Francia es históricamente uno de los paíse más reivindicativos, siempre puesto a la orden del día de conquistas en derechos sociales. Sus calles siempre tan exigentes, viviendo en una manifestación constante. El país vecino ha decidido una vez más hacer historia, enfrentar a uno de los gigantes del sector fast fashion. Shein, Aliexpress y Temu se encuentran bajo la lupa legal de Francia. Con casi una producción de 7.000 nuevos productos al día, Shein se ha convertido en el gran imperio del llamado ultra-fast fashion, aunque siempre bajo la lupa de la ética y viabilidad de su tan opaco sistema de producción.

El pasado jueves, el ministro de francés de transición ecológica y desarrollo sostenible, Christophe Béchu, presentó el primer proyecto de ley europeo para regularizar esta producción masiva: aquellas empresas cuya oferta diaria supere los mil productos diarios tendrá que aumentar sus precios progresivamente, hasta llegar a los diez euros más por pieza de aquí a 2030. Esta sería la primera medida legal que se toma en contra de marcas tan grandes como Shein o Aliexpress.

Dicho ministro, ha asegurado al medio Le Figaro, que de esta forma conseguirán “reconstruir la industria textil francesa”, además de cuestionar la sostenibilidad y seguridad de marcas de este estilo, pues “El problema de estas plataformas es que su número de referencias es apabullante, y sus productos pueden estar fabricados con un 95% de plásticos”.

Shein, por su parte, según Reuters, ha lanzado un comunicado respecto a estas nuevas medidas con las que aseguran que los verdaderos perjudicados serán los franceses, pues “afecta al poder adquisitivo de la población francesa". Respecto a el cuestionamiento sobre sus métodos de producción, sentencian que “sus dinámicas de producción cumplen los requisitos de sostenibilidad". El debate está servido sobre la mesa, ahora solo queda esperar y ver si se sumaran más países a estas medidas.