Escuchar hablar a Ana Morales sobre su trabajo es algo que podría hacer durante horas. La bailaora flamenca tiene una forma muy especial de comunicar lo que le sale de las entrañas, o "de la barriga", como ella dice. A sus 41 años tiene una fuerza bailando que nos deja a todos temblando, puede que este sea uno de los motivos por los que puede presumir de ser Premio Nacional de Danza 2022.
Nació en Barcelona en 1982, de padre sevillano y madre melillense y se fue con 16 años a Sevilla becada por la Compañía Andaluza de Danza. El baile es arte, disciplina, horas, ensayos... Por lo que estar fuerte y tener una buena conciencia del cuerpo es clave. Crear un espectáculo requiere de mucha inspiración y Ana nos cuenta que la suya viene de los que le rodean. La forma de bailar de cada uno es algo muy personal, que se construye con el tiempo y que va más allá de los movimientos, y esto nos lo cuenta perfectamente la bailaora.
Ahora, tras llegar a uno de los momentos más importantes de su carrera le preguntamos, ¿Qué te hubiera gustado saber?, ¿Qué consejos les das a los que te ven como fuente de inspiración?
Además de bailaora, Ana Morales es coreógrafa, ha firmado siete espectáculos que han sido premiados en diferentes festivales. Bailar es un arte, pero crear también. La inspiración juega un papel fundamental en el éxito de estas obras y si no llega, hay que salir a buscarla. "En otros artistas, evidentemente. En el mundo de la danza, también, que no sea solo del flamenco", nos cuenta la bailaora que es importante abrir el flamenco y encontrar otra visión.
Como ella dice, "hablar de uno siempre es complejo" pero no podíamos evitar preguntarle sobre la percepción que tiene ella misma sobre su baile. "¿Cómo baila Ana?", más allá del movimiento. Ella, que continúa la respuesta en tercera persona, nos asegura que Ana ha llegado a un punto en el que baila desde el interior hacia fuera. "Deja que su cuerpo exprese de la manera que encuentre más libre".
La fuerza que vemos en el escenario y en cada interpretación de la bailaora no es casual. Además de las horas de ensayo en el estudio, el cuerpo necesita coger fondo para dar el cien por cien, por eso, el entrenamiento complementario es tan importante. La natación es parte de su vida, "nosotros trabajamos con el cuerpo y el cuerpo hay que cultivarlo". Reconoce que la genética le favorece pero que el trabajo es evidente, combinado además con una buena nutrición, "disfruto de la comida pero siempre desde un punto de vista saludable".
Siempre nos enseñan a aprender del pasado, disfrutar del presente y preparar el futuro. De sus inicios reconoce que le hubiera gustado que le aconsejaran que siguiera más su intuición, por eso tiene claro que lo que le diría a todos aquellos para los que ella es una inspiración. "Que disfruten de las cosas pequeñas, del camino, que no busquen el final. El final es una utopía que te nubla todo lo bonito que tiene el compartir con toda la gente de la profesión". Consejo que podemos aplicar en cualquier ámbito de la vida.
Tiene mucho que contar, no te pierdas todo lo que hemos hablado con ella... ¡dale al play!
*En el vídeo, Ana Morales lleva top y falda de Cortana y pendientes de Zara. / Mantón de D Pertiñez.
