Todo el mundo habla de ella pero más de la mitad, todavía no sabe cómo funciona exactamente. Se trata de la (anti) red social, porque aquí ni tienes un perfil de usuario que el resto pueda ver, ni se trata de aglutinar followers ni likes (no hay), ni se sugieren personas para seguir... Como todo, para dominar esta aplicación lo mejor es vivirla. Así que dale al download, y empieza a conocer la plataforma social que tiene elementos (casi) de adolescentes, pero que en realidad, está pensada para los treintañeros. Te damos algunas pistas para que empieces a familiarizarte.

- Vídeos y fotos efímeras. Los vídeos duran 10 segundos y se borrarán, al igual que las imágenes, 24 horas más tarde. Este carácter volátil trae consigo algo muy positivo: a la gente le da un poco más igual lo que sube ya que sabe que si no le gusta el resultado, en pocas horas quedará abocado al recuerdo. Otro factor importante es el de la exclusividad: si solo me puedes ver durante un día, te estoy ofreciendo un contenido que si finalmente disfrutas, quizás seas una afortunada. Al menos así lo ven las marcas, como Valentino o Michael Kors, que ya impulsaron sus cuentas en citas puntuales como la Semana de la Moda de Nueva York, haciendo vídeos muy cortos en los que adelantaban su colección y que luego desaparecían (fue todo un éxito). Parece ser que la solución para no manchar tu reputación, ha llegado.

- Menos estético, más real. Nos desapegamos totalmente de la cultura de las fotos bonitas que ha inculcado Instagram y volvemos (al menos, en buena parte), al mundo real (¡y espontáneo!). Tanto la imagen como el vídeo no es de alta calidad y esa característica inmediata y efímera, empuja a que los resultados sean más caseros. Puedes ver una publicación de Kylie Jenner en la calle con una amiga tal y como están: con ojeras, algo despeinadas, en un marco no idílico, sino real. Esta "bajada a tierra" es uno de los puntos fuertes de Snapchat, que puede volver a acercarnos un poco a lo que somos, no a lo que queremos mostrar que somos. Ya era hora.

- Pon tu textos. Otra de las funciones es poder acompañar las imágenes con un texto. Hay varias opciones: puedes escribirlo tú misma e imprimir tu propia caligrafía, utilizar las tipografías pre-establecidas y también puedes jugar con iconos, llenos de un espíritu (casi) de colegio y que representan desde una cara sonriendo, otra de miedo, una serpentina, unas palmas... Una forma gráfica de representar tu estado de ánimo o eso que tantas ganas tienes de decir.

Nose, Mouth, Lip, Hairstyle, Skin, Chin, Forehead, Eyebrow, Eyelash, Jewellery, pinterest

- Privacidad. Aunque a priori puede no parecerlo, es el as bajo la manga de esta aplicación. No verás los likes de tu hermano pequeño o de tu ex porque no los hay, ni comentarios sobre cada foto porque también son inexistentes. Y por supuesto, tampoco nadie verá cuáles son tus movimientos dentro de este campo de batalla. 

- Mensajes directos. Otra de las virtudes de esta app es que puedes enviar todos los mensajes privados que quieras a alguien: un vídeo que demuestre que estás de camino a la farmacia, una imagen de todos tus apuntes para avisar de que estás en la biblioteca o la fotografía de un cóctel frente al mar para sí, de vez en cuando, dar envidia. Para que lo entiendas bien, sería como el Whatsapp de las fotos y vídeos.

- Iconos 'amorosos'. En función de la relación que tengas con un usuario, esta red social te puede premiar. Es decir, un día te despiertas y Snapchat ha decidido colocar un corazón amarillo entre tú y ese amigo que (últimamente) tanto interactuáis (lo que significa que sois BFF -best friend forever- en versión 2.0). ¿Vergonzoso? Quizás un pelín, pero también tiene su gracia. También puede aparecer al lado de su nombre una cara sonriente, lo que quiere decir que compartís mejor amigo. Cierto es que hasta hace poco, Snapchat mostraba al mundo cuáles eran los mejores amigos de cada persona, algo que ha cambiado y ahora solo tú y (con suerte él) veréis que algo especial os une... hasta que desaparece. Snapchat lo irá modificando según progrese vuestra relación. De patio de colegio, sí, pero también divertido ¿no?

- Campo libre para las celebrities. Kendall Jenner y Gigi Hadid han revolucionado el mundo jugando al despiste precisamente a través de su Snapchat, red que utilizaron para augurar un (posible) cambio de look. Jenner aprovechó esta app para augurar que aparecería en la alfombra roja de los American Music Award con su flequillo postizo y Hadid con su todavía supuesto nuevo corte de pelo bob. Un tendencia que puede ponerse de moda gracias, de nuevo, a que el contenido se volatiza. Rihanna, Kayne West, o bloggers como Leandra Medina (Man Repeller) son fans incondicionales de esta nueva forma virtual de relacionarse. En nuestro país, una de las pioneras en subirse al carro fue Alexandra Pereira (la autora de Lovely Pepa), que en más de una ocasión ha declarado que subía contenido más divertido, algo que no hacía en otras redes. Otras 

- El fundador. También es un dato jugoso en la historia de Snapchat. Se llama Evan Spiegel, es el novio de Miranda Kerr (estuvo relacionado con Taylor Swift), es el milmillonario más precoz de la lista Forbes, es un fanático de los coches de lujo y es conocido como 'el niño bonito' de Silicon Valley. Comparado con los creadores de Facebook (Zuckerberg) y Microsoft (Gates), Spiegel (quizás) lo tuvo un poco más fácil. Se crió en una familia muy acomodada de abogados de Ivy League, y mientras estudiaba, en la facultad de su padre, consiguió reunirse con dos 'capos' de la tecnología (Eric Schmidt de Google y Scott Cook de Intuit) para conseguir su primer trabajo mientras estudiaba. Sea como sea, es el dueño de una aplicación que cuenta con más de 100.000 seguidores, está considerado como el guapo de la panda techie del siglo XXI, sale con supermodelos y además, triunfa en la moda (ha realizado ya varios reportajes y campañas para cabeceras internacionales).

En resumen, lo mejor de Snapchat es que tras años dominados por Facebook, Twitter e Instagram, nace un lugar para subir más libremente tus fotos y vídeos ya que estás menos expuesta a ser juzgada, es una forma de establecer contacto (y como 'quien no quiere la cosa') con esa persona con la que no coincides en la calle pero te interesa, supone una manera para compartir cada uno de tus pasos con tu best friend forever en forma de vídeos y quizás, quién sabe, también es el mejor escenario para jugar al despiste y hacerte viral (sí, como Hadid). Lo que está claro es que Snapchat ha llegado para quedarse en los smartphones de los jóvenes, y de los no tan jóvenes.