Las cosas buenas buscan comunicarse de manera más efectiva, y las más bellas también. Y es que, aunque la belleza tiene una parte que es subjetiva, lo cierto es que de una forma u otra todos nos vemos atraídos por ella, seducidos e inspirados. En este caso, que hablamos de espacios y de diseño de restaurantes, no se puede negar que la apuesta por la estética es cada vez más fuerte e incluso ella se ha convertido en un plus a la hora de elegir el lugar donde comer. Ya sea en una versión más castiza y tradicional, retro o contemporánea.

Así, elegimos espacios y cosas porque representan algo de nosotros o porque nosotros queremos representar algo a través de ellos. Y es que, como afirma el filósofo Peter Sloterdijk, la definición de un individuo es la definición de su entorno y de las esferas que habita. Y precisamente por esto el diseñador, al tiempo que diseña cosas, diseña mundos que luego serán percibidos de forma diferente por cada ojo que los mire para ayudar o deleitar a la gente. Así que, como nosotros nos queremos deleitar con la vista y con el gusto, elegimos sentarnos a la mesa de estos restaurantes.

Café de la March

Es, posiblemente, uno de los cafés más bonitos de Madrid, “escondido” en la planta subterránea de la Fundación Juan March. Este edificio fue diseñado por el arquitecto José Luis Picardo en el año 1975 y el lugar en el que se ubica la cafetería ha experimentado una renovación, pero ha mantenido el aspecto original de coctelería.

Su amplia terraza, en el Patio de Esculturas, tiene todas las papeletas para convertirse en el imprescindible de esta primavera-verano, donde comer, pero también leer, ya que guarda una amplia selección de libros que visten su Biblioteca -tiene servicio de autopréstamo y te puedes llevar hasta cinco títulos durante 30 días-. Aunque, si se prefiere una lectura más ligera, también es posible echar el rato ojeando prensa internacional como Le Monde, The New York Times o Frankfurter Allgemeine.

café de la march, madrid
Café de la March

La carta de interior y de terraza, como ocurre con la selección de libros, es diferente. Pero, sea donde sea, el must es su horario continuado, que ofrece la posibilidad de tomar algo durante todo el día. Así el festín va desde un desayuno con tortilla de patatas, tostadas y bowls; el menú del día con alitas de pollo con garbanzos o merluza en salsa verde con patatas a la importancia; una merienda a base de sándwich club o de bizcocho de arándanos con topping de mascarpone, fresas y frutos del bosque; hasta el brunch de los sábados.

C/ Castelló, 77.
Tel. 919 43 24 32

Gilda Haus

restaurante gilda haus, madrid
Germán Saiz

CODOO STUDIO, a cargo de los arquitectos Sergio Ortiz y José David Costa, firman este local con mucho rollo. Embellecen un lugar que lo es todo: bar de copas, taberna castiza, restaurante y club nocturno. Y precisamente por esto el desafío residía en dotar de vida a los diferentes espacios y que estos se fueran transformando a lo largo del día.

Aquí de nuevo la referencia era la década de los 70, la dolce vita madrileña y la obra de Gianfranco Frattini. “Un universo fresco y moderno, fetichista del terciopelo, el color, la luz y las geometrías puras. Una propuesta disruptiva en la que la luz, los espejos y los reflejos de elementos metálicos como el acero, rompen la calidez del color y suavidad de materiales como el terciopelo”.

Lo apuestan todo al color naranja (“el color es la vida”, dice Matali Crasset) que se complementa con toques en azul eléctrico. La influencia de David Lynch es indudable y se percibe en la teatralización del espacio que se diseña como si fuera un plató con las luminarias espejadas y dos grandes techos a modo de “machine à illuminer”.

restaurante gilda haus, madrid
Germán Saiz

Es un refrigerio club con buenos cócteles diseñados por Marrufo y tiene picoteo fino con propuestas fáciles y selectas. Amplísima variedad de gildas (por eso el nombre y por eso están detrás Yajaira y Cristina, de La Gildería), y también de sándwiches: pastrami, salsa de la Haus y pepinillo o de bonito con mayonesa, encurtidos y queso cheddar fundido. Además, tienen anchoas sobre un pan brioche con mantequilla y, de postre, ‘tigretón’. Como ellas afirman, Gilda Haus habría sido el lugar de referencia de Don Draper para tomarse un Old Fashioned y unas gildas. El aperitivo nunca habrá sido tan largo.

