Los trabajos de Saul Bass (1920 -1996), dieron un giro vanguardista al diseño de los affiches y de los títulos de crédito. Tanto, que a él se le atribuyen la dignificación y la transformación de los pósters en un arte. Suyos son algunos de los carteles más memorables de la historia del cine como Vértigo (1958), Psicosis (1960), Anatomía de un asesinato (1959) o Éxodo (1960), entre muchos otros.

Bass abrió su propio estudio, dedicado a la publicidad, en Los Ángeles en 1950. Allí conoció al director Otto Preminger, quien lo invitó a diseñar el póster para su película Carmen Jones (1954). Éste fue el comienzo de una larga colaboración no sólo con Preminger sino también con emblemáticos directores como Billy Wilder, Alfred Hitchcock o Martin Scorsese, entre otros.

Desde el primer golpe visual, los estilizados y simbólicos diseños abstractos de Saul Bass conseguían impactar al espectador y llamar su atención sobre la película. Y cada uno de sus carteles, potentes lentes de aumento que iluminaban aspectos esenciales y ocultos de la película, se han convertido con el tiempo en una personalísima y fundamental obra de arte moderno.

La exposición, creada y coordinada por el escenógrafo, director y figurinista español Gerardo Vera, (también propietario de los carteles), no es sólo un repaso por el rico imaginario de Bass. También enseña que el diseñador norteamericano participó en el desarrollo de secuencias cinematográficas tan reconocibles como la famosa escena de la ducha de la película Psicosis.

La exposición estará en el Circulo de Bellas Artes de Madrid desde el 11 de octubre de 2012 hasta el 4 de noviembre de 2012. Y la muestra se acompañará de un ciclo que proyectará algunas de las películas que dibujó.

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