Desde hace unos meses, Hollywood se ha convertido en el principal escenario de denuncias sobre acoso sexual hacia distintos personajes de renombre de la industria del cine. De hecho, de tal forma se ha destapado la Caja de Pandora, desde que el caso Harvey Weinstein saliera a la luz, que numerosas mujeres del panorama han decidido alzar la voz a golpe de #Time'sUp o #Metoo para luchar contra esta situación que se vive en todos los rincones del mundo.

Muchos han sido, además, los rostros conocidos que han apoyado la causa y han dado su opinión sobre este mal que tiñe el siglo XXI. Uno de los últimos en hacerlo no ha sido otro que Miguel Ángel Silvestre. El actor ha echado mano de su cuenta de Instagram después de que distintos medios se hicieran eco de que había sido víctima de acoso sexual por parte de un productor. Algo que él ha desmentido en la publicación, al tiempo que daba una explicación a su opinión sobre el movimiento 'Time's Up' que todos necesitamos para entender, aún más y mejor, lo que es el acoso sexual.

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"Yo nunca he sido acosado por nadie, por ningún profesional de esta industria. Las declaraciones se han sacado fuera de contexto y pertenecen a una conversación en la que hablaba del movimiento #timesup donde di mi opinión", refiriéndose a unas declaraciones que rezaban: "En una ocasión me encontré con un productor que me quiso dar un beso. Le dije que no y todo quedó ahí. Hay que respetar la voluntad de una persona. Si atraviesas esa barrera, eso ya es violencia. Y la violencia me parece inadmisible".

"Es de gran valentía las personas que han dado un paso adelante en una situación tan vulnerable. Hay que saber gestionar la seducción y el deseo", añadía también el actor como muestra en su publicación.

Después, Silvestre ha dado la mejor explicación para señalar de forma implícita la delgada línea que puede separar el deseo puro y con respeto, propio de una relación consentida, y lo que lleva al acoso sexual:

"Considero que el deseo hacia alguien es una fuerza natural que nos mueve hacia delante, nos lleva a querer intimar con esa persona que deseamos, es una emoción incuestionable, es natural, pura. Por otro lado, hay que entender que, quizás, la persona que tienes en frente desea mantener su espacio y no comparte tus emociones, deseos. Ambas emociones son espontáneas. Cuando no se respeta el NO, es ahí donde reside el acoso y empieza la violencia. No fue mi caso", concluye.