Este es el primer y único vino que tiene el título de finca calificada en la denominación de origen Montsant. Es de garnacha peluda y no es porque no se haya depilado. Es porque tú lo harás antes de abrirlo. Es uno de esos vinos con los que perder la virginidad a gastarte un billete verde (y que te devuelvan el cambio) nunca supo tan bien. Porque somos lo que comemos y lo que bebemos. No se trata, por desgracia, como el Santo Grial de la ópera de Parsifal, que te regale la vida eterna.

Cuesta encontrar la ocasión para abrir un buen vino pero recuerda que también puede hacer único uno de esos días que iba a pasar desapercibido. Sí, a veces hace falta esa mesa para dos que decía Paul Auster en Creí que mi padre era Dios para compartir mucho más que polifenoles, taninos y alcohol. Se convierte en la comunión espiritual, en la bebida totémica que te hace compartir un ritual especial. Y más si lo acompañas con un cordero al horno con el tomillo y el romero que acompaña esta viña tan especial.

El objetivo de la familia Domènech después de 20 añadas de este vino está claro. Ser testimonios de la grandeza de la naturaleza, tan fácil y tan difícil a la vez. Haciendo una cata vertical de sus añadas se nota el paso a foudres que provoca que la madera sea un maquillaje casi invisible. Nota al pie: la cata vertical es degustar diferentes añadas de un mismo vino. Lo sé, estás pensando que tú la harás horizontal. Aunque técnicamente sería catar vinos de este 2020 de la DO Montsant.

Vinyes Domènech Domènech Teixar Garnacha Peluda Montsant Crianza 75 cl

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Recuerda que esta denominación abraza en forma de croissant a la del Priorato y comparten el terroir de pizarra denominado “llicorella”. Apunta sus características aromáticas porque te parecerá que tengas un jardín en la copa: tomillo, romero, pino, violeta y enebro entre otros botánicos. Junto a la mora, la cereza y los arándanos con un profundo fondo fresca que combina los mentolados y los anisados. Su boca es cremosa y grácil, que equilibra la calidez de los quince grados de esta añada.

Un vino ideal para marcarte un tanto con cualquier friki del vino de viñas de más de 70 años (que se dice pronto) plantado en una viticultura heroica y en pendiente de 15 grados, acariciada por los vientos de Mestral y Llevant. Déjate envolver por esta viticultura ecológica y biodinámica y abraza esa ocasión para hacerla única. No dejes para mañana el vinazo que puedes compartir hoy. Coge el móvil y apunta: “si tu me invitas a cenar… yo llevo el vino y te invito a desayunar!”. Mensaje (en una botella) enviado.