Pasamos 11 meses del año fantaseando con la llegada de las vacaciones estivales, una espera que no sólo hace que en ocasiones tengamos las expectativas demasiado altas a la hora de pensar en esos días de hedonismo y descanso, sino que termina por generar cierto desasosiego en el instante en el que su final se acerca. Según Adecco, uno de cada tres trabajadores sufre estrés postvacacional en su vuelta al trabajo, y teniendo en cuenta que esto ocurre año tras año, lo mejor no es limitarnos a afrontar esa ansiedad (con fecha de inicio y de caducidad, por supuesto), sino también ir preparándonos mentalmente para la llegada de este final que se repite de forma inevitable cada año. Desde recordar que el tiempo vacacional se termina, poniendo limites además a nuestra autoexigencia y a la necesidad de ser siempre productivos, hasta la apuesta por escapadas y momentos de ocio al regresar de las vacaciones, son muchas las claves para que el regreso a la oficina no sea un jarro de agua fría.

Una forma de mermar el estrés postvacacional es hacer un retorno gradual a los horarios de trabajo

El síndrome de retorno, también conocido como estrés postvacacional, no es una enfermedad clínica, sino que simplemente hace alusión a la reacción de adaptación a la vida cotidiana después de un período de descanso o vacaciones. Este síndrome se manifiesta en una serie de sentimientos y síntomas físicos como la ansiedad, tristeza, fatiga o irritabilidad. Puede surgir por tener que enfrentarse de nuevo a las responsabilidades y obligaciones diarias, lo cual crea un contraste brusco con la relajación y libertad experimentada durante las vacaciones. Una de las formas de disminuirlo es haciendo un retorno gradual a los horarios de trabajo antes de comenzar a trabajar”, explica dice Isabel Aranda, vocal de la Junta Directiva del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y Chief Content Officer de TherapyChat.

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Cómo gestionar el estrés en el trabajo

Aunque es comprensible querer aprovechar hasta el último momento de las vacaciones, los expertos recomiendan regresar con un margen de tiempo para reiniciar las rutinas. “Lo importante es ajustar nuestros horarios a los habituales cuando trabajamos. La idea es ir precalentando para el nuevo periodo. Ajustar nuestros ritmos biológicos a los ritmos de la rutina 24 o 48 horas antes permite que el reloj biológico se ajuste con facilidad”, dice Isabel Aranda. Por supuesto es también considerable dominar las rutinas de sueño y reajustarlas para que esa primera mañana en la que el despertador suene no sea un mazazo.

"Recupera tus horarios de acostarte y levantarte antes de volver a trabajar"

“Primero, recupera tus horarios de acostarte y levantarte antes de volver a trabajar, aunque puedes permitirte con cierta flexibilidad. Esta recuperación del ritmo biológico de vigilia- sueño te ayudará a adaptarte con facilidad. Segundo, mantén una rutina constante antes de acostarte. Leer un libro, meditar o tomar una infusión relajante pueden señalar a tu cerebro que es hora de desconectar. La consistencia en esta rutina ayuda a tu mente y cuerpo a prepararse para dormir”, dice Aranda.

“En tercer lugar, controla la exposición a pantallas electrónicas antes de dormir. La luz azul de dispositivos como teléfonos y computadoras puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Por último, crea un ambiente óptimo para dormir. Una habitación oscura, fresca y tranquila te invita a relajarte y descansar plácidamente. Recuerda que el sueño es una parte esencial de tu salud y bienestar. Tomarte el tiempo para ajustar tu rutina de sueño no es una pérdida de tiempo; es una inversión en ti mismo” explica la psicóloga.

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Cómo no agobiarte en vacaciones

Incluso antes de la llegada al trabajo se habla ya de la “depresión de la tumbona”, que implica sentiros mal ante no disponer de una actividad programada, algo que para algunos es un foco de estrés que les imposibilita disfrutar del momento. También entra en juego, avivada además por las redes sociales, la presión social, que provoca la sensación de tener que disfrutar al máximo de las vacaciones y de poner por ello en marcha planes complejos que poder contar a la vuelta. La preparación de tales actividades puede resultar increíblemente estresante, careciendo por ello de sentido la operación.

