El panorama ya lo conocemos todos; al menos los que vivimos y trabajamos en las ciudades españolas más grandes: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao... En la mayoría de las empresas, la flexibilidad brilla por su ausencia y todos tenemos que entrar en torno a las 9 de la mañana.

Así que, a partir de las 8 o incluso antes las calles de la ciudad y las vías de circunvalación comienzan a llenarse de vehículos con particulares que se desplazan al trabajo. Y la misma rutina, pero al revés, sucede desde las 18 horas: coches y motos de vuelta a casa. El horario es más o menos igual para los que tomamos el transporte público, salvo que en ocasiones tienes que dedicar aún más tiempo para el desplazamiento por la ausencia de metro o autobús con la suficiente frecuencia.

Atascos, autobuses llenos en la hora punta... Muchos de nosotros llegamos al trabajo tarde y de mal humor. ¿Te suena la situación? Pues bien, un estudio de la Universidad de Zaragoza que recoge The Conversation confirma que cada vez tardamos más en los desplazamientos y que eso nos pone no solo de mal humor sino también más tristes y desmotivados de cara a la tarea que tenemos que desempeñar.

Un estudio de la consultora de recursos humanos PageGroup desveló que, en España, tardamos de media 36 minutos en llegar al trabajo. En Europa, uno de cada cinco trabajadores emplea más de una hora diaria en desplazamientos de ida y vuelta a la oficina (quien suscribe este artículo necesita de 80 a 90 minutos en transporte público para llegar a la redacción de ELLE).

El informe de la Universidad de Zaragoza, titulado 'Trends in commuting time of European workers: A cross-country analysis, Transport Policy', ha confirmado científicamente algunas cosas que ya intuíamos: por ejemplo, que cuanto más tiempo dedicamos a los desplazamientos somos menos felices, tenemos peor salud, disminuye nuestra productividad, registramos mayor absentismo y adolecemos de más estrés y cansancio. Por no hablar de los daños colaterales medioambientales, con el aumento de los gases de efecto invernadero.

El estudio ha sido realizado por investigadores del grupo Economía de la Población, Mercado de Trabajo y Economía Industrial y ha analizado los desplazamientos de los trabajadores de varios países europeos en las décadas de 1990, 2000 y 2010. Para ello, han usado datos de las encuestas laborales de Eurostat.

atasco en le promenade des anglais, en niza
Keystone-France//Getty Images

A lo largo de estos años, se ha incrementado el tiempo de desplazamiento en prácticamente todos los países del continente. El informe confirma que los hombres tardan más tiempo que las mujeres en llegar al trabajo. Sin llegar a una conclusión cerrada, los expertos apuntan a los siguientes motivos en las diferencias de género en los desplazamientos:

  • Las diferencias en el grado de especialización laboral de hombres y mujeres.
  • La diferente carga de responsabilidades domésticas.
  • Las posibles actividades intermedias que se realizan mientras se va a trabajar.

El informe ha analizado otras variables, por las que se llega a otras conclusiones. Por ejemplo, cuanto mejores son las infraestructuras, menos tiempo de desplazamiento; pero por otro lado en los países en los que más se usa el coche más tiempo se tarda en llegar al trabajo.

Los expertos recuerdan que los desplazamientos en vehículos privados acaban siendo no solo una fuente de infelicidad para el trabajador, cuyo estrés aumenta y disminuye su productividad, sino un perjuicio para el medio ambiente ya que estos movimientos en coche y moto son una de las principales fuentes de contaminación y emisiones.

Según los investigadores, algunas medidas para solucionar este problema vendrían mediante "medidas orientadas a mejorar la información disponible en materia de búsqueda de empleo, promover el transporte verde o fomentar la jornada continua".