“La forma más rápida de controlar tu vida es dejar de controlar a los que te rodean”. Así comienza un vídeo viral de TikTok en el que la escritora Mel Robbins habla de la teoría “Let Them”, es decir, la teoría del “déjales hacer", que afirma que preocuparnos o estresarnos por situaciones, personas o sus acciones nos causa una angustia emocional y mental innecesaria. Por ello, permitir que hagan lo que de todos modos van a terminar por hacer, nos permite ver cómo son realmente y actuar en consecuencia. ¿Tu compañera de trabajo te odia? ¡Que te odie! Lo sé: suena a pasotismo, pero al parecer, hay que lograr una actitud impermeabilizada para que la vida nos resbale, pues esa es la clave de la felicidad.

"Decide qué te "importa una mierda", descártalo y organiza tu vida en torno a lo que te hace feliz"

Al menos eso piensa Sarah Knight, autora de ‘Las ventajas de mandarlo todo a la mi*rda’, el método que nos ayuda a invertir nuestro tiempo, energía y dinero en las cosas que realmente importan. Lo curioso es que su metodología bebe de la de Marie Kondo, cuyo método, Método KonMari, consta de dos pasos: descartar y organizar. “Mi método "NoMeArrepiento" utiliza los mismos dos pasos, pero en relación con el desorden mental. Decides qué es lo que ya no te "importa una mierda" y lo descartas; luego organizas tu vida en torno a las personas y las cosas que realmente te sirven y te hacen feliz. Descartar es un paso interior, mental, en el que das prioridad a las personas y las cosas que te hacen sentir bien. Organizar es la expresión exterior de tus decisiones mentales de desorden, por ejemplo: rechazar una invitación, no presentarte voluntario a un comité, no ir a la fiesta de Navidad de la empresa o romper con un amigo tóxico”, explica a ‘Elle’.

“La idea detrás de "NoMeArrepiento" es liberarnos de la culpa que asociamos a admitir que no nos importan ciertas cosas que la sociedad o la presión cultural nos dicen que "deberían" importarnos. Por ejemplo, si no te gusta estar cerca de niños pequeños, puedes decir que no cuando te inviten a una fiesta llena de niños. Mientras transmitas tu respuesta con educación, no habrás hecho nada malo, lo que significa que no tienes nada por lo que sentirte culpable o disculparte, y literalmente "no te arrepientes", de ahí el nombre del método”, añade.

"Tenemos una cantidad limitada de tiempo, energía y dinero para gastar a lo largo de nuestra vida"

Tanto Knight como Robbins abogan por liberar por ello la mente de aquellas cosas que en realidad, se escapan de nuestro control para poder así ocupar nuestra mente en lo que sí podemos controlar, algo que en un momento en el que el tiempo es más preciado que nunca, tiene especial valía. “Tenemos una cantidad limitada de tiempo, energía y dinero para gastar a lo largo de nuestra vida. Yo llamo a estos preciosos recursos nuestros "jodidos dólares". ¿Por qué malgastarlos en personas y afanes que no “te sirven” ni te hacen feliz? Hay muchas cosas que tienes que hacer, aunque no quieras hacerlas necesariamente. Tienes que ir a trabajar para cobrar un sueldo con el que pagar el alquiler, que es a lo que me refiero cuando digo que "te sirve". Eso es tiempo y energía que debes gastar”, dice la autora.

“Pero también hay muchas cosas que no tienes que hacer si de verdad te importan una mierda, y especialmente si te hacen infeliz. ¿Quizás llevas demasiado tiempo diciendo que sí a viajes familiares o a desayunos tempraneros o a novios malos, porque te sientes obligada y/o culpable por decir que no y eliminar estas cosas de tu vida?”, se pregunta. En este punto, aprovecho para hacerle una pregunta personal... O no tanto, porque procedo a compartirla. "No soy una persona familiar, y mi ex sí lo era. Yo evitaba el 90% de los encuentros con su familia y por ello, se enfadaba. ¿Es peor sentirse mal y tener ganas de perder el tiempo o hacer enfadar a tu pareja?", le pregunto.

"¿Decir que no me ayudaría más de lo que perjudicaría a los demás?"

"Personalmente, no me gusta la idea de obligar a alguien a quien quiero a hacer algo que no quiere, y creo que si fuiste honesta y educada sobre tus razones para no querer pasar mucho tiempo con su familia, entonces debería haber respetado tus límites. Pero a veces hay circunstancias atenuantes. Por ejemplo, si tu ex quería que estuvieras ahí durante las reuniones familiares porque necesitaba tu apoyo en un entorno difícil, eso es diferente a querer que estuvieras allí "porque sí". En situaciones así, me pregunto: "¿Decir que no me ayudaría MÁS de lo que perjudicaría a los demás?". Si decir que no significa abandonar a tu pareja en un momento de gran necesidad emocional, entonces quizá sea mejor aguantarse e ir porque es una buena acción y "sirve" a vuestra relación", responde. "Pero si tu ex sólo se enfadaba porque sentía que "tenía" que decir que sí a su familia y tú elegiste no hacerlo, ese es su problema, no el tuyo".

