Por más que queramos creer que la apariencia no es importante en los procesos de selección laboral, y aunque en España contamos con casos como el de Cataluña, donde se está luchando desde el Departamento de Igualdad y Feminismos para que el curriculum vitae, uno de los instrumentos más importantes para encontrar un trabajo, sea ciego, un reciente estudio publicado por Harvard Business School revela, tras haber analizado 63.000 ofertas de trabajo y a las más de 160.000 personas que las solicitaron, que ciertos accesorios o características físicas daban a los candidatos una importante ventaja a la hora de conseguir el trabajo.

Los investigadores emplearon la tecnología para determinar qué atributos hacían que alguien fuera percibido como más apto para un trabajo, y luego examinaron qué papel desempeñaban en la contratación. El análisis mostró que los hombres que llevaban gafas y que aparecían con un ordenador en la fotografía eran (¡para sorpresa de nadie!) más adecuados para empleos vinculados al mundo de la tecnología. En este campo, la barba también desempeña un punto a favor. En el caso de los trabajos relacionados con el diseño y los medios, quedó claro que las sonrisas y las fotografías con una buena calidad de imagen son esenciales. Mientras tanto, se considera que las mujeres que llevan gafas y tienen una apariencia “artística” son más adecuadas para trabajos de diseño gráfico que el resto.

"Un look erróneo es aquel que no se ha pensado, el que no se ha cuidado y el que no se ha estudiado"

Es decir: la estética importa a la hora de encontrar trabajo mucho más de lo que nos gustaría, y es por ello vital conocer a la empresa a la que queremos acceder y las particularidades del puesto. “Es importante informarte acerca de a quién vas a ver y hay que adecuar tu vestuario al rol al que aspiras. Un look erróneo es aquel que no se ha pensado, el que no se ha cuidado y el que no se ha estudiado. Para mí, en definitiva, el "no" definitivo es pensar que el outfit que llevas no es importante”, dice Marta Pontnou, asesora de imagen y experta en presión estética.

"Cuando tu presentación estética ha implicado un esfuerzo, estás en el territorio del sí"


Por su parte el periodista especializado en moda Joan Callarissa señala que lo que importa, más que la moda, es la estética. “Lo importante es controlar la estética. Es imprescindible, en un mundo tan competitivo en el que hay tanta gente que se presenta a las ofertas, poner atención a tu indumentaria, pues puede suponer el punto diferencial para que te elijan”, asegura. “Creo que cuando hay una producción de por medio, cuando tu presentación estética ha implicado un esfuerzo por tu parte, estás en el territorio del sí”, señala.

cómo vestir para encontrar trabajo
Netflix
Cómo vestir en la oficina

Según diversos análisis puestos en marcha por LinkedIn, la vestimenta profesional, con el auge de las nuevas tecnologías, el trabajo remoto y los códigos de vestimenta cambiantes, han hecho que la forma en la que vestimos dentro del universo laboral haya cambiado. La transformación ha abrazado una mayor comodidad y unos códigos estéticos mucho más relajados, algo que Callarissa lamenta. “Resulta curioso que en ciertos tipo de cargos se esté tendiendo hacia la informalidad. Lo que hacen es ir más cómodos, cuando el paso estético tendría que haber sido mantener formalidad pero añadir colores, materiales, siluetas… Sin embargo, su gran aportación estética ha sido quitarse la corbata o ponerse tejanos los viernes”, dice el periodista.

¿Es la moda el nuevo corrector?

María Angeles J. trabaja en una consultoría y confiesa que pocas personas de su oficina saben la cantidad de tatuajes que tiene. “Llevo la espalda y ambos brazos tatuados, por lo que siempre voy al trabajo en manga larga… ¡Incluso en verano! Me pongo prendas de AIRIsm, de Uniqlo (que son las que llevan los japoneses en la temporada veraniega para aguantar la humedad y las altas temperaturas yendo en traje), y así evito sudar de más”, explica. Cuando le preguntamos si se ha planteado la posibilidad de comentar la situación en la oficina para saber si realmente es necesario taparse, responde que al ser la más joven y estar su trabajo fuertemente masculinizado, prefiere evitar hacer cualquier alusión a asuntos que puedan acariciar la privacidad. Por descontado, sus redes sociales son además privadas.

