Para qué lo vamos a negar: por mucho que lleves un itinerario (como este) memorizado, Granada es uno de esos lugares que parece empeñado en que te lo saltes cada dos por tres. Será porque no todo el mundo puede resistirse al placer de improvisar y torcer una esquina en el laberíntico barrio de Albaicín o de cruzar un umbral desconocido hasta aparecer en un antiguo palacio renacentista, hoy reconvertido en Patio de los Perfumes.

El total de la belleza de Granada es la suma de su rico y diverso legado cultural. En otras palabras, es la síntesis de flamenco y teterías; de huellas árabes (mastodónticas) como la Alhambra y otras más cristianas como su Catedral renacentista. Es la prueba de que se puede lograr la perfección en materia de tapeo ‘low cost’ y de que no hay recibimiento más caluroso que el de sus bares –mención especial al ejército de universitarios que los pueblan–, siempre bajo la atenta mirada de la Sierra Nevada.

TARDE

Proponemos establecer nuestra toma de contacto con Granada a los pies de su Catedral. Considerada la primera iglesia renacentista de nuestro país, merecerá la pena llegar antes de que cierren sus puertas (18:30 h) para apreciar la detallada bóveda que corona su opulenta Capilla Mayor (entrada 5 euros, domingos y festivos gratuita de 15:00 h a 17:45 h).

Catedral de Granadapinterest
Manfred Gottschalk

A escasos metros encontramos la calle Alcaicería, donde nace el antiguo zoco árabe y mercado de la seda, hoy sustituido por decenas de tiendas de souvenirs. ¿Planeas volver cargada de imanes y recuerdos en forma de artesanía? Este es tu momento. Si nos entregamos a este laberinto de callejuelas probablemente desemboquemos en la Plaza Bib- Rambla, con la curiosa Fuente de los Gigantes en el centro, para más tarde volver sobre nuestros pasos, cruzar la calle de los Reyes Católicos y plantarnos frente al Corral del Carbón, uno de los rincones con más historia de Granada. Se trata de una alhóndiga del siglo XIV utilizada para albergar comerciantes y mercancías y que puede presumir de ser la única de su tipo que se conserva íntegramente en España (la entrada es gratuita).

Zoco Granadapinterest
Thomas Janisch

Como ya habremos cumplido por hoy, es hora de atravesar la Plaza del Carmen, donde se alza el Ayuntamiento de la ciudad, para entregarnos al tapeo que brota en la calle Navas. Si nos dejamos llevar por el bullicio, lo más normal es que acabemos apretujados frente a la barra de Los Diamantes, buque insignia ‘granaíno’ tan manido como necesario, donde pedir una ración de navajas y otra de mollejas debería ser obligación.

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MAÑANA

Existen dos tipos de turista en Granada: el que se ha marcado una escapada de última hora y no tiene entradas (o tiempo) para adentrarse en la Alhambra y el que planea dedicarle al menos tres horas a este exponente del arte nazarí. En cualquiera de los casos recomendamos ascender hasta esta fortaleza para saborear un pedazo (aunque sea gratuito) de la Alhambra, siempre después de resucitar con un desayuno en Café Lisboa junto a la Plaza Nueva.

Carrera rio darro granadapinterest
Starcevic

Nuestra sugerencia de camino largo surge en la Carrera del Darro, junto al cauce del río, para comprender por qué siempre es elegido como uno de los recorridos más bonitos de Granada. Además de unas envidiables vistas a sus pintorescas fachadas y puentes de piedra, podremos asomarnos a patios como el de los Perfumes (gratuito), la casa nazarí de Zafra (3 euros, domingos gratuitos) o adentrarnos en los antiguos baños árabes de Bañuelo (entrada combinada, 5 euros). Tras completar el Paseo de los Tristes nos enfrentaremos a la Cuesta del Rey Chico –o de los Chinos– hasta llegar a las puertas del “castillo rojo”. Y es que las inmediaciones de la Alhambra cuentan con auténticos tesoros de acceso libre y gratuito como el Palacio de Carlos V, la Puerta del Vino o las envidiables vistas a la Torre de la vela y Albaicín que nos brinda su mirador. Una vez dentro del recinto nos esperan horas deambulando por palacios nazaríes, el Patio de los Leones, el Generalife y sus imponentes jardines o la Alcazaba. Tranquila, toda la información que necesitas para planear tu visita está aquí.

patio de los Leones Alhambrapinterest
Manfred Gottschalk

¿Dónde comer? Prueba regresar a la Plaza Nueva –esta vez por la cuesta de Gomérez– para saborear la Calle Elvira y sus alrededores. Casa Julio (Hermosa, 5), Los Manueles (Reyes Católicos, 61) y Bodegas Castañeda (Almireceros, 1) son tres de nuestros favoritos.


Albaicin Granadapinterest
Matteo Colombo

TARDE

La tarde la dedicaremos a explorar el antiguo barrio árabe de Albaicín. Declarado Patrimonio de la Humanidad, sus desafiantes cuestas nos dibujan el recorrido entre un manto de casas blancas. Callejea, improvisa y piérdete. Lo único importante será estar en el mirador de San Nicolás –los más osados suben hasta el de San Miguel Alto– cuando arranque el atardecer para poder disfrutar de los colores que la puesta de sol va trazando tras los palacios de la Alhambra.

Mirador de San Nicolás Granadapinterest
Antonio Luis Martinez Cano

No podremos marcharnos sin visitar los cármenes, tradicionales casas con coquetos jardines perfectos para recuperar el aliento. Si el de la Victoria es ideal para regalarnos unos segundos de paz, en el de las Tomasas podremos disfrutar de una de las mejores propuestas gastro de Granada y de sus excepcionales vistas. Otra opción será continuar a pie hasta Sacromonte, conocido por sus casas cueva, donde podremos ceder ante la tentación turística que suponen los espectáculos de flamenco que estos estrechos rincones de piedra acogen.

MAÑANA

Se acercan nuestras últimas horas en Granada aunque todavía hay tiempo para disfrutar de actividades para todos los gustos. Quienes quieran cambiar el asfalto por el pulmón verde de la ciudad podrán pasear por los distintos escenarios naturales que conforman el Parque Federico García Lorca. Si viajamos con niños y queremos poner a prueba su curiosidad, el Parque de las Ciencias será una experiencia irrepetible. Astronomía, el cuerpo humano y los principios de la mecánica son sólo un aperitivo de las temáticas que engloba este museo interactivo para toda la familia. ¿Prefieres regalarte un momento de desconexión absoluta? Prueba a sumergirte en las aguas de los baños árabes Hammam Al Ándalus. Algo nos dice que no te arrepentirás.

Si todavía no hemos tenido ocasión de saborear la 'calle de las teterías', estaremos ante la despedida perfecta. La calle Caldería Nueva concentra numerosos locales que permiten elegir entre infinitas variedades de té y dulces típicos para disfrutar de este ritual de la cultura árabe. Ahora sólo nos queda preguntarte, ¿imaginabas que 48 horas pudieran dar para tanto?