La cantidad de cafeína que consumo en un día normal se reparte en 2 cafés y 2 tés antes de almorzar, 1 Coca-Cola Light en el almuerzo, 1 ó 2 cafés y 2 ó 3 tés entre el almuerzo y el momento de irme a la cama. Y, por supuesto, luego está el chocolate... Creo que se puede decir que soy bastante adicta a la cafeína.

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De hecho, hice un test online llamado 'Diagnóstico de la adicción a la cafeína' en caffeineinformer.com alcanzando una puntuación de 8/10, cayendo en la categoría de 'eres muy adicta a la cafeína y la necesitas para funcionar normalmente'.

Hmm. Creo que no llegué a la categoría más alta porque respondí 'no' a las preguntas '¿tomas pastillas de cafeína si no puedes tomarte una bebida con cafeína? (afortunadamente, no es mi caso) y '¿prefieres la cafeína a dormir?' no, me ENCANTA dormir.

En el Reino Unido se beben de media casi 123 millones de tazas de té al día y 90 millones de tazas de café.

¿QUÉ ES LA CAFEÍNA?

La cafeína es un compuesto alcaloide que se encuentra, sobre todo en el té y en el café, que actúa como estimulante del sistema nervioso central.

Según drugwise.org.uk, en el Reino Unido se beben de media casi 123 millones de tazas de té al día y 90 millones de tazas de café.

También informa de que 'las personas que superan las 6 - 8 tazas de café o de té al día, por lo general, acaban desarrollando algún tipo de dependencia a la cafeína que contienen. Les será muy difícil dejarlo y, si lo intentan, experimentarán el síndrome de abstinencia que, entre otros síntomas, incluye sensación de cansancio, ansiedad y dolores de cabeza.

DEJAR LA CAFEINA

Este reto iba a ser duro para mí. Y en lugar de ser una persona sensata e ir dejando lentamente la cafeína durante las semanas previas a mi reto, decidí consumir toda la cafeína posible durante la última semana antes de empezar a dejarlo. Un '¡Tómala mientras puedas!', una decisión, que, definitivamente, fue la peor que pude haber tomado. La primera semana de mi reto sin cafeína fue terrible.

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'Irritable' es la palabra. Me sentía como la Malvada Bruja del Oeste del Mago de Oz, además, me dolía mucho la cabeza, tenía náuseas, y Dale, mi novio, me dijo que nunca me había visto tan cansada.

En 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría incluyó el tema en la última edición de su revista Diagnóstico y Manual Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5), definiéndolo como 'el síndrome que aparece cuando se deja o se reduce de manera brusca la ingesta de cafeína, después de haberla consumido a diario durante mucho tiempo'. En el estudio se apuntaba a que los síntomas 'pueden evitarse si el consumo de cafeína se va reduciendo progresivamente'. ¿En qué estaba pensando cuando hice aquello?

EL PUNTO INTERMEDIO

Por suerte, la pesadilla no duró mucho más de una semana. A partir de entonces me empecé a sentir bien gracias a la cantidad de agua que bebía en lugar de té y café.

Curiosamente, noté que echaba más de menos el té que el café, lo que me sorprendió bastante. Hay algo en la calidez de esa taza de té que te tomas en la cama una mañana de domingo a lo que es difícil renunciar y tener a Dale bebiendo una a mi lado fue una tortura.

Como también lo fue ver cómo en Semana Santa llegaban toneladas de huevos de pascua a la oficina y todo el mundo se abalanzaba a por ellos. Después me enteré –en la tercera semana de mi reto– que el chocolate blanco no contiene cafeína.

¿El resultado?

Una de las mejores cosas de afrontar este reto fue calcular cuánto dinero me había ahorrado. Si establecíamos un gasto medio diario de 5,28 € (un café americano 1,16 €, una Coca-Cola Light 1,16 € y un cappuccino 2,95 € – obviamente estos precios pueden variar), entonces 5,28 € x 20 = 105,6 €. Además, si añadimos un par de cafés durante los fines de semana, te pones fácilmente en los 120 €. Es para pensárselo.

Una de las mejores cosas de afrontar este reto fue calcular cuánto dinero me había ahorrado.

No os voy a engañar diciendo que no volveré a tomar cafeína. En realidad, he vuelto a tomar té y café, pero de forma más moderada. No necesito la cafeína tanto como antes, ya que la tolerancia de mi cuerpo a este estimulante cayó en picado después de un mes sin ella. Sin embargo, te recomiendo que si bebes la misma cantidad de cafeína que yo bebía, merece mucho la pena afrontar este reto, pero quizá con un poco más de consideración...

Los mejores consejos:

  1. EVITA EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA. Repito, evita el síndrome de abstinencia.
  2. Asegúrate de que no vas a afrontar el reto durante un período de tiempo que lo haga más difícil / estresante de lo que debe ser.
  3. Piensa antes si hay alguna alternativa a ese primer té o café del día ¿alguien quiere una infusión de hierbas?
Vía: ELLE UK