Cómo tener objetivos realistas al regresar

Según la Guía del Mercado Laboral 2022, el 43% de los profesionales españoles tiene cierta sensación de agotamiento o fatiga laboral, y es por ello por lo que resulta también esencial ajustar las expectativas para ser realistas con nuestros objetivos laborales al regresar, algo clave para mantener un equilibrio saludable.

  • Conoce tus límites: Debemos reconocer nuestras capacidades y limitaciones y comprender esto nos permite establecer metas alcanzables.
  • Descompón las tareas en partes manejables: En lugar de abrumarte con un gran objetivo, divídelo en tareas más pequeñas. Así, el proceso se convierte en algo más manejable y menos estresante.
  • Establece prioridades claras: No todo es urgente. Identifica lo que realmente necesita atención inmediata, lo que puedes ir haciendo y lo que puede esperar y, no te olvides de que hay que dejar cosas sin hacer porque no tienen valor. Esto ayuda a mantener el enfoque y reduce la presión.
  • Busca feedback y apoyo: Habla con tus colegas o supervisores para asegurarte de que tus objetivos estén en línea con las expectativas del equipo. A veces, una perspectiva externa puede ser invaluable.
  • Celebra los logros, incluso los pequeños: Cada paso hacia tu objetivo es un logro. Reconocer y celebrar estos momentos fomenta la motivación.
  • Acepta la flexibilidad: Los planes pueden cambiar, y está bien. La adaptabilidad es una habilidad valiosa en el mundo laboral.
"Ser realista no significa no ser ambicioso"

“Recuerda, ser realista no significa no ser ambicioso. Significa establecer metas desafiantes pero alcanzables, manteniendo el bienestar y evitando el agotamiento. Es un enfoque equilibrado y saludable que te apoya en tu crecimiento profesional sin sacrificar tu salud mental”, aclara Isabel Aranda, que ha preparado para Elle.es algunos consejos para ponernos al día con el temido sinfín de emails sin leer al regresar a la oficina.

Cómo ganar la batalla contra el email

  • Planifica: Antes de sumergirte, toma un momento para respirar y organizar tus pensamientos. Establece un tiempo específico para abordar los correos, así evitas sentirte abrumado todo el día.
  • Selecciona: Echa un vistazo rápido e identifica los más importantes y comienza con ellos. Los menos importantes pueden esperar.
  • Utiliza Herramientas de Organización: Muchos clientes de correo electrónico tienen funciones como etiquetas y carpetas. Utilízalas para categorizar y organizar los mensajes.
  • Responde en bloques: Divide los correos en grupos, por ejemplo, de la misma persona o del mismo tema y responde a un grupo a la vez. Tomarte pequeños descansos entre bloques puede ayudar a mantener la concentración y el equilibrio.
  • Pide ayuda si es necesario: Si sientes que es demasiado, no dudes en pedir ayuda o delegar. No estás solo en esto.
  • No pretendas gestionar todos los correos de una. Es posible que puedas o que no. De no der así, sigue al día siguiente con correos de menos importancia.
  • Recompénsate: Date un pequeño premio por haber gestionado la tarea. Un momento de descanso, una bebida favorita, o simplemente reconocer tu esfuerzo.
"Con un enfoque tranquilo y organizado dominarás tu bandeja de entrada sin sacrificar tu bienestar"

“Recuerda, los correos electrónicos son sólo una parte de tu trabajo y de tu vida. Enfócate en lo que puedes controlar y permítete avanzar a tu propio ritmo. La bandeja de entrada puede parecer interminable, pero con un enfoque tranquilo y organizado puedes dominarla sin sacrificar tu bienestar” dice.

Para evitar o al menos rebajar el estrés postvacacional, por lo tanto, hay que apostar por una transición gradual, planificar la semana antes de zambullirnos de vuelta en la rutina, mantener la positividad recordando los buenos momentos vacacionales, establecer limites y ser realistas con las tareas y apostar por hábitos saludables. Aunque quizás la clave es la que tiene Tamara Falcó, que tras volver de la luna de miel, se va de vacaciones... ¿no? Así el regreso a la ¿oficina? es llevadero. Sí: estábamos siendo jocosos.