Antes del láser es un requisito fundamental que la piel no esté bronceada en absoluto. “Al menos una semana antes no deben utilizarse cremas autobronceadoras, ya que van a modificar la penetración de la luz del láser en la piel. Y en verano, un mes antes de la sesión, se deben usar cremas de protección solar alta”, aconseja la experta en depilación láser Josefina Royo (www.iml.es).

Además, “el día previo al tratamiento no deben haberse utilizado cremas exfoliantes o con potencial irritante -por ejemplo antiacnéicos o cremas con retiniodes o alfa-hidroxiácidos-, para que la piel esté en condiciones normales de hidratación y mantenga su integridad”, añade la doctora. Y durante los dos o tres días posteriores al láser hay que mimar la piel, que estará levemente inflamada y discretamente irritada. “La aplicación de cremas hidratantes, calmantes y reparadoras tipo Aloe Vera, Dexpantenol y Caléndula pueden eliminar la sensación de calor y devolver a nuestra piel la normalidad más rápidamente”, según la Dra.Royo (IML, Madrid, tel. 917 02 46 27).

Algo más: la primera semana tras la sesión es imprescindible el uso de protección solar, y evitar la utlización de cremas exfoliantes, antiacnéicas y scrubs, que inducen una renovación acelerada de las capas superficiales de la piel.