• 20 frases feministas de mujeres famosas para empoderarte

Apunta otra cosa más a la lista de cosas que se te escapan. Aunque te recomendamos que prestes atención a esto, porque te afecta directamente. Y si tienes hijas adolescentes, pon todos tus sentidos aquí un momento.

Tik Tok vuelve a ser el foco de todo: las "pick me girls”, son virales. Y eso significa que tenemos un problema social que nos afecta a TODOS.

Empecemos por clarificar conceptos. ¿Quiénes son unas y otras? Comencemos por las primeras. Las pick me girls fueron las primeras en viralizarse a través de los vídeos en la red social.

Una "pick me girl" es aquella mujer que considera que mientras que otras mujeres son demasiado femeninas, cursis o dramáticas, ella, por supuesto, se ve diferente. Su lema es ser diferente y por esa razón, busca ser “elegida” (pick me, elígeme), por los hombres. El término no es nuevo, pues ya lo adoptó Ellen Pompeo en Anatomía de Grey, pero ahora se ha recuperado para algo bastante escabroso.

Cuando lo veas en un vídeo, sin duda, lo entenderás mejor.

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Estas pick me girls de repente, dominan TikTok y sus videos alcanzan hasta los diez mil millones de vistas. Entre otras características que han adoptado está el interés por el fútbol, bromear sobre las chicas femeninas, beber whiskey y casi sentir alergia por el color rosa, los vestidos o el maquillaje.

Absurdo, ¿verdad? Pues espera, porque ahora viene la otra parte: las anti pick me girls.

Nada en esta historia tiene un buen fondo. Que la contratendencia a las pick me esté ahora al alza, preocupa. Y el motivo es claro: aunque tener una contra narrativa no es malo, lo preocupante es que esa contra narrativa ataca directamente a otras mujeres con el objetivo de derribarlas. Esta es la problemática actual en la red social.

¿Cómo identificar a una anti pick me? Sabrás que estás ante una de ellas cuando veas que en sus vídeos pone énfasis en que ella NO ES UNA PICK ME. Es decir, lleva al extremo esa adopción de comportamientos masculinos de las pick me girls, burlándose igual que hacían las primeras en sus vídeos, pero al revés.

Sin embargo, al hacerlo, también están denigrando a otras mujeres. Tanto unas como otras. Pues además, no son sutiles y lo peor, actúan desde el feminismo, en vano. Feminismo no es derribar a la otra. Feminismo no es criticar a otra mujer por su ropa o su maquillaje. Tampoco por su actitud o sus palabras. El feminismo no es nada de esto.

Así que sin duda, nos plantamos ante un gran problema: tenemos una generación de jóvenes adolescentes en las que el mensaje del feminismo, no ha calado. No ha llegado bien. Cuyo fin, se ha perdido por el camino.

Explica la Doctora Christina Riley, profesora de estudios críticos sobre raza, género y cultura en la American University para ELLE Holanda, que “las expectativas patriarcales sobre las mujeres nos enseñan que el valor de una mujer se basa en su capacidad para atraer a un hombre, y así se convierte en un 'objeto' del deseo masculino. Por lo tanto, muchas mujeres cis-heterosexuales internalizan comportamientos y puntos de vista que creen que los hombres encuentran atractivos”.

"Siempre me resulta sospechoso cuando una tendencia culpa del sexismo a las mujeres”, compartía Madeline Webster con Jezebel.

Todas sabemos lo que duele sentirse atacada o herida por otra mujer. Y tal y como añadía Webster, “eso puede doler más que las formas en que los hombres nos lastiman, porque esperamos eso de los hombres".

Estas perspectivas patriarcales son reflejos de creencias inconscientes que dominan el mundo


El uso de etiquetas es un tema a parte. Sí, vivimos en un mundo en el que si no tienes una etiqueta para identificarte dentro de un grupo social, te invade la angustia. Sin embargo, estos términos (que no son más que etiquetas), son nuevas formas de denigrarnos entre nosotras. Y lo que es peor, abre la puerta al ciberacoso de todas estas mujeres, que además son jóvenes y vulnerables.

pick me girls
courtesy of Press Office

Nosotras, que te contamos a diario lo mucho que nos gusta el corte bob, los vestidos de verano o que nos encanta pintarnos las uñas con todas las tendencias, también somos -a ojos de toda esta generación en Tik Tok-, buen objetivo para uno de esos vídeos de burla de las Pick me girls, por ejemplo.

Pero cuidado, porque no es una simple etiqueta, sino una nueva forma de misoginia reciclada y encubierta en los términos “cool” que las redes sociales se inventan una y otra vez, que quedan bien como hashtags. Toxicidad new age que sigue perpetrando el control patriarcal.

“Estas perspectivas patriarcales son reflejos de creencias inconscientes que dominan el mundo”, añadía Riley en ELLE Holanda.

Así que sí, te entendemos: se nos escapa. Pero tenemos la responsabilidad de reconducir la situación y parar lo que se considera una involución, como es esta bola tan grande que, una vez más, han creado las redes sociales.