"Lo único que puedes controlar son tus propias acciones y comportamiento"

En el libro analiza además cómo mientras a las mujeres se las educa desde muy pequeñas para que cuiden de los demás, para que se sientan cómodas, para que sean serviciales y sumisas; a los chicos se los educa para que sean dominantes y para que "ganen" a cualquier precio. “Es un enorme condicionamiento social y cultural que hay que superar, pero el primer paso en el camino hacia la magia que cambia la vida es dejar de preocuparse por lo que piensen los demás. No puedes controlar lo que piensan los demás, así que es un desperdicio de tu dinero preocuparte por ello e intentar contorsionarte en una versión idealizada de la mujer que crees que "se supone que debes ser". Francamente, podrías hacerlo todo "bien" y seguirías sin gustar a algunas personas, por razones desconocidas. La gente es ridícula. Lo único que puedes controlar son tus propias acciones y comportamiento, y recuerda que si te comportas con honestidad y educación, no has hecho nada malo y, por tanto, no hay motivo para sentirse culpable”, asegura.

Lo que hemos de hacer, dice, es reeducar nuestro cerebro para que entienda que la culpa sólo se aplica a acciones y comportamientos objetivamente dañinos, inmorales y poco éticos. Es un cambio de mentalidad poderoso que nos servirá en todos los aspectos de nuestra vida: la crianza de los hijos, las relaciones románticas, las amistades y el trabajo. “Además, a la mayoría de la gente no le importan tus elecciones vitales ni de lejos tanto como crees, te lo prometo”, dice entre risas.

La asertividad es clave para dominar su método y con él, nuestra felicidad, y Sarah Knight asegura que tenemos que ser capaces de decirnos que a nosotras mismas. “Primero tienes que dominar el paso de "descartar" del Método “NoMeArrepiento”; tienes que determinar honestamente lo que te sirve y te hace feliz, y lo que es más importante, lo que no. Una vez que sepas lo que de verdad quieres y necesitas de la vida -y lo que no-, puedes poner en marcha tu plan expresándolo a otras personas, lo que normalmente se traduce en decir que no. A invitaciones, actividades, tareas, citas, etc”, asegura.

“En cuanto al acto en sí de decir que no, creo que descubrirás que una vez que hayas hecho el trabajo interior de averiguar lo que es importante para ti y hayas creado un presupuesto de mierda, y hayas cambiado tu mentalidad en lo que se refiere a la culpa, entonces será mucho más fácil dar el paso y decir las palabras reales: "No, gracias", "No estoy disponible", "No puedo permitírmelo" o "No me interesa, pero gracias por pensar en mí", dice Sarah Knight, que llama a este proceso "limpieza mental", porque la mayor parte del trabajo está en nuestra mente.

"Si cuidas primero de ti misma serás una persona más tranquila y feliz"

Considera que mandarlo todo lejos (eufemismo al canto) es un acto de amor propio, y lo equipara a lo que en los aviones nos recuerdan que hemos de hacer en caso de emergencia: ponernos la máscara de oxígeno antes de ayudar a los demás, pues sin ella, no podremos hacerlo. “Aprender a equilibrar tu "presupuesto de mierda" es parecido, porque si estás abrumado, agotado e infeliz, no podrás ser una gran amiga, madre, pareja o compañera de trabajo. Pero si cuidas primero de ti misma -con un enfoque consciente de tus propios deseos, necesidades, límites y limitaciones- serás una persona más tranquila y feliz, con más energía y entusiasmo genuino para aportar a las relaciones personales y profesionales que son más importantes para ti”, indica.

"Decir que no nunca equivale a ser una imbécil"

En su libro deja bien claro que el hecho de que las cosas no te importen y decir que no nunca equivale a ser una imbécil, pues lo que desea es que los lectores se vayan con estrategias sencillas y claras para vivir su mejor vida sin herir a nadie en el proceso. De hecho, su método se basa en la honestidad y la cortesía. “Por ejemplo, si recibes una invitación a una boda a la que sabes que no quieres (o no puedes permitirte) asistir, debes responder que no en el momento oportuno. Eso es cortesía. Esperar hasta el último minuto porque te sientes culpable por decir que no es lo que no ayuda a nadie y es de mala educación. Los novios necesitan tiempo para planificar su gran día y lo único que quieren saber es cuántas personas van a asistir”, dice.

En el caso de que tengas que explicar por qué no puedes ir, recomienda ser sincera… ¡Hasta cierto punto! “Si no puedes permitírtelo, puedes decirlo. Si no puedes tomarte días de vacaciones en el trabajo, puedes decirlo. Pero si simplemente no quieres ir porque odias al novio, yo no sería tan honesta con tus sentimientos, eso sería un comportamiento de gilipollas. Usa tu mejor criterio, dependiendo de la situación y de las dinámicas personales en juego... ¡Y envía un bonito regalo si puedes!”, dice.

Tanto su metodología como la teoría del “Let them” nos impulsan a recordar que no podemos controlar las opiniones de los demás, pues únicamente podemos controlar nuestras acciones y comportamientos. “Si eres una buena persona, ellos se lo pierden si no lo ven o no te quieren en sus vidas. Mientras tanto, ¡tú estás ahí fuera experimentando la gran alegría de que no te importe una mierda!”, dice para terminar… ¡Y vaya cierre!