No son aún ni las 9,30h. Es jueves y está muy nublado. Ni sol, ni lluvia. Ni rosa, ni azul. Natalia llega cansada pero con una sonrisa que transmite calma, a pesar de estar durante el último mes sin saber lo que es el descanso: prepara su nuevo disco y Calvin Klein la ha elegido como el ‘talent’ imagen de su nuevo lanzamiento, CK Everyone. De repente, comenta: “¡qué buen team!”, destacando el hecho de que casi todo el equipo de trabajo de ese día, somos mujeres. Rompen la regla Jesús de Paula y Joseba Errasti, los responsables de los looks tan mágicos de maquillaje y peluquería que convirtieron a Natalia en pura tendencia. En la reina de la tendencia ‘no gender’.
Natalia Lacunza (Pamplona) es cantante y compositora. Tiene tan sólo 20 años y saltó a la fama tras su paso por la edición de 2018 de Operación Triunfo. En tan sólo unos meses se ha convertido en una de las grandes promesas de la industria musical española. Prueba de ello ha sido el éxito de su primer EP, ‘Otras Alas’, presentado en junio, con la canción que arrasó en reproducciones, ‘Nana triste’. Es el tema que compuso junto a Guitarricadelafuente, que supera ya los 15,6 millones de streams y el videoclip tiene más de 9,5 millones de reproducciones. Y desde entonces, sus alas no han parado de volar. Sus canciones se colaron en el número 1 de las listas de ventas de álbumes en España, fue Disco de Oro en su primera semana de ventas y suma más de 30,5 millones de streams en Spotify. Antes de todo eso, hablamos con ella y así se sentía pocos días antes de lanzar su primer disco.
La magia de su voz hizo que dejara sus estudios de Comunicación Audiovisual para dedicarse a lo que verdaderamente le apasiona: la música. Todo lo demás, ya es historia.
Pero además de su voz, Natalia tiene un ‘allure’ especial. Se ha convertido en un referente para toda una generación. La que ha convertido el formato de OT en algo completamente digital. La que usa más los stories que el feed. La que vota con las apps y sabe antes de que entren en la Academia, cuantos seguidores cuentan los candidatos. La que no compra discos, pero sí se hace premium en las plataformas musicales. Su discurso fuera de su música también ha hecho que su nombre, permanezca. Es actualmente un potente referente feminista para muchas jóvenes que, como ella, han roto las etiquetas y tienen claro que las normas, están para cambiarlas.
Y en este lienzo enmarcamos todo lo que sucedió aquel jueves. Queríamos hacer algo mágico. El resultado, una mañana emocionante en la que compartimos ideas y dimos forma y movimiento (con ella, y en ella) a una de las tendencias globales que retan al mundo (de la moda, de la belleza, a todo lo social...): el triunfo de la tolerancia y de la libertad de género.
“En este momento, ya no tiene mucho sentido lo de clasificar las cosas por géneros. Puedes ver a una chica hiper femenina con una blazer masculina o a un chico con una falda que le queda increíble."
Natalia es partidaria del “puedes ser lo que quieras”. Ella misma confiesa que cuando era pequeña sufrió que le llamasen “marimacho” por jugar al fútbol y a su vez me dice, orgullosa, que ahora se siente más a gusto que nunca con su forma de ser, con todos su matices. Así que en este sentido, para Natalia el trabajo no está sólo en casa, sino que considera fundamental la labor docente.
“Hay lengua, hay matemáticas, hay conocimiento del medio… y debería haber una asignatura de identidad de género. Es fundamental que en los centros se eduque en la diversidad. La pluralidad es la base de la educación”.
Porque tener referentes, ayuda. Ayuda a poner rostro a un mensaje. A una actitud. Para Natalia, fue Cara. Ahora ella, sin duda, no puede ser mejor bandera para continuar con el reto que ponga al mundo del revés de una vez por todas.
