El peso de María Pedraza y de Berta Vázquez se ha convertido en el inesperado protagonista de la gala de los premios Goya, pues las redes sociales han estimado una vez más oportuno convertir la silueta de las mujeres en objeto de debate. Por más que celebremos el apoyo que las actrices han recibido por parte de muchos usuarios, que han comprendido lo dañino que resulta opinar sobre el peso de terceras personas, lo consecuente sería desvincularnos de una cultura que nos incita a valorar más la figura de las celebridades que su trabajo.

berta vázquez goya
Juan Naharro Gimenez//Getty Images
Berta Vázquez.

Tampoco tendríamos que hablar ahora de Berta como de la abanderada del ‘body positivism', pues la actriz simplemente ha posado en la alfombra roja, y esperar de ella un discurso sobre la autoaceptación sin haber impuesto cambios estructurales en una sociedad eminentemente gordófoba es peligroso. También tendríamos que valorar qué tipo de siluetas hemos estado observando durante décadas para que la talla de una actriz se convierta en motivo de debate, pues por más que aseguremos que la alfombra roja lucha por la diversidad, si tan solo contamos con un par de ejemplos no normativos en cada evento… ¿Estamos realmente abrazando la inclusión o estamos convirtiendo a quienes se salen de la norma en dianas?

"Lo que le ha pasado a Berta refuerza el mensaje que ya recibimos: el cuerpo es lo más importante"

“Las actrices están expuestas constantemente y se las mira con lupa, por lo que el mensaje que nos llega, especialmente de cara a la mujer, es que cuando el físico cambia, eso es lo relevante. Se hace noticia del tema del cuerpo, que es donde se deposita la validez. Lo que le ha pasado a Berta refuerza el mensaje que ya recibimos siempre: el cuerpo es lo más importante cuando eres mujer”, explica Blanca Torrado psicóloga de Espacio Psiconutricion.

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En enero la actriz subió un divertido vídeo a sus redes sociales en el que bailaba un tema de Marc Anthony enfundada en unos shorts y una camiseta básica. Fue entonces cuando las redes sociales señalaron su peso, y el que sea posible que por aquel entonces la actriz ya supiera que iba a ser una de las encargadas de presentar un premio en los Goya hace a la psicóloga plantearse si quizás, en realidad subió el vídeo antes para minimizar el impacto. “Posiblemente al pisar la alfombra roja ya intuía lo que iba a pasar. En consulta veo a muchas personas que dejan de ir a la playa, no quedan con amigos o no acuden a determinados eventos porque han cambiado de peso. El caso de la actriz es mucho más intenso al estar más expuesta. El peso de alguien no es un tema de opinión, y demuestra que el valor sigue estando en la actualidad centrado en la estética. Por más que cada vez haya una aparente diversidad creciente, seguimos en una sociedad tendente a la gordofobia y con mucha hipocresía, porque a la hora de la verdad, el mundo es más fácil para quienes encajan en los cánones”, dice Blanca Torrado.

"Me preocupó fue la forma en la que la gente decidió que podía hablar abiertamente de mi peso"

La guionista, directora y productora estadounidense Shonda Rhimes publicó una newsletter sobre su pérdida de peso y cómo la sociedad había reaccionado. “Lo que me preocupó fue la forma en la que la gente decidió que de repente, podía hablar abiertamente de mi cuerpo para decirme que estaba preciosa, señalar que está orgullosa de mí… Al perder peso, descubrí que es ahora cuando la gente me considera válida y cree que merece la pena hablar de mí. Una persona a la que poder mirar. Alguien a quien poder piropear. Alguien a quien poder admirar”, escribía.

Bryce Dallas Howard, al hablar de la tercera entrega de ‘Jurassic World', señaló que la conversación de siempre volvió a surgir al valorar su papel en la trilogía: "Tenemos que pedirle a Bryce que pierda peso", dijeron al hablar de ella. Salma Hayek y Scarlett Johansson son otras de las actrices que han hablado de su guerra con la báscula, y Selena Gomez ha sido la última celebridad internacional en enfrentarse a la cárcel del peso tras haber sido el tema de conversación en los ‘Globos de Oro’ su talla. “He engordado porque he comido mucho en las vacaciones, y sinceramente, me da igual”, dijo en un vídeo. La cantante y actriz siempre recuerda que constantemente recibe comentarios no solicitados sobre su cuerpo y que gane o pierda peso, se ha acostumbrado a que ese sea el tema de conversación.

"Si quieres lograr tus objetivos, has de pasar por el aro y encajar en los cánones"

“Incluso aunque no haya una crítica directa, sí hay un reforzamiento tan positivo dirigido a la delgadez que al final manda el mensaje de que si quieres lograr tus objetivos, has de pasar por el aro y encajar en los cánones. A la gente le da igual qué complexión tengas, si los cambios se deben a hambre emocional, a una depresión… Lo que vemos es tan solo la punta del iceberg. Por si fuera poco, si vemos a una persona que normativamente está en su peso, no nos planteamos que pueda haber un problema, aunque igual tiene una relación desastrosa con la comida. Si ha habido un cambio de talla lo penalizamos aún más”, señala Blanca Torrado, psicóloga de Espacio Psiconutricion.

"Siempre se pone el foco en cómo sientan los vestidos a las actrices, no en su trabajo"


En el instante en el que una celebridad pisa la alfombra roja, por más que tras los Globos de Oro post #metoo no sean ya sus looks el único tema a tratar por los reporteros, lo cierto es que el cuerpo de las famosas siguen siendo examinado. “Los comentarios que se hacen en las crónicas de la alfombra roja siempre inciden en que “el vestido marcaba su silueta”, si tenía “un drapeado muy favorecedor”... Siempre se pone el foco en cómo sientan los vestidos a las actrices, no en su trabajo”, recuerda la asesora de imagen Marta Pontnou.

"Ojalá algún día la noticia sea que nadie haya hablado del peso de absolutamente nadie"

Ojalá algún día la noticia sea que nadie haya hablado del peso de absolutamente nadie. Mientras tanto, lo que hemos de hacer por nuestra parte es incidir en que la silueta no puede ser objeto de debate.