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Seamos sinceros. A pesar de todas las buenas intenciones que tuviéramos, la inmensa mayoría ha caído (un año más) en algún que otro exceso con la comida o la bebida. Nutricionistas y médicos aseguran que nuestro organismo es muy sabio y que dispone de los mecanismos necesarios para eliminar por sí mismo las toxinas, pero después de unos días de tantas comidas copiosas y repletas de grasas, azúcares refinados y alcohol, cualquier ayuda es bien recibida. Pero tampoco hace falta ayunar durante días, ni gastar un dineral en zumos o batidos comerciales ni recurrir a alimentos extraños. Tenemos al alcance de nuestra mano múltiples frutas, verduras, hierbas y especias que pueden sernos de gran ayuda. Estas son, de hecho, la base de las recetas que te proponemos.
En general, se trata de incluir en la dieta alimentos y bebidas que contribuyan al buen funcionamiento de nuestros órganos depurativos como son los alimentos de sabor amargo que facilitan la digestión y el trabajo depurativo del hígado, alimentos diuréticos, agua y líquidos que ayuden a la eliminación de desechos por parte del riñón así como gran cantidad de fibra que garantice un buen tránsito intestinal.
CALDO DE VERDURAS CON GENJIBRE Y CÚRCUMA
Este caldo es ideal para consumirlo tal cual o para utilizarlo como base para tus sopas y guisos. En él a las propiedades depurativas de las verduras utilizadas (sobre todo del apio y el puerro), se suman las del perejil; el cual además de favorecer las digestiones, ayuda a aliviar la congestión de hígado y riñones.
PARA 4 L APROX.
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 4 dientes de ajo
- 3 chirivías
- 1 manojo de perejil
- 1/2 repollo
- 3 tallos de apio
- 1 trozo de jengibre fresco unos 7-8 cm
- 1 cucharada de cúrcuma molida
- Sal
Pela la cebolla, los ajos, las chirivías y el jengibre, y limpia el apio y el puerro. Trocéalo todo ello y colócalo en una cazuela grande con 3,5 l de agua y un poco de sal; deja que cueza a fuego lento y tapado durante 90 min. Justo antes de apagar el fuego, añade la cúrcuma. Retira las verduras y cuela el caldo pasándolo por un colador de malla fina. Si no vas a consumir todo el caldo en los siguientes días, puedes congelarlo.
CONSEJOS
No tires las verduras. Elimina el jengibre y el perejil y aprovéchalas para hacer unas hamburguesas vegetales o saltearlas con un poco de aceite y servirlas como guarnición.
En cuanto a la sal, cuanta menos uses mejor ya que favorece la retención de líquidos.
CREMA DE APIO Y PUERROS
Ambas hortalizas, además de dar mucho sabor a cualquier sopa o guiso, son muy diuréticas, lo que contribuye a eliminar toxinas y evitar la retención de líquidos.
PARA 4 PERSONAS
- 100 g de apio
- 300 g de puerros
- 1 cebolla mediana
- 1 patata pequeña
- Sal y pimienta
Pela la patata, limpia las verduras y trocea todas ellas. Cuécelas durante 20-25 min (o hasta que estén blandas) en una cazuela con agua y sal. Tritura hasta que quede una crema homogénea y sin grumos. Rectifica de sal si es necesario y añade una pizca de pimienta.
CONSEJOS:
Antes de triturar las verduras, retira parte del agua y vete añadiéndola de vuelta poco a poco hasta conseguir la textura que desees.
Para dar más sabor a la crema, puedes agregarle al final un poco de jengibre molido, miso blanco o levadura de cerveza.
BATIDO DE FRUTOS ROJOS
La gran ventaja de los smoothies o batidos frente a los zumos es que conservan la fibra de las verduras y frutas, lo que hace que sean más saciantes y que favorezcan el tránsito intestinal. Este de frutos rojos, además, te aportará una gran cantidad de antioxidantes.
PARA 2 SMOOTHIES
- 600 g de frutos rojos congelados
- 240 ml de yogur natural
- 240 de bebida vegetal o agua
Tan fácil como triturar todo ello con una batidora potente. Si queda demasiado espeso, añade un poco más de bebida vegetal.
CONSEJOS
Si quieres que el batido quede más cremoso, añádele 1/2-1 plátano. Y para enriquecerlo nutricionalmente (y de paso, que te llene más) puedes agregarle proteína en polvo de sabor neutro.
