Nos hiciste creer que tenías en tu poder todas las grandes desgracias propias de una treintañera soltera en la gran ciudad, pero a mi no me engañas. Que yo sí soy una treintañera soltera en la gran ciudad, pero de las de verdad.
Te enamoraste de Mark Darcy (Colin Firth) un abogado alto, guapo, elegante y que estaba loco por ti. Vale que igual era un poco parado y llevaba jerseys navideños de reno, pero te sacó de la cárcel ¿no? y le encantaban todas y cada una de tus, llamemoslas, 'bridgetnadas'.
Y al menos era amigo de tus padres y no tuviste que presentarte a 'First Dates' y que tu compañero de cena fuera la versión española de Macaulay Culkin (con todos mis respetos a Macaulay) o hacer cada día un casting a través de Tinder que te quite las ganas de volver a quedar con nadie en toda tu vida. "¿Tendrías una segunda cita?" Ehhh… NO.
Vale que Daniel Cleaver (Hugh Grant) te lo hizo pasar un poco mal. El típico guaperas que aún no crees que se haya fijado en ti y con el que ya te ves casada y con dos hijos mientras que todo plan de futuro que contempla él no va más allá de con quién dormirá el fin de semana siguiente. Pero, que levante la mano quien no se haya cruzado con alguno (o algunos) de esos alguna vez. Si yo te contara...
La verdad es que te tenía mucha envidia. Hasta acabar cantando 'Like a Virgin' imitando a Madonna en una cárcel tailandesa de mujeres me parecía un planazo. Mis grandes aventuras en Tailandia fueron hacerme un traje a medida que quería quemar nada más llegar a España, recorrer medio Bangkok para que unos ciegos me dieran un masaje (ahí lo dejo), huir con auténtico terror de los monos en los templos o subirme a la trompa de un elefante… y verme lo suficientemente guapa como para subirlo a Facebook a pesar de que lo que más se veía eran mis brackets y un corte de pelo infernal. (Me gané a pulso el mote de ThaiMela).
Lo más cerca que estuve de la cárcel fue cuando me pararon en la aduana del aeropuerto de Barajas y me hicieron abrir la maleta con algún que otro Hermès y algún que otro Chanel 'fake' (upsss). Yo, que soy muy dramática, ya me veía entre rejas, dando un disgustazo a mis padres y escribiendo al ministro del Interior clamando justicia. Y como no había ningún Mark Darcy que me pudiera sacar de mi celda imaginaria, fueron mis lágrimas -y mi promesa de que no era una traficante- las que me devolvieron la libertad.
Ahora estás embarazada pasados los 40. Mi más sincera enhorabuena. No has tenido que recurrir a inseminación artificial ni a ninguna fecundación 'in vitro' para lograrlo, algo a lo que si me decido a tener hijos veo que puede estar en mi futuro más cercano. Lo malo es que no sabes quién es el padre y lo bueno es que ha entrado otro hombre en tu vida, el guapísimo Jack Qwant (Patrick Dempsey) que también está profundamente enamorado de tí. ¿Me cuentas tu secreto?
A pesar de todo, me caes bien y coincidimos en liarla de vez en cuando, en llorar cuando suena Celine Dion, en no tener nunca nada del todo claro y en atiborrarnos de helado y patatas fritas algún viernes noche que otro. Cosas de Bridgets.
