Ayer, el mundo no podía dejar de dar saltos de emoción ante esa primera instantánea, que llegaba a nuestras pantallas a través del Instagram de Victoria Beckham, que hacía oficial que las Spice Girls volvían a reunirse.
Pero esta reunión no sólo sirvió para diseñar y emprender nuevos proyectos, alegrar al planeta entero o, suponemos, recordar viejos tiempos. El 'girl power' del que se abanderó el grupo en los 90 también estuvo muy presente y Victoria encontró en él algo que regalarle a la pequeña Harper. Uno de esos regalos de los que nunca te desharás, que pasarán de generación en generación y que, cuando eches la vista atrás, te darás cuenta de que marcaron un antes y un después.
Además, siguiendo los instintos de ese lado maternal que ha conseguido ganarle terreno a la moda en su cuenta de Instagram, la (ex) Spice Girl no ha dudado en compartir la sorpresa con todos sus seguidores.
Se trata de un ejemplar de 'Strong Is The New Pretty: A Celebration of Girls Being Themselves' que, si nuestra emoción nos lo permite, podremos verlo sobre la mesa que se encuentra al fondo de la imagen del reencuentro. Un libro de fotografías en el que Kate T. Parker recoge imágenes de chicas de todos los tipos, estilos y figuras con atuendos deportivos, que con su naturalidad y perfecta imperfección celebran lo que significa ser fuertes y capaces de todo lo que se propongan.
Un recopilatorio que aboga por la auténtica belleza, por la mujer real, hermosa en su rutina caótica, que ríe, llora, sufre, juega, monta en bici, se ensucia, corre y celebra, que merece ser valorada por lo que es en lugar de por su apariencia. Demostrando, a fin de cuentas, que las niñas también están hechas para hacer lo que la sociedad entiende por "cosas de niños". En definitiva, algo con lo que, como Harper, toda niña debería contar cuanto antes para educarse desde un principio entendiendo lo que significa empoderamiento femenino.
Y es que, que este regalo provenga de Victoria no nos extraña nada. La diseñadora, siempre abogando por el 'girl power' ha conseguido subir a la pasarela la firma levantada con sus propias manos, sacándola adelante y llevándola a los vestidores más reconocidos. Quitándose, además, esa etiqueta de 'mujer de', tan presente en nuestros días y difícil de eliminar.
