en “Los poemas de Marcelo Aguafuerte. Crónicas para El buey Apis” (Ed. Leteo, 2013). Postmoderno, urbanita, crudo y efervescente, el castellonés demuestra cómo la poesía puede hablar a los ojos de lo actual, sin arrugarse, sin buscar evasivas. Descúbrelo ya en su blog Marcelo Aguafuerte, su alter ego.
Miqui Otero
Redactor de cultura (y, especialmente, de música), en El País, Miqui Otero ha publicado dos libros hasta ahora: “Hilo musical” (Alpha Decay, 2010) y “La cápsula del tiempo” (Blackie Books, 2012). Con ellos, se ha dado a conocer al público literario con su escritura descarnada y directa que tiene como único objetivo contar cosas, cosas sencillas, pero con entrega y pasión. En su primera obra, el mundo cultural de la música, el cine, los fanzines y los eventos culturales toman protagonismo; la segunda, con 37 finales posibles, hizo adulto y del siglo XXI aquel formato de Elige tu propia aventura que sus coetáneos recordamos con cariño.
Juan Soto Ivars
"Las mujeres de las que me he enamorado tenían algo en común: el sentido del humor. Todas se reían de mí”. Es el comienzo de “Ajedrez para un detective novato” (Algaida, 2013), la última obra del escritor murciano, que le mereció el Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. Soto Ivars tiene muy claro que la realidad y la actualidad son las herramientas para acercarse al público, amén del humor, y también las utilizó en sus dos obras anteriores, “La conjetura de Perelman” y “Siberia”. Prepara una novela sobre el futuro, sobre la próxima generación, la de los niños y bebés actuales, que no han conocido a nadie que viva una guerra y que quizás vayan tan contentos hacia la siguiente.
Laura Fernández
En este listado no podía faltar alguien que quitara hierro al asunto, que pusiera un toque naif y pop al panorama literario joven. Laura Fernández es el nombre adecuado, como ella misma reconoció: “La literatura canónica no es lo mío”. No, esa no, pero sí la pulp, la beatnik y hasta la de los cómics Marvel, porque también en las viñetas hay narrativa. Catalana y periodista de cultura en El Mundo, se estrenó en las librerías con “Bienvenidos a Welcome” (2008). Su último texto publicado, por el momento, es “La chica zombie” (Seix Barral, 2013), una divertida evocación kafkiana en la que una adolescente una mañana se despierta muerta (o casi), presa de gusanos dispuestos a devorarla.
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