Nada nos haría pensar que este sería un perfume más de fresa de los muchos que hay en el mercado y que enloquecen a las niñas de 5 años. Ese olor intenso a gominola, a dulce, ese aroma que recuerda a nuestra adolescencia… y que nos hace huir despavoridas en la madurez. Pero ERROR: Strawberry Eau de Parfum, de la firma Malin+Goetz, sorprende, es inesperada e increíble. Y sí, huele a fresa.
Se trata de una fragancia de edición limitada que ha reinventado uno de los frutos rojos más golosos como jamás se hubiera imaginado. Es un perfume brillante y fresco, aunque puedas imaginar que podría echarte atrás ese olor dulce. Y es que esta explosión de olores desafía las normas y obliga, a la fuerza, a imaginar una nueva fresa.
Más que al fruto, el perfume representa el ciclo completo de una fresa, desde su floración al capillo pasando por los tonos verdes, blancos y llegando finalmente al intenso rojo fresco. Y todo esto lo han logrado desde la marca con una dinámica mezcla de notas frescas como la bergamota, la fresa mara y la pimienta rosa con otras más cálidas como los pétalos y la lactona de jazmín, verduras del bosque o la raíz de lirio. En el fondo, madera de cedro, musgo de roble y almizcle. Todo ello, una mezcla sin género que deja huella.
Una fresa fuera de lo común
La inspiración sí ha surgido de una fresa. Pero no una cualquiera, sino la joya blanca de Japón. Esta fresa es la que rompe todos los estereotipos sobre esta fruta común, con su exterior, de apariencia blanquecina e inmadura. Esto cabría esperar de ella un sabor ácido y agrio. Pero nada más lejos de la realidad. La fresa blanca de Japón es una de las variedades mas dulces de fresas que existen por su falta de antocianina, el compuesto que da acidez a la fruta.
La fragancia se une a la colección de perfumes frescos de la firma que capturan como ninguno los aromas de los jardines verdes y las hierbas brillantes del verano.
Precio: 88 €.
