El mundo del cacao está viviendo en los últimos años una auténtica revolución y de cumplirse las previsiones de los expertos, si ahora son las cafeterías de especialidad las que copan las ciudades, en breve lo serán los establecimientos centrados en el cacao artesano y en el chocolate de calidad. Gracias al impulso del “bean to bar” ya no basta con decidir si se quiere un chocolate más o menos espeso o acompañado de churros, porras o bizcochos; cuando hablamos de un cacao de especialidad también podemos considerar su procedencia, variedad, porcentaje de cacao…

Pero eso solo es el principio. Si en el caso del café podemos hablar de diferentes métodos de extracción, en el del chocolate caliente, existen tres formas de preparación: a la francesa (muy líquido), a la española (más denso) y a la suiza (con nata por encima). Además también es posible añadirle una gran variedad de aderezos, toppings o acompañantes para darle un extra de sabor y de textura y convertirlo así en una experiencia diferente cada vez que nos tomemos una taza.

chocolate caliente
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UN SABOR MÁS POTENTE

El sabor del chocolate es quizá uno de los que más adeptos tenga en todo el mundo, pero aún así hay muchas formas de resaltarlo, darle profundidad y hacer que brille aún más.

- ESPECIAS. En realidad, añadirle especias no es nada nuevo. En su origen, los aztecas ya acostumbraban a mezclar el cacao con especias picantes y una vez que Hernán Cortés lo trajo a España y dado que su característico sabor amargo no era del gusto de la nobleza de aquella época, lo mezclaron con azúcar, vainilla, nuez moscada, clavo y canela.

De manera general, al cacao le van bien todas aquellas especias que se utilizan habitualmente en repostería: canela, nuez moscada, cardamomo, jengibre, anís estrellado, clavo… Pero también hace muy buena pareja con la pimienta, el chile o la cayena ya que le aportan un toque picante que contrasta a las mil maravillas con el dulzor del chocolate.

chocolate con especias
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Estas especias puede añadirse al chocolate como punto final; usándolas molidas y espolvoreándolas por encima, o bien emplearlas enteras e infusionarlas previamente en la leche o directamente en la bebida ya preparada.

Y aunque no son especias, apuntar que añadirle una pizca de sal también ayuda a resaltar su sabor, mientras que con un chorrito de esencia de menta, se logra un sabor refrescante y delicioso.

- LICORES. Aquí las posibilidades también son enormes. Le va bien los licores de café, de caramelo o de almendra, los vinos dulces, el whisky o el ron.

- ENDULZANTES CON ALGO MÁS. Si en lugar de azúcar, utilizas miel, sirope de arce o de ágave, salsa de caramelo, dulce de leche o, por qué no, un poco de mermelada, de leche condensada o de crema de avellana y cacao, además de endulzarlo enriquecerás su sabor con diferentes matices. Pero siempre con cuidado de no excederse con la cantidad, no sea que al final nos quede un chocolate demasiado empalagoso.

- CREMA DE FRUTOS SECOS. De cacahuete, avellana, pistacho… Con o sin azúcar. Además de sabor, le aportará cremosidad. Añade una o dos cucharadas de tu crema preferida antes de servir y tómalo cuando esta esté a medio disolver.

- CÍTRICOS. Le dan al chocolate un contrapunto fresco y afrutado que te encantará. Lo más rápido y fácil es espolvorear el chocolate justo antes de servirlo con un poco de ralladura (lo más fina posible) del cítrico que elijas o de polvo de la cáscara o bien añadir un chorrito de zumo mientras lo preparas.

chocolate con cítricos
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Otra alternativa que lleva algo más de tiempo es infusionar previamente la leche o bebida vegetal que vayas a usar con un trozo de cáscara de naranja, limón…

LA MAGIA DE LOS TOPPINGS

Pensados para que floten en la superficie y/o se disuelvan en el chocolate, tienen el poder de transformar un chocolate caliente del montón en uno muy especial tanto en lo que se refiere al sabor como al aspecto, cuando no le dan un toque divertido y lúdico. Hay opciones súper atractivas y perfectas para estas fechas navideñas como colocar una mini casita de pan de jengibre en el borde de la taza, aunque tampoco hace falta complicarse tanto la vida porque hay muchas otras posibilidades, bastante más sencillas pero igual de efectivas.

