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¿Qué tienen las series de médicos para que, según se estrena, lo normal es que acabe arrasando? Da igual que fuera en la época de las generalistas o ahora con las plataformas, las series que tienen a médicos o médicas como protagonistas, que transcurren en hospitales o centros de salud siempre tienen el favor del público.
Desde luego el entorno sanitario da mucho de sí para construir historias apasionantes. No solo la de los pacientes y sus familiares, sino también las de los trabajadores: sus angustias, el estrés de salvar vidas, la relación entre ellos, las horas que se pasan en las urgencias, la familia que acaban constituyendo...
Muchas series de médicos han sido emblemáticas en la historia de la televisión. Por ejemplo, las clásicas 'Urgencias', 'Hospital General' (que en EE.UU. empezó en 1963), 'Mash', 'Médico de familia' en España y, cómo no, 'Anatomía de Grey', la serie de médicos más duradera de la historia, que va por la temporada 20 en Disney+.
Ahora, si entramos a discutir cuál es la mejor serie de médicos de la historia, la de más calidad, en nuestra opinión estaría entre dos: 'Esto te va a doler', la serie de Movistar Plus+ con Ben Whishaw ('A very English scandal') y Ambika Mod ('Siempre el mismo día') y 'House', la maravillosa serie protagonizada por Hugh Laurie que ha llegado hace apenas unas semanas a Netflix.
Y según ha llegado, no se baja del top de lo más visto. No nos extraña, porque su calidad es brutal: en IMDb, las ocho temporadas (se emitió entre 2004 y 2012) reciben nada menos que un 8,7, mientras que en Rotten Tomatoes la puntuación media es del 96%. Y en esta ocasión, no se equivocan ni el uno ni el otro: es una serie sobresaliente.
Lo más interesante de House (desarrollada por la cadena Fox y creada por David Shore, el showrunner de 'Ley y orden', 'The Good Doctor' o 'Battle Creek) es que fusiona lo mejor del género médico con lo mejor del género policíaco de series como 'CSI'. Cada episodio es un caso en el que los protagonistas 'investigan' para lograr un diagnóstico y un tratamiento para el paciente, que en cada episodio van presentando síntomas más raros.
Lo curioso es que Shore acertó dándole más importancia al desarrollo del protagonista que a la resolución del caso médico. El personaje de 'House' es uno de los grandes de la historia de la televisión, un tipo cojo, malhumorado, solitario, al que le cuesta establecer relaciones personales y que parece un sociópata que disfruta tratando mal a su equipo.
El actor británico Hugh Laurie, un veterano de la comedia en su país y al que he habrás visto en películas como 'Los amigos de Peter' o 'Stuart Little' fue la elección perfecta para encarnarlo. De hecho, Laurie fue nominado seis veces al Emmy al Mejor actor en serie dramática por su papel en 'House'. Como curiosidad, digamos que el padre del intérprete era médico, así que la profesión la llevaba 'en la sangre'.
House sería un Sherlock Holmes del hospital, el Princeton Plainsboro Teaching Hospital de Nueva Jersey. Para ello, cuenta con un equipo de jóvenes médicos residentes: el doctor Robert Chase (Jesse Spencer), la doctora Allison Cameron (Jennifer Morrison) y el doctor Eric Foreman (Omar Epps).
Los jóvenes hacen contraste con los veteranos: la sufrida directora del hospital, Lisa Cuddy (Lisa Edelstein), de la que House está enamorado pero no quiere formalizar la relación, y el oncólogo James Wilson (Robert Sean Leonard), un hombre amable y mejor amigo de House que siempre está para suavizar broncas y mejorar el carácter de su amigo.
Son ocho temporadas de más de 20 episodios de unos 45 minutos de duración, pero a) se pasan volando y b) puedes coger capítulos al azar, no hace falta que te los veas seguidos (si quieres seguir cómo evoluciona la relación entre los médicos, no te quedará otra que ir en orden cronológico. Eso sí, te garantizo que es de calidad, adictiva y apasionante.
