"Nuestro intestino se sobrecarga demasiadas veces con platos abundantes ingeridos apresuradamente, tentempiés que no le dan tiempo a limpiarse y cenas prolongadas que no le dan ni un minuto de sosiego para la fase de regeneración nocturna. Además, sufre los perjuicios de los productos alimenticios procesados –ajenos a nuestro patrón de alimento que no provocaría el menor problema si se consumiera en pequeñas porciones-", denuncia Adrian Schulte, doctor en medicina, naturópata y autor del libro 'Conozca su caca' (Urano).

Para restablecer el buen funcionamiento intestinal, este experto propone romper con ciertos hábitos y modificarlos a largo plazo: un plan de acción depurativo de 10 días probado ya por miles de pacientes.

Una semana antes: "Siempre que sea posible, toma una dosis de 3 gramos de sal de Epsom, o sea, una cucharada de postre rasa cada mañana en ayunas, disuelta en un cuarto de litro de agua caliente. Mastica tu desayuno habitual y el almuerzo exageradamente bien: la cena será muy frugal, y si puedes, la suprimes. Además eliminarás el café y reducirás de forma drástica el alcohol y los cigarrillos. También deberás tomar una cucharada de postre ligeramente colmada de polvos alcalinos disueltos en un arto de litro de agua", aconseja el doctor Schulte.

Hair, Yellow, Hairstyle, Skin, Chin, Shoulder, Blond, Neck, Smile, Flooring, pinterest

Durante 10 días:

* ¿Qué comer?: Puedes tomar leche cruda recién ordeñada de vacas sanas, con ubres pequeñas y que no haya estado expuesta a un procesamiento calorífico, a menos que tengas alergia a la leche o una intolerancia a la lactosa. ¡Un imposible! "También puedes recurrir a la leche de almendras, de soja o a las bebidas de otros frutos secos, o al yogur de leche de oveja, cabra no homogeneizada o al de soja orgánica", apunta el Dr. Schulte. Los jugos de hortalizas de raíz a base de zanahorias, apio y remolacha, al igual que los zumos vegetales, también son ideales para proporcionar nutrientes esenciales a tu organismo durante este período. Y si no quieres o puedes hacer un 'ayuno' tan estricto debes comer aguacate, pechuda de pavo, salmón salvaje, huevos pasados por agua, sopa de verduras y vegetales fáciles de digerir y que no produzcan gases –hay que descartar las coles, los puerros, la cebolla y la legumbres-.

* ¿Qué evitar?: "Los cigarrillos, el café, el alcohol y el azúcar quedarán absolutamente excluidos en este período de depuración y cura intestinal", advierte el doctor. Todo ellos irritan el intestino, producen carencias vitamínicas, problemas digestivos, y dan más hambre y ganas de comer. También se descartan los hidratos de carbono de absorción rápida, ya que no sacian, solo llenan y traen consigo un problema de calorías añadido.

* Equilibrio ácido-alcalino: Con el fin de preservar el pH de la sangre dentro de sus estrechos límites 7,36 a 7,44) hay que evitar comer demasiada fruta para reducir los procesos de fermentación en el intestino. "Una dieta alcalina a base de frutos secos, verduras y un poco de fruta madura será beneficiosa para mantener este equilibrio ácido-alcalino", asegura el médico. También se pueden incrementar los resultados tomando polvos alcalinos disueltos en agua de una a tres veces al día.

* Beber agua en abundancia: "Si pesas unos 70 kilos, deberías beber al menos tres litros de líquido al día. Con 50 kilos, bastarán dos, y con 100 kilos, cuatro litros diarios sería una cantidad idónea", según el naturópata. Aunque, la mejor manera de saber si bebes suficiente líquido es por el color de la orina: mientras sea transparente con un ligero tono amarillento no debes preocuparte. Ahora bien, cuanto más oscura se vuelva, más líquido tendrás que beber. Toma agua sin gas, infusiones, lemongrass, hierbas de montaña.

* Masticar correctamente para saciarnos: Masticar cada bocado 100 veces y dedicar 30 minutos a las comidas es una buena manera de cuidar nuestros intestinos. Durante la dieta, se toman panecillos duros de espelta o pan sin gluten seco y toda clase de frutos secos para ejercitar la masticación y provocar una sensación de saciedad. También resultarán muy adecuadas las virutas secas de coco o el fruto del coco en sí, por su contenido en monolaurina, un ácido graso con propiedades antivíricas y antibacterianas, que también se encuentra en la leche materna.

* Purga oral: Tomar 3 gramos, una cantidad equivalente a una cucharada de té rasa, colmada de sal de Epsom, que es sulfato de magnesio. "Al intestino le resulta muy difícil absorber el sulfato, se queda adherido a sus paredes. Es precisamente esto lo que impide la reabsorción del agua ingerida y, al mismo tiempo, también de las toxinas bacterianas, que será expulsadas igualmente, de ahí su beneficioso efecto".

* Saltarse la cena: Entre la comida del mediodía y el desayuno del día siguiente habrá un margen de unas 18 horas para que el intestino se limpie y se regenere. Otros expertos en ayuno, como Damien Carbonnier, director de Mi Ayuno y técnico en dietética y nutrición, consideran que "con 12 horas es suficiente para que el cuerpo haga una correcta reparación celular y los órganos descansen".

* Ejercicio bajo mínimos: Durante estos 10 días sería oportuno reducir la práctica deportiva. "Cuando estés siguiendo este plan curativa no te faltará energía y vigor. Pero la escasa ingestas de alimentos suele afectar a la capacidad de resistencia, por lo que sería conveniente que alternaras el deporte con los días de descanso. Tu objetivo es regenerar y desintoxicar el organismo, el entrenamiento para la próxima maratón puede esperar 10 días".

* Saunas y baños de vapor: Te ayudarán a eliminar toxinas a través de la piel. Además, es una buena manera de desalojar la nicotina del cuerpo.

¿Para qué? Mantener o mejorar la eficacia intestinal, así como sanear y desintoxicar el órgano. "El objetivo fundamental es regenerar el intestino y eliminar toxinas. Pero con una dieta hipocalórica de no más de 500 kilocalorías diarias –como la que vas a hacer-, perderás peso. Supone una pérdida de entre 1,5 hasta 4 kilos de grasa en 10 días", concluye el experto.