VIERNES

Solo hay un aeropuerto internacional en Dublín, y se sitúa en Collinstown, a 10 km del centro. Para llegar a la ciudad, lo mejor es ir en autobuses como Aircoach (8€ el viaje) o Airlink 747 (cobra 7€) o en los urbanos, números 16, 41 y 102; todos tardan en torno a media hora.

15.00 Comienza 'a lo grande', en uno de los sitios más conocidos de la ciudad, el Trinity College, fundado en 1592. Párate en su enorme plaza interior, Front Square, y escucha el doblar de las campanas en todo el campus, luego admira los libros del Long Room Library, con más de 200.000 antiguos manuscritos, incluido el majestuoso Libro de Kells, un evangelio del siglo IX decorado por monjes celtas. A la salida, da un pequeño paseo por Grafton Street, una de las vías comerciales y peatonales más importantes

16.00 Toma Dame St., una de las principales arterias, y antes de la cena acércate a dar un paseo por los alrededores del castillo de Dublín. De camino pasarás cerca de la estatua de Molly Malone, la protagonista de 'Cockles and Mussels', verdadero himno del país, una mujer que de día se dedicaba a vender pescado con su carro y de noche ejercía oficios menos dignos.

El castillo, que ha sido desde fortaleza vikinga a sede del régimen británico en Irlanda, se ha convertido en un lugar de importancia administrativa y estatal. Su última admisión de visitantes es a las 17:15; tenlo en cuenta si vas a entrar a ver los apartamentos de Estado, la bodega medieval, la capilla real y los jardines de Dubh Linn, que dieron nombre a la ciudad.

18.00 No lejos están dos de los monumentos más emblemáticos de Dublín, la catedral de San Patricio y la de la Santísima Trinidad. A lo largo de casi 800 años, ambos templos han dominado la ciudad, y ambos guardan fascinantes curiosidades. Prepara tu mejor filtro de Instagram para inmortalizar y compartir las fotos de sus agujas.

19.30 Termina tu primer día en Dublín en el pub más antiguo de Irlanda, The Brazen Head (data de 1198), a diez minutos caminando, junto al río Liffey. Entre sus especialidades culinarias, su estofado de carne irlandesa, los mejillones al vapor, el salmón ahumado y su exquisito bacalao. Además, las cenas son amenizadas con música folk, una manera divertida e inmersiva de acabar tu primera jornada.

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Catedral de San Patricio.

SÁBADO

9.30 Merece la pena madrugar para visitar uno de los lugares más impresionantes de Dublín, Kilmainham Gaol, la antigua prisión, construida en Gallows Hill, donde antiguamente se ahorcaba a los presos. Inaugurada en 1796, Kilmainham no tardó en convertirse en un lugar de severos castigos, especialmente para presos políticos y convictos destinados a viajar a Australia. Tras cerrarse en 1924, se abrió en los años 60 al público.

11.30 Recupérate de la impactante dosis de la historia más oscura de la ciudad acercándote hasta el Museo Irlandés de Arte Moderno (IMMA), situado en la preciosa finca del Royal Hospital de Kilmainham, e incluye piezas de Elizabeth Peyton, Alexander Calder y Terry Winters. La entrada es gratuita.

13.30 En Circular Road, a 15 minutos caminando del museo, se encuentra uno de los restaurantes más de moda en la ciudad, el Union8. No es de los más económicos de Dublín -aunque tampoco te arruinarás-, pero vale la pena ver su público, disfrutar de su amable servicio y de su acogedor ambiente. No te vayas sin pedir su pollo con brioche ni su ravioli. Hay opciones para vegetarianos.

16.00 Seguro que, a estas altura del fin del semana, estabas pensando... ¿cuándo voy a ir? El momento ha llegado. Hasta las 19.00 horas está abierto el Guinness Storehouse, fundada en 1759 como casa de fermentación y hoy una de las atracciones más famosas de Dublín. Construido en 1904 en el estilo arquitectónico de la Escuela de Chicago, hoy día alberga una fulgurante exposición que muestra desde anuncios vintage hasta el arte de elaborar cerveza (y por qué las burbujas de Guinness caen en vez de subir). Remata el tour con una pinta de "the black stuff" en el Gravity Bar, con vistas de 360 grados, y brinda por la maravillosa creación de Arthur Guinness.

19.30 Sube hasta Thomas Street para conocer uno de los pubs más famosos de Dublín, Arthur's Pub, donde podrás disfrutar de una buena dosis de blues y jazz después de degustar algunos de sus platos más sabrosos. El 'pie' de cordero, la sopa de almejas y mejillones y hasta las hamburguesas con queso irlandés son sus especialidades.

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El espectacular interior de la prisión de Kilmainham Gaol.

DOMINGO

9.00 Algo más cansado ya tras todo lo que has recorrido, deberás esforzarte el doble para comenzar la ruta en Temple Bar, uno de los barrios con más animación de la ciudad, que por las mañanas sorprende con sus mercadillos y con algunas de sus bohemias tiendas junto al Liffey.

11.00 Con obras de Picasso, Monet y el famoso artista irlandés Jack B Yeats, la Galería Nacional de Irlanda tiene entrada libre y merece la pena visitarla. En un ambiente de serenidad absoluta, los altísimos techos y los rayos de luz son obras de arte. Detente en la preciosa Gallery Tea Room, la sala de té de la galería, donde puedes disfrutar de té con scones y relajarte ante la presencia de artistas legendarios.

13.00 Compra algo para comer por el camino y dirige tus pasos hacia el parque urbano de St Stephen's Green. Quizá te sorprenda saber que hasta 1663, este lugar idílico no era más que un pantano usado para ovejas y ganado, para ejecuciones públicas y para la quema de brujas. Si el clima es más bien fresco, trae un poco de pan para dar de comer a los patos y pasear por los alrededores mientras disfrutas de algunos de los monumentos de celebridades dublinesas como los escritores Oscar Wilde, James Joyce y Yeats.

15.00 ¿Dispones de algo más de tiempo? Visita el bar más diminuto de la ciudad, el Dawson Lounge en Dawson Street. O déjate caer por el Little Museum of Dublin: con exposiciones que abarcan visitas de la realeza y estrellas del rock, como U2, las historias que tejen los guías del museo cautivarán tu imaginación.

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St Stephen’s Green, un parque cerrado para el público en 1644.

Artículo elaborado con información de Turismo de Irlanda.