Todas hemos sentido alguna vez que “tenemos” que bajar de peso. Acto seguido nos lanzamos a la dieta más nueva que nos promete vida de felicidad y dicha, perdemos peso, entramos en ansiedad y ganas de comernos la nevera entera, dejamos la dieta, volvemos a aumentar de peso, y así empezamos otro ciclo. La historia interminable.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado si esto está afectando más que solo tu número en la balanza, y tu salud mental? ¿Qué pasa con nuestro metabolismo y nuestra relación con la comida?

Es hora de ponernos reales, por eso te quiero contar las 6 razones principales por las que deberíamos abandonar las dietas de una vez por todas y abrazar un enfoque más saludable, coherente y compasivo hacia nuestro cuerpo y nuestra salud:

  1. 1. Metabolismo en llamas… pero no por lo que crees. Irónicamente, y contrario a lo que muchas creen, estar a dieta puede hacer que tu metabolismo deje de funcionar tan eficientemente, en lugar de acelerarlo. Tu cuerpo, en modo de "escasez", reduce la velocidad a la que quema calorías para conservar energía, lo que dificulta la pérdida de peso a largo plazo.

Parece chiste, pero es ciencia. Por eso cada vez que intentas perder peso otra vez, es más dificil.

  1. 0 control: Las dietas restrictivas nos llevan usualmente al ciclo de restricción y atracón, desencadenando, casi siempre, no solo en una relación tóxica con la comida, si no un aumento de peso en lugar de una pérdida. El efecto rebote que nadie quiere. De hecho, las dietas son uno de los factores de riesgos más grandes para desarrollar un trastorno alimentario.
  2. ¡Bye, bye, músculo!: Las dietas pueden hacer que pierdas no solo grasa, ¡sino tambiénmúsculo! Esto no solo afecta tu apariencia física, sino también tu metabolismo, porque el músculo necesita más energía (calorías) que la grasa en reposo.
  3. Hambre mental: Cuando eliminas ciertos alimentos, tu mente se obsesiona más con ellos. Terminas pensando constantemente en lo que no puedes comer, lo que nos lleva a una relación poco saludable con la comida y a atracones.
  4. Desequilibro hormonal: Las dietas afectan los niveles de hormonas como la leptina y la grelina, que son justamente las que regulan nuestra hambre y saciedad, lo que suele llevarnos a tener más hambre, menos saciedad, y a desregular el metabolismo.
  5. Reducción de nutrientes: Dependiendo de cuántos meses hagas la dieta, corres el riesgo de no obtener todos los nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente, lo que puede suele afectar tu metabolismo, pero también tu salud a largo plazo. Puedes empezar a sentirte más cansada, con irritabilidad, y como se debilita el sistema inmune, serás más propensa a enfermarte. Esto sin contar los efectos de salud a nivel mental y social.

Sé que una dietista-nutricionista que no cree en las dietas puede sentirse como algo rompedor, pero justamente después de ver a miles de mujeres perdiendo salud por hacer dieta, es que te puedo contar esto.

Una de esas miles soy yo también. He aprendido que las dietas no son la solución para alcanzar la salud y el bienestar, no solo por experiencia, si no por lo que dice la ciencia: El 95% de las personas que hacen dieta no la pueden seguir a largo plazo.

Vamos a dejar de lado las restricciones y empecemos abrazar un enfoque más coherente y real, como la alimentación intuitiva. La verdadera salud no se trata de números en la balanza, se trata de sentirte bien contigo en todos los aspectos de la vida, y con las dietas, eso no existe.