ZUMO DE POMELO Y GRANADA
Ambas frutas son diuréticos, pero el pomelo, además, activa la enzima glutation-S-transferasa que es necesaria para que el hígado elimine toxinas. Aprovecha que ahora ambas están en plena temporada.
PARA 4 VASOS
- 4 pomelos
- 4 granadas
- 2 naranjas
Exprime todas las frutas y mezcla los zumos. Cuélalo para eliminar cualquier resto de pulpa. Puedes añadirle un poco de agua, con o sin gas.
Reserva algunos granos enteros de la granada para decorar el zumo; también quedan bien unas rodajas de los cítricos.
CONSEJOS:
Exprimir la granada es más fácil de lo que te pueda parecer en un primer momento. Solo tienes que cortarla a la mitad de forma que la corona quede en uno de los extremos y exprimir luego cada mitad con un exprimidor de cítricos (manual o eléctrico) como harías con una naranja o un limón.
INFUSIÓN DE GENJIBRE Y CÚRCUMA
Es una forma deliciosa de incrementar el consumo de líquidos. Además, la cúrcuma aumenta el flujo de bilis y favorece la salud del hígado, el gran órgano depurativo. Mientras que el jengibre, por su parte, es conocido porque facilita las digestiones.
PARA 4-5 TAZAS
- 1 trozo grande de jengibre (de unos 15 cm de largo)
- 3 palitos de canela en rama
- 1 cucharadita de cúrcuma molida
- ½ cucharadita de pimienta de cayena (opcional)
- 6 limones
Exprime los limones y cuela el zumo. Pela el jengibre y córtalo en rodajas finas. Coloca el jengibre y 6 tazas de agua en una cazuela y ponlo a calentar; cuando rompa a hervir, baja el fuego y deja que cueza durante 10 min. Añade entonces la canela, la cúrcuma y la cayena y cuece a fuego lento durante otros 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Retira del fuego y cuélalo. Mézclalo con el zumo de limón.
CONSEJO
Este té tiene un sabor muy concentrado. Si prefieres una versión más suave, solo tienes que añadirle un poco de agua caliente.
Otras infusiones que también resultan muy depurativas son las de cola de caballo, diente de león, hibisco, boldo o el té verde.
PUDING DE CHÍA Y KIWI
La chía y los kiwis son ricos tanto en fibra soluble como insoluble, lo que ayuda tanto a mantenerte saciado durante más tiempo como a mejorar el tránsito intestinal.
PARA 4 PERSONAS
- 5 kiwis
- Un puñado de hojas de espinaca frescas
- 80 g de semillas de chía
- 200 ml de leche vegetal
Pela los kiwis, trocéalos y tritúralos junto con las espinacas previamente lavadas. Añade la leche y mezcla bien. Reparte la mezcla en 4 vasitos y déjalos reposar dentro de la nevera durante al menos 4 horas.
CONSEJOS
Si quieres endulzarlo un poco, puedes añadirle un par de dátiles, un chorrito de miel o un poco de eritritol.
Puedes servirlo tal cual o con un poco de yogur, kiwi (u otra fruta) troceada, granola, unos frutos secos o copos de coco.
UN EXTRA: AGUAS SABORIZADAS
El agua por sí sola ya ayuda a depurar pero beberla en suficiente cantidad no siempre es algo que nos apetezca. Una forma sencilla de que nos resulte más apetecible es añadirle frutas, verduras, hierbas, especias e incluso, flores que le dan sabor y color; cada uno puede elegir aquellas opciones que más le gusten.
Una combinación muy refrescante es la de pepino, lima y menta o albahaca. Y si prefieres algo más invernal, añádele manzana, jengibre y canela en rama. En este caso, deberás añadir al agua primero los trozos de jengibre y la canela y llevarla a ebullición para después dejarla infusionar; y ya una vez fría, añadir manzana troceada.
En general, para que el agua adquiera suficiente sabor es necesario dejarla infusionar durante unas 6 horas. Si se quiere un sabor suave, hay que cortar las frutas y hortalizas en trozos grandes; y si se prefiere un sabor más intenso, en trozos más pequeños. Dado que los cítricos se añaden con la cáscara, hay que tener cuidado en no excederse porque pueden amargar.
