Que a nadie le amarga un dulce, ya lo sabíamos, y que de entre todos ellos el cacao es el rey, también. Lo que a lo mejor no sabes es que este alimento con “superpoderes” antioxidantes acaba de ser incluido en la base de la pirámide de la dieta mediterránea específicamente enfocada a niños y jóvenes.

“Durante la infancia el organismo no genera suficientes sustancias con capacidad antioxidante, con lo cual deben aportarse en el marco de una alimentación adecuada”, apunta Javier Fontecha, investigador científico del CSIC en el Instituto de Investigación en Alimentos (CIAL) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

En la base de la pirámide

Por eso, ahora el cacao natural se incluye en la categoría de nuevos alimentos de esta pirámide. “El cacao natural es uno de los alimentos con mayor capacidad antioxidante gracias a su alto contenido en polifenoles, entre 10 mg y 50 mg por gramo (mayor concentración que el té o los arándanos).

“Esto se traduce en un potente efecto antiinflamatorio que podría ayudar a prevenir y/o retrasar la aparición de numerosas enfermedades crónicas y ayudar a mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje de los niños y adolescentes”, según Ramón Estruch (blog.hospitalclinic.org/es/tag/ramon-estruch-es/), presidente del Congreso de la Dieta Mediterránea, consultor sénior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic y Profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.

Mejora la concentración y la memoria

El efecto beneficioso más conocido del cacao natural es el cardiovascular, pero en el último Congreso de la Dieta Mediterránea, celebrado en Barcelona, los expertos han rebelado sus efectos sobre el sistema cognitivo, sobre todo en los niños y adolescentes. Según Sonia de Pascual-Teresa, científica titular del Dpto. de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “tomar cacao natural en la infancia puede ayudar a prevenir problemas neurológicos en la edad adulta gracias a este aporte de polifenoles, además de los beneficios que tiene de forma inmediata a nivel de rendimiento cognitivo”.

Un tipo concreto de polifenoles, los flavanoles, son los responsables de este efecto beneficioso. “Dilatan las arterias y aumentan la cantidad de sangre que llega al cerebro, mejorando por tanto el rendimiento mental”, según la doctora Pascual-Teresa. Existen evidencias científicas al respecto: según un estudio de la Universidad de l’Aquila (Italia), las personas que toman cacao natural a diario muestran mayor capacidad de atención y un procesamiento más rápido de la información.

Y las conclusiones de un trabajo de la South Australia University han demostrado que consumir cacao natural, al menos una vez por semana, mejora la concentración, los procesos mentales y la memoria a corto y a largo plazo.

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¿Cómo consumirlo?

Según los expertos, la mejor manera de aprovechar los efectos beneficiosos de los polifenoles del cacao natural sobre el sistema cognitivo es tomándolo en forma de cacao soluble, disuelto en leche o agua. Un trabajo de la Universidad de Barcelona ya mostró que el cacao soluble aporta la mitad de la cantidad de antioxidantes recomendada en los niños.

Por su parte, Javier Fotecha señala que además de la capacidad antioxidante de los polifenoles del cacao, con la incorporación de los lácteos a la dieta aportamos prácticamente todos los nutrientes que garantizan un crecimiento y desarrollo óptimos: carbohidratos, proteínas de elevado valor biológico, grasas, vitaminas A, B2, B12 y D y minerales, principalmente calcio y fósforo pero también magnesio, potasio y zinc. “El vaso de leche con cacao de toda la vida en el desayuno, la merienda o por la noche es ideal”, según el doctor Fontecha.