Hace algunos años, parecía que el pasatiempo favorito de los estadounidenses consistía en odiar a Anne Hathaway. Sus detractores decían que era como el típico niño al que le gusta el teatro en el colegio o que se mostraba demasiado arrogante cada vez que ganaba un premio. Pero resulta que, detrás de esa actitud, había algo más que la justificaba.

En una entrevista con The Guardian, Hathaway dijo que cuando ganó el Oscar por Los Miserables, todavía estaba metida en el papel de Fantine. Aún no había superado los bajones emocionales que sufrió para dar vida al personaje, cuando tuvo que hacerse a la idea de que este papel también iba a suponer un hito importante en su carrera. Esto es lo que dijo:

"No me sentía bien. Era como si hubiese perdido la cabeza haciendo la película y todavía no me hubiese recuperado. Después tuve que ponerme delante de la gente y sentir algo que no sentía, felicidad sin más. Lo normal es que cuando ganas un Oscar te sientas feliz, pero en mi caso no fue así. Me sentía mal porque estaba allí de pie con un vestido que costaba más dinero del que algunas personas van a ver en toda su vida y había ganado un premio por retratar ese dolor que forma parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos. Traté de fingir que era feliz y me criticaron por ello. Esa es la verdad y eso es lo que pasó. Es un asco, pero aprendí que aunque parezca que te vas a morir de vergüenza, al final, no lo haces."

En 2014, manifestó a Harper's Bazaar que interpretar el papel de Fantine había hecho mella en su salud, dejándola exhausta, y que todo empeoró con una gripe. Además, se sentía frustrada por el hecho de que de lo único que se hablaba era de su cambio de look para dar vida a su personaje y no del mensaje que trataba de transmitir sobre la esclavitud sexual, todo lo cual terminó afectando a su forma de hablar en público.

En aquellos momentos, Hathaway recibió una serie de críticas negativas por su actitud a la hora de recoger varios premios. Se la tildó de presumida, falsa y cursi por decir "Es un sueño hecho realidad" durante su discurso en los Oscar . Y estas críticas terminaron por afectarla. "Era como si me hubiesen dado un puñetazo en el estómago", contó a Bazaar. "Me sentí conmocionada, avergonzada y como si me hubiesen dado una bofetada. Incluso ahora mismo puedo sentir esa vergüenza. Ahora debería estar bien. Debo estarlo. Estoy intentando olvidarlo todo, pero en esos momentos todavía era, en parte, Fantine. Todavía me identificaba con la víctima".

Así que si todavía sigues siendo una detractora de Hathaway, echa un vistazo a uno de los momentos de la película que hizo que Hathaway ganara el Oscar. Te reto a que no se te ponga la piel de gallina…

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Vía: ELLE US