made in spain
Pablo Saravia
Cárdigan, falda de tul con crinolina y colgante de estrella, todo de Ynésuelves

Amamos el Made in Spain, las cosas hechas en casa, el talento patrio y el amor que ponen los diseñadores españoles en sus creaciones donde, cabe destacar, que creatividad, pasión y lujo silencioso mandan. Te presentamos el mundo de ensueño (muy real) de Ynésuelves (creado por Ynés Suelves Osorio), la maestría con mucho folclore y tradición de Leandro Cano, las prendas perfectas 24 horas de Amlul (Gala González es su genial artífice) y la sastrería de nueva generación de Mans (la firma de Jaime Álvarez).

YNÉSUELVES: INSPIRACIÓN CLÁSICA

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Pablo Sarabia
La diseñadora Ynés Suelves con top y falda de gasa, cinturón y zapatos plateados, todo de Ynésuelves. Junto a ella, la modelo lleva top ‘cropped’, falda y sombrero con estampado marino, todo de Ynésuelves.

Ynés Suelves Osorio (Madrid, 1991) se convirtió en Ynésuelves tras su paso por el londinense Istituto Marangoni. Una etapa de aprendizaje y crecimiento personal que le sirvió como punto de partida para crear la etiqueta que lleva la fusión de su nombre y su primer apellido. «Nunca dudé que quería ser diseñadora, pero mi madre (la artista María Osorio Bertrán de Lis), con la que trabajo mano a mano y a la que estoy muy unida, es un poco la culpable de todo (risas). Es la persona más creativa que conozco y la que ha logrado impulsar toda la imaginación que llevo dentro». Un mundo de ensueño el de Ynés, que se materializa en piezas con un reconocible y fascinante sello onírico donde las increíbles ilustraciones de su madre (sirenas, estrellas, flores...) llevan la voz cantante. «En la universidad, me enseñaron que la inspiración es casi más importante que la propia colección, pero he descubierto que es algo que no se escoge, sino que es aquello que te llama la atención y te hace crear. Mi madre y yo somos muy nostálgicas y nos gusta profundizar juntas en momentos y recuerdos personales o de gente cercana para imaginar nuestros diseños». En ellos los motivos de la naturaleza o la simbología japonesa se bordan o estampan en románticos materiales como tul, encaje o seda. Y es que, tras sus geniales patrones con toques de ingenuidad, se encuentran vestidos con personalidad propia y una fuerza arrolladora... No en vano, en su tesis, Ynés plasmó su idea de la moda en una cazadora punk de cuero rosa. «La mujer Ynésuelves es atrevida, elegante, rebelde, fiel a sí misma y con identidad propia». Y por ello la diseñadora transforma su carácter tímido en una seguridad inquebrantable por obra y arte de puntadas que dan vida a sus ninfas 4.0. ¿Su próximo proyecto? «Una línea de hogar con el arte de mi madre. El mundo textil nos apasiona».

LEANDRO CANO: ARTE Y RAÍCES

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Pablo Sarabia
El diseñador Leandro Cano, con su propia ropa y zapatos de Martinelli. Junto a él, la modelo lleva vestido de Leandro Cano y salones de Zara.

«En el momento en el que vi a Lady Gaga llevando una de mis creaciones, me di cuenta de que todo empezaba a coger forma», y es que Leandro Cano (Ventas del Carrizal, Jaén, 1984) lanzó su etiqueta homónima en 2012. Dos años más tarde, la diva del pop acudía al show de David Letterman en la televisión estadounidense enfundada en un minivestido abullonado de cuero con estampado floral de la colección Ánima (la segunda de su trayectoria) del maestro jienense. ¡Boom! El arte de Leandro (nacido en la esencia de su tierra natal y forjado en el estudio neoyorquino de Marc Jacobs) traspasó fronteras. «Empecé a crear a ciegas, y cuando comencé a trabajar junto a Marc Jacobs sentí que mi esfuerzo estaba validado por alguien. Le considero mi gran mecenas». Y es que, en el caso de Leandro, el made in Spain se respira por todas las costuras. Es el gran embajador de nuestra cultura con sus piezas, que son un cante a Andalucía, a la artesanía, a las tradiciones, al folclore, a las mujeres de su familia y, en especial, a sus raíces. «Se encuentran siempre presentes en lo que hago, en los colores, en los estampados, en los volúmenes... Todo está basado en mis recuerdos. Mi tierra es tan -importante para mí que siempre va a aparecer de una manera u otra en mi costura». Ya sea en forma de corsé, volante, trenzado de cintas, pasamanería, falda capote, aplicaciones de cerámica, mantón de Manila o bordado. Todo un cúmulo de maravillosas leandradas que exportan el producto español a la calle, a las alfombras rojas y hasta al teatro. «Me ilusionó especialmente vestir a Verónica Forqué cuando hice el vestuario de la obra Los cuerpos perdidos, de Carlota Ferrer, o cuando la Llergo va de Leandro Cano. Aunque, la verdad, es un subidón ver a cualquier mujer vistiendo mi firma».

