1. Te mantienen sana

La investigación ha permitido demostrar que los carbohidratos aceleran la producción de serotonina química, un neurotransmisor fundamental para que el cerebro se sienta bien. En un estudio desarrollado a lo largo de un año, las personas que siguieron una dieta baja en calorías presentaron menores niveles de enfado, depresión y ansiedad que aquellas que siguieron una dieta baja en carbohidratos. Si alguna vez has probado la dieta Atkins, probablemente no te sorprenda esto.

2. Pueden ayudarte a perder peso

En serio. Tomar un desayuno con carbohidratos de liberación lenta (por ejemplo, carbohidratos complejos como la avena) puede acelerar la quema de grasa, según un estudio del Journal of Nutrition. Este tipo de carbohidratos puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y de insulina, evitando los picos que generan los hidratos de carbono simples como el pan blanco e inhibiendo la acumulación de grasa.

3. Te mantienen alerta

Si tu dieta baja en carbohidratos te hace sentir confuso, probablemente no es tu imaginación. Un estudio realizado con mujeres con sobrepeso que siguieron una dieta baja en carbohidratos llegó a la conclusión de que obtenían peores resultados en determinados tipos de tests de memoria después de una semana de dieta. Por el contrario, las participantes del estudio que siguieron una dieta baja en calorías con cantidades equilibradas de carbohidratos, proteínas y grasas no mostraron ningún signo de disminución de la memoria.

4. Son buenos para tu corazón

Consumir carbohidratos de grano entero puede reducir tus niveles de colesterol LDL (el malo) y aumenta los niveles de colesterol HDL (el bueno). Podemos obtener un beneficio similar si comemos mucha fibra soluble, que se encuentra en los alimentos ricos en carbohidratos como avena.

5. Son el mejor combustible para el entrenamiento

La sabiduría tradicional es cierta en este caso – los carbohidratos proporcionan a tu cuerpo una forma más disponible de combustible que las proteínas o las grasas. Es energía que se quema rápidamente, que puede convertirse en una mala noticia si te excedas en su consumo en la vida cotidiana, pero es una gran noticia cuando los consumes antes de un entrenamiento intenso. Varios estudios realizados a lo largo de los últimos años han vinculado las cantidades de carbohidratos almacenados en los músculos con la mejora del rendimiento atlético, mientras que estudios más recientes han demostrado que las personas con dietas bajas en carbohidratos son más propensas a sufrir fatiga y mareos durante un entrenamiento.

Fuente: ELLE Australia

Vía: ELLE AU