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Nos enteramos de la vida sentimental de nuestro alrededor y de las celebridades a través de sus redes sociales, por lo que en el momento en el que alguien rompe con su pareja y la noticia no es comunicada a través de la esfera digital, sino que nos enteramos con el paso del tiempo, nos sentimos en cierto modo traicionados. Eso es lo que nos pasa incluso con las celebridades, que cuando se divorcian sin haber publicado un sentido mensaje en sus redes para comunicar al mundo su separación, nos descolocan, como ocurrió con Jada Pinkett Smith y Will Smith. Como ellos, son muchas las personas que prefieren, antes de hacer saber a los demás que se han divorciado, resolver todos los problemas que una separación acarrea.
Las separaciones "muteadas" son cada vez más habituales y se han convertido en la fórmula idónea de quienes ante el exhibicionismo 3.0 que nos acecha, eligen guardar silencio. “Hay que atender al caso concreto pero, por lo general, son muchos los que prefieren ‘‘tenerlo todo bien atado’’ y solventar la crisis familiar antes de comunicar su divorcio. De hecho, esto es algo cada vez es más habitual, sobre todo si hablamos de un divorcio de mutuo acuerdo en el que una o ambas partes son personajes públicos o famosos y, además, se prevé que la negociación se prolongue en el tiempo”, explica a ‘Elle’ Clara Campos, abogada especialista en derecho de familia.
“Partiendo de que no hay dos crisis familiares idénticas considero que, si tomas la decisión de comunicar que te divorcias, antes de hacerlo debes estar preparado y contar tanto con un buen asesoramiento jurídico, como con ayuda y acompañamiento psicológico, si lo necesitas. En mi opinión -y desde un punto de vista jurídico, que es lo que me toca-, es muy importante que, antes de comunicar al resto del mundo esta decisión, te hayas tomado tu tiempo para poder reconocer el problema y saber gestionar tus expectativas”, comenta Campos, que señala que es fundamental saber qué espera obtener la persona que se enfrenta al divorcio para poder explicarle cuáles son sus opciones legales y para que, en la medida de lo posible, sus expectativas no se vean frustradas.
Precisamente ahora nos enteramos de que Lisa Bonet se divorcia de Jason Mamoa tras una temporada separados, un nuevo caso de una pareja popular que ha optado por que el silencio y la cautela sean sus aliados a la hora de poner punto final a su historia de amor. Lo cierto es que no es extraño que la gente elija resolver todo lo posible antes de comunicar la noticia incluso a sus allegados para evitar esas opiniones innecesarias que aunque tienen buena intención, pueden hacer mal a quien se acaba de separar. Por eso, en un mundo que se empeña en contarlo todo y en dar su opinión, el silencio puede ser el salvavidas de los que quieren un tiempo para sí mismos.
De hecho, incluso esta fórmula en clave muteada puede deberse a motivos legales, como aclara Clara Campos. Desde un punto de vista jurídico, la decisión sobre ‘‘guardar silencio’’ hasta tener cerrados los términos del divorcio puede nacer de la recomendación de un abogado especializado en Derecho de Familia, ya que todo lo que diga o haga una de las partes en una negociación tan sensible como la que se da en un divorcio puede incidir directamente en las medidas que se adopten finalmente, especialmente hay hijos de por medio.
“Intentar tenerlo todo cerrado antes de comunicar el divorcio podría incluso revertir situaciones en las que una de las partes se ha visto obligada a presentar una demanda, reconduciendo el divorcio a un mutuo acuerdo y evitando así por todos los medios llegar a juicio, ahorrándoles además a ambos el gran coste emocional y económico que ello supone”, explica la abogada.
Un “divorcio tranquilo” es una excelente manera de mantener intacta su privacidad y al mismo tiempo, poder ocuparse de las cosas de manera legal y vinculante. El equipo de abogados de Shulman Family Law Group pone como ejemplo la separación de Tom Brady y Gisele Bundchen, pues no supimos de su divorcio hasta que todo estuvo resuelto. De esta forma, al resolver las cosas al margen del escrutinio, protegieron la privacidad de la familia. “Otro factor importante para lograr un divorcio tranquilo es asegurarse de que ambas partes estén dispuestas y sean capaces de ceder en algunas de sus solicitudes. Esto podría significar sacrificar ciertos bienes o derechos para no atraer demasiada atención o escrutinio sobre ellos mismos o sus familias durante este momento difícil”, aseguran, señalando que este tipo de divorcios son ideales no solo para proteger la privacidad, sino para poder ocuparse de las cosas de manera legal y vinculante.
En un mundo exhibicionista y ruidoso, el silencio y la cautela se erigen como las aliadas para protegernos en momentos tan delicados.