Está a punto de sacar su segundo EP. Menos de un año después de Tarántula, la cantante nos cuenta entre foto y foto que “no ha podido parar”. “No sé lo que son vacaciones. ¿Y si tengo una crisis (creativa)?”. Ese es el miedo que le invade. Y esperamos que nos permita dudar de ello, porque desprende una fuerza creativa tan potente que contagia a todos los que le rodean. “No puedo parar de componer y por fin sale en marzo, desde julio que llevo componiéndolo”. Natalia forma parte de esa cantera de artistas de cuya música se hace responsable de principio a fin. El 24 de enero lazó el single ‘Olvídate de mí’. El pasado 7 de febrero volvió a ponernos los dientes largos con ‘En llamas’, junto a Pol Granch.
Y su nuevo proyecto, tomará forma en marzo, con el comienzo de su gira el próximo 26 del mismo mes, con Santiago de Compostela como la primera ciudad.
Pero además tiene más proyectos entre manos, y es que Calvin Klein no ha podido resistirse a su personalidad para encarnar los valores de su nueva fragancia: atrevida, joven y libre. Se trata de CK Everyone (49,94 €/50 ml), la nueva propuesta de la firma inspirada en la gente auténtica a la que no le cohíben los límites, las normas de género ni las definiciones y emerge con infinitas posibilidades.
Blazer oversize negra con cristales de Balmain, bermudas vaqueras tye die y conjunto de top/braguita Calvin Klein Jeans.
Natalia nos cuenta que hay alguien que también representa a la perfección la fragancia. Y esa es su hermana pequeña, de 14 años. “Es de esa generación que no da importancia al género. Nosotros no crecimos con eso y era importante cuando éramos pequeños lo que era de chicos y lo que era de chicas”. Dice de su hermana que es una versión mejorada y más pequeña de ella. Y ella, desde su madurez, rompe ahora con todos esos esquemas de género y por eso ilustra sin peros el retrato de esta nueva fragancia.
Le preguntamos sobre lo que es para ella fundamental en la búsqueda de un perfume. De TU perfume. “Un perfume para mí es un recuerdo. Mis recuerdos están completamente hechos con fragancias porque los olores me hacen conectar un montón de cosas en el cerebro y en el corazón, así que busco una fragancia única, de esas que los demás huelan y digan: Es ella.” Y CK Everyone, es Natalia.
Perfume, por cierto, creado por uno de los maestros perfumistas más famosos, Alberto Morillas. Se trata de una fragancia irremediablemente unisex, PARA TODOS, con un 79% de ingredientes de origen natural entre los que destacan el aceite de naranja orgánica, las notas de té azul y una base de madera de cedro. Un tributo a la individualidad y a la libertad de auto-expresión que redefinen los límites y empiezan a construir el mundo desde lo más básico: el amor propio. “I am one, I am many. I love everyone of me”.
Hay un matiz añadido en la fragancia que nos gusta. Un mensaje. OTRO. La tipografía está impresa con tinta hecha a base de soja y el packaging ha sido elaborado a partir de materiales reciclados, además de ser reciclable (extrayendo la bomba y la banda elástica que lo rodea).
BEAUTY
Jesús de Paula fue el encargado de dar forma con el color a través del maquillaje. Para ello, trabajó una piel muy natural, muy neutra, que seguía las facciones naturales de la cantante, dejando que la luz las marcase de forma orgánica. Tan sólo añadió una pizca de brillo en párpados, algo que recuerda a la ‘glass skin’ que tanto influenciará el año que se nos presenta.
Natalia lleva chaleco oversize gris de Etoile Isabel Marant y sudadera gris de M Missoni.
En cuanto a su pelo, Joseba Errasti fue el artífice que demuestra que el shaggy que actualmente luce, uno de los cortes de pelo favoritos del año, tiene infinitas posibilidades. Con tupé hacia abajo, a modo de flequillo canalla; hacia arriba, con movimiento o despeinado. La clave: texturizar en seco.
ARMARIO UNISEX
Siguiendo la estela de Natalia, copia sus looks con el shopping de prendas ‘no gender’ que favorece que pueda ser compartido por todos en casa: ¡SIN ETIQUETAS! … y sin miedo.
Fotografía: Patricia Gallego; Ayudante de fotografía: Sara Guillén; Vídeo: Eva Peña e Irene Aparicio; Estilismo: Martha Revelo, Maquillaje: Jesús de Paula; Peluquería: Joseba Errasti (Cortacabeza) para Sebastian; Redacción: Blanca del Río
