No lo hizo a propósito y de hecho, cuando sucedió, se sintió culpable. Pero sin quererlo, Rebecca Shuld ha dado un paso, un pequeño paso para la historia de la conciliación laboral en las mujeres occidentales. Porque así, con pequeños pasos, es como se recorren todos los caminos y también el de la igualdad.

Quien no reconozca que la pandemia ha cambiado la forma de trabajar de millones de personas en el mundo es que aún vive en el siglo XX. Las herramientas tecnológicas, las videollamadas, las redes sociales... han demostrado que hay otra manera de trabajar, que no es necesario el presentismo en la oficina y que el teletrabajo ya no es el futuro sino el presente.

Y teletrabajando estaba desde su casa la meteoróloga Rebecca Schuld, que hace menos de cuatro meses fue madre y que permanece en su hogar debido a las restricciones del COVID aunque ya se ha reincorporado a la cadena de televisión local en la que trabaja, la WDJT de Milwaukee, Wisconsin (Estados Unidos).

La tecnología permite que, desde su casa, pudiera entrar en directo para dar el pronóstico del tiempo cuando su bebé se despertó de la siesta y sin pensárselo dos veces, apareció en televisión con la criatura en brazos ante el asombro del productor que, al verla con la criatura, le dijo: "Oh, tu bebé, ¿va a aparecer?".

En declaraciones a Yahoo News, Schuld explica que "estaba muy segura de que se portaría bien porque acababa de despertarse de una siesta muy larga, así que sabía que estaría tranquila. Dije, '¡claro!'". La pequeña Fiona, en efecto, no dio ningún problema mientras Rebecca anunciaba la llegada de una tormenta de frío.

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"Ella está preparada. Tiene una manta calentita para afrontar el frío que se avecina esta noche. Pensé que ella podría ayudarme con la previsión meteorológica de esta noche que va a ser bastante desagradable, ¿verdad?", explica la protagonista.

Lamentablemente, hay una palabra que siempre sale de fondo en estas decisiones: culpa. Rebecca Schuld también se sintió culpable un momento, pero luego siguió adelante. "Esta es la vida real. Esto es lo que todos los demás también están haciendo, trabajar con sus hijos enfermos o llorando en el fondo. Siempre es un desafío cuando tienes niños y trabajas, pero eso es lo que muchos de nosotros hacemos todos los días. Entonces, ¿por qué los escondemos?".

Una manera de lo más original de visibilizar las dificultades de conciliación que tenemos las mujeres y de dejar claro cómo la pandemia ha cambiado posiblemente para siempre nuestra forma de trabajar. ¿Se habrá modificado más (y a mejor) la situación cuando Fiona sea mayor? Esperemos que sí.