El compromiso de boda de Jennifer Lopez con Ben Affleck le ha sentado muy bien a la musa neoyorquina. Bueno, seamos sinceros, no le ha hecho falta para seguir dejaándonos ojipláticas con sus looks aunque cada vez que la vemos desde que anunció la futura boda -20 años después del primer intento- sus ojos tienen un brillo especial. Pero esta vez no hablamos de eso sino del nuevo lookazo que nos ha dejado cuando salía en busca del hogar perfecto que compartir en Los Angeles con su futuro marido. Esta vez, con un vestido blanco.
La "diva de Bronx" es una enamorada del color blanco, tono que eleva el tono dorado de su piel, y si ayer nos daba una 'masterclass' práctica de cómo convertirte en la invitada perfecta de primavera (o novia) con vestido blanco floral y plataformas, hoy ha vuelto a dejarnos un look con el que podríamos ir al altar en plan novia informal o relajada, o de boda civil, con un vestido - túnica blanco.
Este diseño fue su elección para visitar una propiedad en Beverly Hills, que opta a ser su nueva casa con Ben. Es un vestido largo blanco, con un pequeño cuello vuelto hacia arriba, con una llamativa manga larga con mucho volumen, de estilo abullonado. Es de silueta amplia y fluida, con un favorecedor escote en uve. J.Lo añadía un cinturón marrón para ajustar la cintura y marcar esta zona del cuerpo, creando de paso la forma de una falda larga. El tejido, de seda o raso, con algo de brillo, lo eleva para conseguir que pase al siguiente nivel.
Jennifer Lopez completaba el estilismo con un bolso Birkin de cocodrilo marrón, a tono con el cinturón, y unos zapatos tipo zueco de ante marrón con plataforma y tacón de diseño. Y la pieza que ya no puede faltar en ninguno de sus estilismos: el anillo de diamante verde de 8,5 quilates con dos diamantes blancos más pequeños que valorado entre 5 y 10 millones de dólares que le regaló Ben Affleck en la pedida de mano.