- NUBES O MARSHMALLOWS. El topping por excelencia de los americanos. Lo aconsejable es huir de las nubes con colorante rosa y optar por las nubes en versión mini que suelen utilizarse en postres. Una recomendación, deja que se fundan un poco con el chocolate para que lo endulcen ligeramente.

chocolate con nubes
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- NATA MONTADA. Un clásico que nunca falla. Puedes optar por una textura más o menos densa e incluso darle también a esta un punto diferente añadiéndole alguna especia (vainilla, canela, jengibre, cardamomo…), ralladura de algún cítrico, un chorrito de licor o vino dulce, una pizca de café instantáneo molido, de cacao o de té matcha.

- BOMBAS DE CHOCOLATE. Se trata, en realidad, de “bolas sorpresa” con la esfera exterior elaborada con chocolate y en cuyo interior pueden contener mini nubes, chips de chocolate, trocitos de galleta…

chocolate bomb
Fascinadora / 500px

Pueden usarse para preparar el chocolate desde cero: se coloca la bomba de chocolate en una taza y se le va añadiendo por encima leche caliente; el chocolate irá derritiéndose poco a poco, dando sabor y color a la leche al tiempo que se libera el contenido de su interior. Aunque también pueden añadirse como un extra al chocolate una vez preparado, potenciando su sabor y textura.

- CUCHARAS Y REMOVEDORES. La esencia de las cucharas en el fondo es la misma que la de las bombas de chocolate. Se trata de cubrir la parte de la pala o del cacillo de una cuchara con chocolate derretido y espolvorear este, antes de que se solidifique de nuevo, con frutos secos picados, fideos de chocolate… de forma que al remover con ellas, el chocolate caliente que las recubre se derrita.

Pero además de cucharas, también se puede recurrir a bastones de caramelo, bombones de chocolates unidos a un palito… cuya gracia está en que o bien se derriten en la bebida o en que después de usarlos para removerla, te los puedes comer.

- CARAMELOS. Ya sean blandos como pueden ser unas gominolas o duros. En época navideña, en los países anglosajones son muy habituales los bastones de caramelo en tonos blancos, rojos y/o verdes que incorporan al chocolate enteros y a modo de removedor, o bien picados y espolvoreados por encima.

- EXTRA DE CHOCOLATE. ¿Qué mejor forma de potenciar el sabor de tu chocolate caliente que añadiéndole más chocolate? Puedes optar por agregar el chocolate picado o rallado, unos chips si quieres darle un punto más crujiente, u optar por el chocolate blanco para jugar con los contrastes.

chocolate caliente con chocolate
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- GALLETAS, FRUTOS SECOS, FIDEOS DE COLORES… Elegir uno u otro dependerá de tus gustos y también de la combinación de sabores, texturas y colores que quieras conseguir. La única condición es que si son demasiado grandes, los piques o trocees.

- FRUTA DESHIDRATADA. Pasas o arándanos, pero también rodajas de plátano, naranja. piña… También le va muy bien unos copos de coco deshidratado.

- HELADO. Un auténtico capricho en el que la estrella es el contraste de temperaturas.

chocolate caliente con helado
Dina Belenko Photography

¿POR QUÉ NO MONTAS UNA “HOT CHOCOLATE BOARD”?

La idea, como no, se popularizó a través de Instagram y es algo tan sencillo como hacer una gran cantidad de chocolate caliente y a parte, preparar una tabla del estilo de las de quesos o embutidos, pero a base de acompañantes y aderezos con los que completar y personalizar ese chocolate caliente. Si prefieres, en lugar de ceñirte al espacio de una tabla también puedes simplemente disponer los diferentes toppings a modo de “bar” sobre una mesa.