Nos cuidamos todo el año para estar en forma y sentirnos bien, pero es muy común que con el relax de las vacaciones cometamos algunos errores nutricionales que fastidien nuestros hábitos alimenticios. ¿Como consecuencia? Nos volvemos con algún kilo extra.

Tampoco se trata de no disfrutar del verano, pero sí de mantener cierto control sobre lo que comemos.

Para hacerlo bien, Laura Parada, nutricionista de Slow Life House, nos ofrece una serie de consejos que van a servirte, #palabraELLE.

1- Pide un plato principal: que sea completo a nivel nutricional, así evitarás pedir entrantes con innecesarios y consumir kilocalorías de más.

2- Ensaladas sí, pero sin aliñar: pide aparte el aceite y no eches más de una cucharada. Una pequeña ya tiene 50 kcal, para que veas...

3- Compensa los cócteles: cenando carne magra con verduras hipocalóricas. Estas bebidas son muy calóricas y tienen bastante azúcar.

4- Come sardinas: es uno de los alimentos más sanos que encontrarás en los chiringuitos de playa, bajas en calorías, saciantes y con ácidos grasos Omega.

5- Cuidado con el alcohol: es un estimulante del apetito, relégalo hasta el segundo plato. Si te apetece cerveza o vino, alterna con claras o tintos de verano sin refrescos azucarados, y sí con gaseosa 0%. Si tomas combinados, mézclalos con refrescos edulcorados.

6- Ojo a los smoothies playeros: además de fruta suelen añadirles nata o azúcar. Pensarás en ellos como una 'opción' sana, pero cuidado.

7- No confundas la sed con el hambre: las sensaciones son muy parecidas, así que hidrátate y bebe mucha agua.

8- Lleva snacks saludables a mano: como fruta fresca, frutos secos... Evitarás abusar de los helados del kiosco en cuanto te entre hambre.

9- No dejes de hacer deporte: a primera o última hora del día para evitar golpes de calor. Nada, juega a las palas, al voleibol, pasea mucho. Diviértete sin descuidar la forma.

Aunque estemos ya a mitad de verano, nunca es tarde si la dicha es buena. ¡Feliz verano!