Disfrutar de la comida no debería estar reñido con la alimentación sana y consciente. Por eso, la llegada de la freidora de aire a nuestras vidas ha supuesto un alivio para todos aquellos que amamos comer y experimentar sabores sin sacrificar por ello nuestra salud. Las croquetas son unas de esas recetas icónicas que tanto nos gusta devorar aunque no tienen la mejor calidad nutricional, y en este aspectoal cocinarlas en la airfryer mejoran bastante. Al no hacerlas en un baño de aceite, son mucho más saludables. Sin embargo, hay que pillarle el "truquillo" para hacerla en la freidora de aire y nosotros te vamos a contar cómo.

Salivas pensando en el ansiado momento. El bocado perfecto, la croqueta perfecta, cremosa por dentro, crujiente por fuera...Cuando (¡por fin!) vas a hincarle el diente, el interior de esta bolita de felicidad está tan frío y crudo que la magia se rompe. No desesperes, sabemos que hacer las croquetas en la airfryer conlleva sus riesgos, pero tenemos los tips definitivos para prepararlas BIEN en la freidora de aire y disfrutar del resultado como mereces.

Qué hay que tener en cuenta antes de cocinar

  • Modelo de freidora de aire: cada modelo puede tener tiempos y temperaturas diferentes, por lo que conocer bien la tuya es muy importante.
  • La cantidad de croquetas: dado que no podemos apilar una encima de otra porque no se harían bien, el número de croquetas es determinante a la hora de dejar espacio entre ellas y distribuirlas bien por toda la bandeja.
  • El tamaño de las croquetas: una croqueta pequeña se cocinará más rápidamente que una de mayor tamaño, por lo que es un aspecto a tener en cuenta.
  • Tipo de croquetas: congeladas o no, caseras o de súper...el tipo de croquetas que vamos a utilizar también influye en el producto final. A continuación, te explicamos cómo hacerlas dependiendo de la croqueta que hayamos elegido.
croquetas de jamón serrano
Cris Cantón

En función del tipo de croqueta que vayas a cocinar en tu 'air fryer', te recomendamos seguir unos pasos u otros.

Croquetas caseras recién hechas

    1. Precalienta la freidora de aire a 200 ºC.
    2. Una vez elaboradas las croquetas, colócalas todas en una bandeja de tal forma que ninguna quede sobre otra.
    3. Espolvorea sobre ellas un poquito de aceite de oliva (AOVE), preferiblemente en spray para no excederse.
    4. Dale vueltas a las croquetas para que se engrasen por todos lados.
    5. Introduce las croquetas en la freidora de aire y dejarlas durante 5-7 minutos a 200 ºC, dependiendo de lo doradas que te gusten. Siempre puedes volver a calentarlas unos minutitos más si te gustan más tostadas aún.
    6. Saca. Comprueba que están tan deliciosas como esperábamos.

    Croquetas caseras congeladas

    1. Igual que en el caso anterior, precalienta la freidora de aire a 200 ºC.
    2. Saca las croquetas del congelador, sigue todos los pasos previamente indicados: colócalas en una bandeja y embadurna con el aceite justo y necesario.
    3. Esta vez, déjalas en la freidora de aire durante 10 minutos a 200 ºC.

    Croquetas frescas de supermercado o carnicería

    1. De nuevo, espolvorea aceite sobre la bandeja, intentando que todos los lados de las croquetas tengan un mínimo de AOVE.
    2. Esta vez, programa la 'air fryer' entre 195 ºC y 200 ºC, durante 12-15 minutos, dependiendo de la temperatura que hayas puesto y tus propias referencias respecto al nivel de tostado.

    Al no ser excesivamente jugosas de por sí, esta temperatura va a ser la ideal para que queden tiernas por dentro y firmes y crujientes por fuera. Como a todos nos gustan, vaya.

    Croquetas congeladas de supermercado

    1. Esparce un poco de AOVE sobre las croquetas.
    2. Introduce en la freidora de aire y deja que se hagan durante 195 ºC o 200 ºC, durante 12-15 minutos.

    Sin embargo, aquí es esencial tener en cuenta el tipo de croqueta, pues no quedarán igual las de jamón que las de pollo o espinacas. Independientemente de la temperatura o el tiempo, la calidad de las croquetas será clave a la hora de conseguir un resultado tan suculento como el que esperamos. Una croqueta de baja calidad jamás conseguirá la textura deseada. ¿Esto significa que no hay forma de que una croqueta congelada de supermercado quede bien?

    Si a una croqueta de supermercado le hacemos un doble rebozado (pasándola de nuevo por huevo batido o harina) conseguiremos que la parte exterior quede más gruesa y proteja mejor la forma, evitando que se desfigure.