“No me parece bien que haya trabajos en los que tengas que tapar parte de tu identidad: creo que hay infinidad de estilos y de ropa como para adecuar tu situación, características y estilo personales al estilo que impone el trabajo que ocupas. De hecho, para eso estamos los asesores de imagen”, dice Pontnou.

La prueba definitiva de que nuestros looks importan a la hora de encontrar trabajo la encontramos en el hecho de que Anna Wintour tenga una clara opinión al respecto. “Me resulta muy interesante cómo se viste la gente cuando viene a una entrevista. A veces sientes que están usando ropa que acaban de comprar esa misma mañana, y no es algo que se adapte de modo alguna a su personalidad y a quiénes son”, dice. Sin embargo, aclara que uno de los mayores errores que puede cometer una persona que busca empleo es usar algo que no sea realmente representativo de quién es. Asegura que nuestra ropa ha de comunicar cómo somos y que hemos de recordar que nos están eligiendo a nosotros, no a nuestros armarios.

El armario creativo VS el clásico

Según el estudio mencionado al comienzo, hay trabajos que cuentan con claves de estilo concretas a seguir para encajar en ellos, y por eso preguntamos a los expertos consultados acerca de cómo vestir para puestos creativos o artísticos. “Básicamente creo que en el entorno creativo la gracia radica en que tus looks digan algo de ti y no dejes que el traje de profesional eclipse tu personalidad, que es la que te hará parecer creativa. Es decir, lo mejor es elegir cualquier look que deje ver quién eres. Es cierto que en estos entornos hay muchas normas y criterios que se cumplen. Por ejemplo, en el mundillo del comercio de arte se llevan esos looks old money, pero con joyas de diseño especiales que no son ni mucho menos perlas. Has de conocer las normas”, señala Joan Callarissa.

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Un armario laboral

“Para un ámbito creativo recomiendo looks compuestos por firmas de diseñadores de proximidad, ropa de upcycling y piezas que reflejen esa parte artística. Lo mejor es que no sean de marcas mainstream, sino que sean outfits pensados que demuestren que tendrás el mismo cuidado en ser creativa en el trabajo como lo eres a la hora de elegir tu ropa”, dice por su parte Marta Pontnou.

"El maquillaje es una buena forma de descubrir lo creativa que es una persona. El detalle del color de la sombra de ojos, si lo ha combinado con su outfit o si ha experimentado... Me parece algo fantástico, porque es toda una declaración de intenciones total hacia esa entrevista. Supone un respeto hacia el trabajo y hacia ti misma", comenta Marta Arce, maquilladora experta con más de 20 años de trayectoria.

En el caso de que hablemos de trabajos más "formales", Callarissa ahonda en la importancia de los detalles. “En el ámbito más serio entramos en el universo de los matices: quizás es un entorno clásico donde son posh y de la vieja escuela, van a valorar que lleves looks serios que no sean de Zara. Esos detalles pondrán marcar la diferencia. No bastará con cumplir con las líneas generales, sino que hay que encontrar esos detalles dentro de lo que entendemos como “un look serio”. Si no sabes hacerlo, lo mejor es que apuestes por un look muy neutro”, recomienda.

Maquillaje laboral

Marta Arce cree que es vital la manera en la que nos maquillamos para ir a una entrevista de trabajo, pues cree que es una declaración de intenciones. "La primera impresión es lo que alguien ve de ti, por lo que lo entiendo como parte de la comunicación no verbal, al igual que cómo vas vestida o peinada, el maquillaje es algo que también dice mucho de una misma a primera vista", asegura.

"El maquillaje es algo que también dice mucho de una misma a primera vista"

"No te maquillarías igual para trabajar en una oficina como ejecutiva que para un puesto cara al público en comercios, o para trabajar en el mundo de la noche y los eventos. Depende de tu estilo de vida, tipo de trabajo y personalidad. Pero sí que me atrevo a decir que siempre menos es más: es una forma sencilla de acertar", dice la maquilladora, que asegura que a través de cómo se maquilla alguien, podemos saber mucho de ella misma. "Me parece brutal poder prepararse y ser consciente de que es muy importante cómo te muestras o cómo llegas a alguien, cómo te ven llegar y la estética que desprendes para conseguir que tu entrevista mejore. Y que de repente, en vez de recibirte con un apretón de manos y una cara seria, te muestres con ese maquillaje perfectamente hecho bajo tu personalidad y una buena sonrisa", asegura Arce.