Rodolfo Dordoni. El lujo tranquilo
Elegancia serena y extraordinaria calidad marcan las colecciones que el milanés diseña para la firma Minotti, de la que es director artístico desde hace 20 años, un "matrimonio" estable con mucho futuro.
Altísimo, delgado y vestido de gris, Rodolfo Dordoni llegó a la tienda de Minotti en Madrid como invitado estrella de un triple aniversario. Esa tarde había mucho que celebrar: los 15 años del espacio madrileño de la firma italiana, fundado por el interiorista Diego Rodríguez, los 70 años de esta compañía creada por Alberto Minotti en 1948, y los 20 años desde que Dordoni asumiera su dirección artística tras ser fichado por Roberto y Renato Minotti, la segunda generación de una empresa familiar de mobiliario que se ha convertido en una marca global, sinónimo de lujo y del Made in Italy.
Describa en pocas palabras el ADN de Minotti.
La calidad, un obsesivo sentido de la calidad. Ésta es su identidad de marca y es lo primero que tomo en cuenta cuando diseño un producto. También el sentido de las proporciones, el sentido del equilibrio...
¿Qué es el lujo realmente para usted?
El lujo es el silencio. Lo chillón no es lujo. Lujo es una referencia peligrosa, porque si no hay equilibrio, puede caer en el mal gusto, la arrogancia, la ostentación...
Además de su trabajo, ¿qué cosas le apasionan?
Me encanta el arte. En mi apartamento en Milán tengo obras de Fausto Melotti, Dan Flavin, Peter Halley, Francesco Vezzoli, Tremlett... ¡Me gasto todo el dinero en arte y mi casa se va haciendo pequeña... jajaja!
¿Cuál son su principal cualidad y su mayor defecto?
Soy difícil. Ésta es mi mayor cualidad, pero también mi peor defecto. Soy muy exigente conmigo mismo y con los demás. Cuando es hacia otras personas, lo considero un defecto, pero si es dirigido a mí, es la mejor actitud.
Dígame un sueño que le gustaría hacer realidad.
Vivir 200 años. Y tocar un instrumento: piano, violín...
¿Cuál fue la última compra que disfrutó?
Un Range Rover verde oscuro que tengo desde septiembre. La próxima será un cachorro, un drahthaar (braco) alemán. Perdí a mi perro Roco hace cuatro años, y ha sido difícil quitarlo de mi mente y de mi corazón. Siento que ahora sí estoy preparado para tener otro.
¿Cuál es para usted el mayor placer?
Emocionarme. Soy un poco duro. Y cuando mesiento emocionado, soy feliz. Puede ser con el arte, con mi cachorro, en una cena con amigos... •
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