C/ San Mateo, 6.
Tel.

Ikigai Velázquez

restaurante japonéss, ikigai velázquez, madrid
Ikigai Velázquez

En este mismo espacio estuvo ubicado durante 39 años Rugantino, un emblemático restaurante italiano perteneciente al grupo Vips. Hoy se conserva la arquitectura que realizó hace más de 30 años Noldi Schreck (fue quien ideó Puerto Banús) con la que quiso trasladar al visitante hasta el Nueva York de los años 80. Y realmente da el pego porque, aunque esté en la planta subterránea, tras la pequeña barra de sushi se intuye (entre estores) el horizonte de rascacielos iluminados durante una noche cualquiera, de cualquier década, observada desde una azotea. Después, mucha curva sexy que forma techos y paredes abovedados para acoger y animar a la confidencia.

Cousi Interiorismo lo ha vestido con lámparas de los 80, moqueta en tonos beige y negro que le da un toque muy elegante -y que pide a gritos descalzarse y bailar-, estanterías llenas de libros y hornacinas en las paredes. Pero, antes de llegar a esta sala, es necesario bajar unas escaleras curvas a través de una oscuridad en la que se reflejan sutiles luces proyectadas para después abrirse, como si se tratara de lo que los sintoístas llaman el “ten” (cielo, paraíso), la amplia estancia principal.

restaurante japonéss, ikigai velázquez, madrid
Ikigai Velázquez

Yong Wu Nagahira que comenzó su aventura como propietario en Ikigai Flor Baja, ofrece lo que es él: cocina japonesa, pero, a la vez, de muchos otros países -el chef nació en Paris, viene de familia asiática y es habitante de Madrid-. Porque tiene algo de española, de francesa, de tailandesa o incluso de mexicana. En este segundo proyecto, abierto en 2022, ha continuado con la travesía más allá de las fronteras que le lleva hasta una innovación culinaria de corte muy personal.

Así lo representan la impresionante korokke, una croqueta japonesa de puré Robuchon abrigada por una lámina de cecina de Wagyu, la gyoza de gamba blanca y papada con emulsión de sus propias cabezas al más puro estilo surf&turf, el gunkan de té verde, whisky japonés, ikura y yema de codorniz que se deshace en la boca o el nigiri de vieira con foie, salsa de anguilas, sal maldon y huevo hilado.

C/ Velázquez, 136.
Tel. 910 88 82 00

Leña Madrid

restaurante leña madrid, del chef dani garcía
Leña Madrid

Detrás está el estudio Astet, que firma también el interiorismo de su hermano en Marbella, nombrado el más bonito del mundo en 2021 por Restaurant & Bar Design Awards. Sus fundadores, Óscar y Ala, se caracterizan por buscar siempre el equilibrio entre la simplicidad y la complejidad para crear espacios con fuerte personalidad. Y aquí lo han conseguido utilizando el negro azabache en paredes, techos, suelos y mobiliario. Un color que remite al fuego y a las brasas, a la esencia primitiva del ahumado, de la piedra y de la madera. Madera de fresno teñido que se exhibe especialmente en el techo, con esas líneas sinuosas e iluminadas que representan las anillas de un tronco.

Así, con este contraste entre la luz y la oscuridad, se transmite la belleza de lo que los japoneses describen como ‘utsuroi’; porque sin la sombra, la luz no sería tan especial. Esta idea de la relación entre los opuestos se percibe ya desde la entrada, que es una bajada débilmente iluminada por una luz indirecta que surge de los escalones. En el baño, todo lo contrario: la luz deslumbrante.

