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Tras una ruptura sentimental, lo habitual es hablar acerca de quién se quedará la mascota, quién disfrutará de ese maravilloso sofá que la pareja compró en sus momentos más felices o quién se quedará el colchón que compraron a medias a escasas semanas de romper. Sin embargo, un tema del que se habla menos, pero que es tanto o más importante, es el de qué se hará con la cuenta de Netflix. Sí: compartir la contraseña de las plataformas de streaming es el equivalente a dejar el cepillo de dientes en casa de tu pareja, por lo que ese momento en el que tras la ruptura te das cuenta de que la contraseña ha cambiado bien podría ser comparado con el momento en el que le devuelves su jersey a tu ex.
“Lo ideal sería que cada persona tenga su cuenta por separado, porque puedes compartir con familiares, hermanos, amigos… Si la relación ha terminado, ha de terminarse el contacto y todo lo relacionado con tu ex, por lo que si sigues recibiendo mensajes sobre su cuenta, así como WhatsApps recordándote el pago mensual, etcétera, todo esto termina por resultar dañino. Además, hay gente que mantiene la cuenta para mantener el contacto y la conversación”, explica Lara Ferreiro, autora de ‘Adicta a un gilipollas’. “Hay dos tipos de personas: los ex prácticos, que siguen compartiendo la cuenta, y las personas más emocionales, que creen imposible hacerlo, porque supone mantener el vínculo. De todas formas, por muy práctico que seas, conozco un caso en terapia en el que la paciente, al compartir la cuenta, se dio cuenta de que su ex tenía una nueva novia porque de repente, tenía un nuevo usuario. Recomiendo por ello el consumo cero: no le veas en redes, no quedes, no compartas ya cuentas… El cerebro tiene que desengancharse de esas emociones y ha de pasar por el duelo, y por eso recomiendo limpieza a todos niveles: cuentas de streaming, bloquear o silenciar en redes sociales a tu ex… Porque si no, aunque no contactes, estarás cotilleando sus redes o su cuenta. El contacto cero no sirve: por eso lo llamo consumo cero”, asegura.
“Cuando una relación se rompe debe ordenarse todo, poner cada cosa en su sitio y colocarlas para que cada miembro de la pareja pueda continuar con su vida. Al dejar partes abiertas, por poco importantes que sean, sigue siendo volver al pasado y volver al recuerdo, por lo tanto, es algo que por supuesto debe tratarse”, añade Silvia Rúbies, directora de comunicación de Gleeden en España.
Qué pasa si el cambio de contraseña te pilla por sorpresa
Otro drama (del primer mundo, pero drama, ¿ok?) es ese momento en el que tras la ruptura, te acomodas en tu sofá, enciendes el televisor y te encuentras con que la contraseña ya no funciona. Este cambio sin avisos… ¿Quiere decir que la ruptura ha sido tumultuosa? “No es posible deducir la criticidad de una ruptura sentimental de un factor único tan específico. Hay quien prefiere avisar antes de cambiar la contraseña, como gesto de educación, y hay quien prefiere evitar el contacto con la ex pareja y simplemente, si la cuenta está registrada a su nombre y es él el que paga, decide cambiar la contraseña sin notificarlo. Teniendo en cuenta la complejidad de las relaciones hoy en día, está claro que no es un detalle como este el que puede determinar si una ruptura ha sido tumultuosa o no”, opina el equipo de Buencoco.
Silvia Rúbies dice que el hecho de que un ex cambie una contraseña de la noche a la mañana probablemente sea porque no sabe cómo gestionar esta situación. “No quiere decir que haya sido una ruptura más o menos dramática, sino que es un tema que, como es relativamente nuevo, no sabemos todavía abordarlo, pero es algo que, poco a poco, iremos haciendo mejor. Pero sí que es muy importante dejar todo zanjado para poder terminar una etapa. Lo que suele marcar ese “romper las pequeñas cosas que quizá en un principio no nos importaban” suele ser la aparición de una nueva pareja, a quien hay que dar su espacio”, señala.
Lara Ferreiro asegura que cuando cortas, lo ideal es tener una conversación sobre cómo se pondrá en marcha el reparto de todo lo que se ha tenido en común. “En relaciones tumultuosas he visto cambios de contraseñas como venganza, y hay a quien le genera dolor ver ese cambio. Al final, como decía, hay que hacer consumo cero y no tener nada en común. Si decidís compartir contraseña porque creéis que podéis ser amigos (en el primer año no lo veo factible, porque antes tiene que haber cicatrizado todo), ten en cuenta que si te hace sufrir tener eso en común, se lo tienes que decir sinceramente. La desconexión emotiva en una ruptura ahora va de la mano de la digital, y por eso no hay que compartir cuentas de streaming ni por ejemplo, cuentas de compras online. Un estudio elaborado por Netflix dice que la mayoría de las personas encuestadas manifiestan que compartir su cuenta con su pareja o ligue fue una etapa importante o clave para su noviazgo y que el 17 % de los usuarios no compartían contraseña con su pareja hasta estar súper comprometidos. Por lo tanto, sienten que compartir Netflix es dar un gran paso en su relación”, asegura.
Cuando la cuenta común se convierte en un vínculo tóxico
Como hemos visto, si decidimos mantener la contraseña, podemos ir viendo qué contenido ve nuestro ex, si de repente ha cambiado la temática, si tiene más tiempo que antes... ¿Cómo podemos evitar que su perfil de Netflix se convierta en una obsesión? El equipo de Buencoco asegura que este peligro de obsesionarse existe con todo lo que está relacionado con la ex pareja, y es típico sobre todo en las relaciones en que uno de los miembros tiene un papel dependiente. “Sería bueno hacer un esfuerzo para evitar indagar en todo lo que sucede en la vida de tu ex pareja, para poder seguir adelante y superar el dolor de la ruptura. Si te das cuenta de que buscar en redes sociales, o en cuentas comunes, como en este caso, se convierte en una obsesión incontrolable, puede ser útil pedir ayuda a un profesional de la salud mental que ayude a trabajar para recuperar la independencia y la autonomía”, dicen.
“Si se convierte en una obsesión, queda terminantemente prohibido mantener la cuenta en común. Como decía antes, hay quien lo usa como excusa para estar en contacto y otros alegan incluso motivos económicos, ponen la excusa de querer mantener el historial de reproducciones… Hay para mí una razón oculta, y sin duda es una peligrosa adicción ver qué hace tu ex o si tiene un nuevo perfil con otra persona, y puede ser un retroceso, porque te genera una vinculación. No hay que ser adictos a nuestros ex, sino cortar de raíz”, asegura Ferreiro.
Por cierto, ante la excusa que la psicóloga señala que en ocasiones ponen las ex parejas de mantener la cuenta para poder tener al día el historial de reproducción, Netflix ha arreglado este asunto. “La gente se muda. Las familias crecen. Las relaciones terminan. Pero durante todos esos cambios vitales, tu experiencia Netflix debe mantenerse constante. Hoy estrenamos la función «Transferencia de perfil», con la que los usuarios de tu cuenta pueden llevarse su perfil —con sus recomendaciones personalizadas, su historial de visionado, Mi lista, sus juegos guardados y otros ajustes— cuando contraten su propia suscripción”, explica Timi Kosztin, Product Manager de Netflix, en el blog de la plataforma.
Ya lo sabes: Netflix te puede preguntar si sigues ahí cuando te estás pegando tal maratón de capítulos de tu serie preferida que llevas tiempo sin tocar el mando, pero no permitas que tu ex sepa, ni te pregunte, dónde sigues y dónde no.
