La reina Isabel II, tan pomposa como firme cumplidora de las normas y los protocolos, ha sido criada para dominar ante cualquier circunstancia su temperamento y saber estar. Pensar puede pensar lo que le venga en gana pero otra cosa es decirlo, sobre todo si está en un acto oficial.
Gracias a la biografía recién publicada por el periodista de investigación Tom Bower, conocido por sus biografías no autorizadas, hemos conocido un capítulo en la vida de la Reina británica en el que perdió la compostura -o sencillamente dijo lo que pensaba- pero en un capítulo muy personal. Sucedió un año después de la muerte de Diana de Gales, cuando el príncipe Carlos quería hacer oficial la relación que todos sabían que mantenía desde hacía años con Camilla Parker Bowles.
Según este periodista inglés, en la biografía titulada 'El príncipe rebelde: el poder, la pasión y el desafío del príncipe Carlos'; cuando el heredero fue a hablar del asunto con la regia Reina y tuvo la mala suerte de que Isabel II se había tomado "unos cuantos martinis" y se llevó una respuesta que seguro que no esperaba.
Al parecer, la Reina le soltó que "no iba a perdonar su adulterio" -recordemos que antes incluso de la muerte de Lady Di era conocida su relación extramatrimonal con Camilla, a quien la fallecida princesa culpaba de su fracaso matrimonial-, y añadía que "no perdonaría a Camilla que no lo abandonase para que Carlos pudiera salvar su matrimonio".
Es más, según Bower la reina no se guardó nada y llamó "mujer malvada" a Camilla, de quien dijo "no quiero tener nada que ver con ella"... Esto hizo que un príncipe Carlos "lloroso" llamase a su novia para contarle lo que le había dicho su madre y reina, que no pensaba dejar de mostrarse contraria a esta relación para que pudieran irse a vivir juntos. De hecho, también dice este nuevo libro que Isabel II calificó a Camilla entonces como "astuta amante".
Al final, como todos sabemos, el empecinamiento del heredero al trono británico y su decidido amor le llevó a casarse con Camilla en 2005, casi 10 años después.
Es obvio que con los años la relación de Isabell II con la duquesa de Cornualles ha mejorado notablemente, pues han compartido numerosos actos oficiales. Esta es la cara pública pero otra cosa que queda para estrictamente para ellas es cómo están en la intimidad...
Según este libro otro momento clave en el rechazo inicial de la Reina a su 'nuera' fue cuando le insinuó al príncipe Carlos, cuando planeaba su boda, que quedaba muy poco oro especial galés para hacer el anillo de compromiso de Camilla, una tradición de la Familia Real británica; y es que la joya está hecha mismo lingote del que se extrajo el oro hacer el de Isabel II, en 1947; el de la princesa Margarita, en 1960; el de la princesa Ana, en 1973; y de Diana de Gales, en 1981.