Concebido como una gruta del oro, las cabinas de aseo se van abriendo a través de un largo pasillo flanqueado por hileras de puertas forradas con latón. Sin olvidarse del impresionante lavabo excavado en piedra.

restaurante leña madrid, del chef dani garcía
Leña Madrid

El humo también está en los platos y es un elemento más de la cocina que marca el pescado, la verdura, el marisco o la carne. Así, la carta está centrada en la materia prima con ese toque internacional tan Dani García que es consecuencia de los viajes por el mundo del cocinero. Para entenderlo, es imprescindible probar el aguacate de Málaga a la brasa, las croquetas de pollo asado, el pretzel de ternera ahumada y, por supuesto, la Burger con salsa bull “que le dio sentido a todo”. Y, si hay ganas y hueco: tarta di rose de postre. Dentro de Leña está Smoked House, la versión más gastronómica con capacidad para 14 personas donde disfrutar de un ‘fire omakase’ desde la magia de la barra.

Pº de la Castellana, 57. (Hotel Hyatt Regency Hesperia Madrid)
Tel. 911 08 55 66

Luzi Bombón

restaurante luzi bombón, madrid
Luzi Bombón

Amplitud, ventanales que se abren del suelo al techo y que aportan una luminosidad imponente. Líneas rectas, puras, maderas nórdicas y textiles que crean un ambiente acogedor. Esa es la estética de Luzi Bombón, que fue conceptualizada por Tomás Tarruella y diseñada por el estudio de Sandra Tarruella. El restaurante siempre mantiene a la vista su terraza-jardín que da a la Castellana y que, resguardada por el verde, tiene la mejor perspectiva de la arteria de la ciudad.

Aquí se mira al suelo, que destaca por su variedad (desde moquetas hasta cemento pulido) y al cielo, porque el techo, al estar revestido con fieltro, mejora la acústica mientras que en áreas con techos más bajos se emplea un material reflectante para crear sensación de amplitud. Luego, las sillas, el mobiliario y las lámparas de diseño de los años 50 completan la atmósfera del lugar.

restaurante luzi bombón, madrid
Luzi Bombón

Es famosísima su barra fría con patas de cangrejo real -que se puede pedir en formato tapa o la pata entera-, ostras y otros productos de mar. Luego, como es habitual en todos los proyectos del Grupo Tragaluz, las influencias italiana y mediterránea son indudables: tagliatelle con trufa y parmesano, linguini con gamba roja, bisque de marisco y pomodoro, agridulce de berenjena o bikini de sobrasada, queso Mahón y miel de trufa. La fideuá de pato, seta shimeji y tirabeque es muy recomendable.

C/ Castellana, 35.
Tel. 917 02 27 36

Manifesto 13

restaurante manifesto 13, madrid
Manifesto 13

Aquí lo hacen todo “al modo suo”, es decir, siguiendo el estilo de los antiguos comercios que los italianos abrieron en Estados Unidos, pero, sobre todo en Nueva York. Lugares en los que siempre había buena comida, vino, historias de los antepasados que habían dejado en Italia, gestos con las manos que cortaban el aire y el ruido de la gran ciudad de fondo.

En el plano decorativo en Manifesto 13 todo esto se ha plasmado con un local desnudo de todo ornamento cuya estructura vista es de hormigón. También con grandes ventanales de hierro con cuarterones que amplifican el espacio.

restaurante manifesto 13, madrid
Manifesto 13
restaurante manifesto 13, madrid
Manifesto 13

Luego, muchos detalles, como la gran estantería de madera -que pertenece a los dueños del local- decorada con vinilos, libros, juegos de mesa y adornos; el suelo original; el mobiliario y las lámparas diseñados a medida por el estudio de Marta Banus; la mesa comunal de la planta baja situada junto al obrador de pasta y la vinoteca; o la cocina vista que aporta esa sensación tan familiar que caracteriza cualquier casa italiana. Además, la iluminación tiene un protagonismo indiscutible porque se va regulando a lo largo del día para crear distintas escenas.

¿Qué se come aquí? Una comida que gusta a todos, plagada de Mediterráneo -rigatoni alla genovese o tagliolini aglio, olio e peperoncino, chirlas y bottarga-, de Adriático -escabeche de bacalao in saor- y de interior -pan con ragú de longaniza y pecorino o aguja de cerdo alla milanese con salsa pizzaiola-. Los domingos son de quimba porque durante todo el día ofrecen una carta rotativa de vinos de pequeñas producciones y naturales, sours especiales, snacks y buena música.

C/ Hartzenbusch, 12.
Tel. 649 83 45 02