AMLUL: CON RITMO PROPIO

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Pablo Sarabia
La diseñadora Gala González con vestido de tirantes con estampado floral de Amlul. Junto a ella, la modelo lleva vestido ‘Margarita’ con cuello ‘mao’ de Amlul.

En 2019 Amlul pasó de ser el nombre de uno de los blogs más pioneros de la época de la blogosfera al de una etiqueta de culto. «Quise seguir el rumbo del motivo que me trajo aquí. Siempre he tenido claro que quería trabajar en moda y por eso fundé un blog contando mis experiencias. Ese sueño se convirtió en un personaje y este dio a luz un mundo interior y a una firma propia». Así define Gala González (La Coruña, 1986) el comienzo de su etapa como diseñadora y empresaria. Todo nace con el lema #NoMoreSeasons por bandera y la idea de que sus piezas no tengan sólo un uso estacional, sino que posean la longevidad de ser perfectas cualquier mes del año. «Siempre me he dedicado a dar visibilidad a otras personas, y de repente me pregunte: “¿Qué usaría para vestirme todos los días?”. Me apasionan las colecciones resort, las marcas australianas y la idea de llevar en la maleta un vestido, que no sea caro y tenga calidad, que posea un efecto wow. Ese era mi objetivo». Conseguido. El armario Amlul se compone de tops corsé, minivestidos en clave Lolita y un hit que se reinterpreta continuamente: el vestido Southampton. «Buscaba un corte que se adaptase fácilmente a todos los cuerpos y di con el vestido tradicional asiático. Me inspiré en la película In The Mood For Love, ambientada en los años 60. Pero no quería apropiarme de algo que culturalmente no me pertenece, y quise hacerlo mío versionando la silueta y dándole un twist occidental». Un vestido, y una firma, de la que Gala es la mejor embajadora, pero con la que desea que se reconozca su faceta de diseñadora más allá de su profesión digital. «Quiero que a la gente le guste Amlul independientemente de si me sigue o no. Esta vez yo soy la directora creativa y no la imagen»

MANS: CUESTIÓN DE GÉNERO

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Pablo Sarabia
El diseñador Jaime Álvarez con jersey de Zara, pantalón de Mirto y zapatos de Prada. Junto a él, la modelo lleva camisa y pantalón de seda, todo de Mans.

Su abuelo, Emilio Demans, da sentido y nombre a la firma Mans de Jaime Álvarez (La Luisiana, Sevilla, 1994). Una oda a la sastrería masculina, al buen gusto y al valor de un tejido impecable. «Él era mi referente a la hora de vestir, fue muy atrevido para la época y el lugar en el que le tocó vivir. Llevaba sastres a medida de raya diplomática o Príncipe de Gales, con grandes solapas. Sin saberlo, me ayudó a amar la moda y despertó en mí la pasión por los materiales. Cuando hago un diseño imagino qué se pondría y si estaría cómodo». El desaparecido (y admirado) David Delfín le aconsejó presentarse a la pasarela 080 Barcelona y le impulsó a montar su propio proyecto. «Me ayudó a seguir adelante y a no hacer caso a todos los noes que me encontrara por el camino». Un recorrido en el que empezó creando moda masculina con sastres y blazers para toda la vida y centrando sus colecciones en piezas atemporales de hombre, pero con una clientela mayoritariamente femenina. «Las prendas Mans no tienen género, se lo aporta la persona que las lleva». De esta forma Jaime elabora su primera colección de mujer (Primavera/Verano 2024), sin abandonar los códigos Mans en los que el punto de partida es la reinvención de la sastrería y de la masculinidad. «Para la mujer he creado un universo muy tailoring, pero también hay espacio para vestidos depurados y rectos influenciados por Balenciaga, mi maestro por excelencia. También hay referencias a Courrèges o Helmunt Lang y a toda la estética minimal de los 90 y los 2000 neoyorquinos». ¿El punto más importante de su universo masculino y femenino? Los tejidos. «Buscar materiales es un proceso precioso al que dedico mucho tiempo. Trabajamos con los mejores proveedores». Lanas de lujo (silencioso) que patronan chaquetas impecables como la estrella de la casa: la americana con forma de reloj de arena que abraza el cuerpo y se abrocha al costado.

*Maquillaje y peluquería: Pedro Cedeño (NS) para Dior y Pedro Cedeño (NS) para L´oréal Professionnel.

*Modelo: Nuria Rothschild (UNO Models).