Si ya teníamos más que interiorizado que el culo perfecto es el que tenemos, tal y como es, viene la ciencia a intentar desmontarnos los cimientos. Pero sólo a intentarlo, que quede claro.

El caso es que el tema en sí, es interesante cuanto menos. Y es que desde el Departamento de Psicología de la Universidad Metropolitana de Manchester, concretamente David A. Holmes, hace 10 años, consiguió formular una ecuación con la que evaluar de forma objetiva la calidad estética de un trasero femenino, en base a 6 parámetros que puntúan entre 1 y 5 y 1 y 4. Algo parecido a las proporciones áureas… pero en la parte de atrás.

a woman wearing underwear
Westend61

Pues bien, estos 6 parámetros son la forma del glúteo, el nivel de redondez, el grado de movimiento, la firmeza, la textura de la piel y la proporción entre la cadera y cintura. Estos parámetros, los nombró con letras y cada una, con una puntuación sobre unos valores:

S. La forma

La puntuación iría desde el 1 (el llamado culo de carpeta) hasta 5(la deseada forma de melocotón).

C. El nivel de redondez

La puntuación es en este caso, más baja para los cuadrados y la más alta, un 4 para los glúteos más respingones

B. El grado de movimiento

La puntuación va del 1 para los que tienen la consistencia de un flan al 5 para los que se mantienen estáticos.

F. La firmeza

En este caso, 4 es el máximo y corresponde a los glúteos más firmes.

T. La textura de la piel

La puntuación iría desde un 1 (piel de bebé) hasta el 5 para la piel más castigada por la celulitis.

V. La proporción entre la cadera y cintura

En este caso el 1 es para los que guardan una proporción de 0.7(cintura un 30% más estrecha que la cadera) y el 5 para aquellos que prácticamente miden lo mismo.

La puntuación máxima que se puede conseguir con esta ecuación es de 80 y sería logrando esto:

V=1

T=1

F=4

C=4

B=5

S=5

Y la fórmula en cuestión (porque sabemos que te mata la curiosidad tanto como a nosotras...)

(S+C) x (B+F) / T-V

a woman lying on a mat
miniseries

Por supuesto, para todo en esta vida ya hay inventada una solución. Y desde los centros de estética y firmas de cosmética, también. Desde el ácido hialurónico a los implantes de silicona, pasando por el ácido poliláctico de marcas como Lanluma, que actúa como un relleno dérmico bioestimulante que ayuda a producir colágeno nuevo y mejorar la firmeza, aumentar el volumen, redondear las formas de forma natural y rellenar las depresiones y zonas en las que haya que mejorar la proyección.

Aunque la verdad universal es que si hay algo seguro, es que el concepto de lo perfecto, nunca será perfecto.