Me temo que hemos romantizado en exceso el Kintsugi, la técnica centenaria de Japón consistente en reparar las piezas de cerámica rotas y ver el resultado final como algo bello, al relacionar recurrentemente esta oda a las cicatrices con el universo amoroso. De acuerdo, de cada ruptura se aprende pero, ¿acaso no llega un momento en el que el corazón se convierte en una cicatriz que late? ¿Es de verdad posible volver a confiar cuando tu historia de amor previa se transformó en una pesadilla?

"El síndrome del corazón roto es real”

En 1990, el cardiólogo japonés Hikaru Sato identificó el caso de una paciente que presentaba síntomas de un infarto, aunque este no tuvo lugar. Habló entonces del "Síndrome de Takotsubo" tras advertir que el ventrículo izquierdo de su corazón había cambiado de forma durante el episodio hasta adoptar la silueta del takotsubo, una trampa para pulpos tradicional. Tuvieron que pasar once años para que un estudio japonés confirmara la identificación de Sato de un evento cardiovascular repentino que imita un ataque cardíaco y destacara el factor común de angustia emocional en estos pacientes. “A la profesión médica le tomó 4.000 años reconocer lo que los poetas habían estado diciendo todo el tiempo: el síndrome del corazón roto es real”, escribe la periodista Amanda Foreman en 'Wall Street Journal'.

corazón roto
FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX
Cómo superar un corazón roto

Cuando nos rompen el corazón, ¿cómo podemos recuperar la confianza en el amor y no ser ya, para siempre, personas desconfiadas? “Recuperar la confianza en el amor tras una desilusión o un desengaño es algo que depende de la persona y de su contexto, de las experiencias pasadas, del apoyo social y de otras variables personales. Según un estudio de Tashiro y Frazier (2003), la reflexión constructiva sobre experiencias pasadas puede facilitar la recuperación en casos en los que ha habido una ruptura amorosa difícil. Con todo, es importante reconocer que la desconfianza es una respuesta que se puede dar de forma natural cuando se tiene un desengaño, pero con el tiempo y el apoyo adecuado (a veces, con apoyo profesional), se puede aprender a confiar nuevamente exponiéndose a nuevas relaciones, y entendiendo que cada relación es única”, dice Unai Aso, psicólogo de Buencoco.

"Lo malo de que alguien nos trate mal es que cuando otra persona nos ama bien, nos suena raro"

Tras una ruptura dolorosa, no es extraño que al conocer a alguien, ante la sorprendente ausencia de 'red flags', nos asustemos y pensemos que estamos siendo incapaces de ver algo muy evidente. ¿Por qué este empeño en ver trabas? Responde Elizabeth Clapés, autora de ‘Hasta que te caigas bien’. “Cuando confiamos en alguien que parece merecerlo y "bajamos la guardia" con esa persona, pero nos hace daño, lo que sin querer aprende nuestra cabecita es que "hasta quien más de fiar parece, puede traicionarme, por lo que todo el mundo es potencialmente peligroso". Y claro, si además, parece "perfecto" porque no tiene 'red flags', pensamos que es mentira, ya que hemos interpretado erróneamente que lo normal es tenerlas, que nadie puede ser así de bueno. Una de las peores secuelas de que alguien nos trate mal, es que después, cuando otra persona nos ama bien, nos suena raro y poco confiable”.

¿Hablar o callar? Esa es la cuestión

La narrativa social nos ha hecho creer que tenemos que responder al perfil ‘low maintenance”, ese según el cual no exigimos apenas a nuestras parejas en aras de “no molestar” y de intentar incomodar lo mínimo para que así, la relación no estalle. Sin embargo, hemos de borrar esta idea tan nociva y comprender que precisamente la mentalidad “high maintenance”, lejos de ser tóxica, es vital para construir relaciones saludables. Por eso, si tenemos miedo a volver a confiar y sentimos pavor a enamorarnos de nuevo, no es extraño preguntarse si es oportuno comunicárselo a esa persona ante el miedo de que se agobie.

"La clave está en compartir los sentimientos sin imponer expectativas o responsabilidades indebidas"

Unai Aso lo tiene claro. “Es importante comunicar los miedos (y cualquier otra emoción) en una nueva relación si la persona siente que está en un contexto seguro y propicio para expresarse. Claramente, una comunicación abierta y honesta puede fortalecer la relación. Ahora bien, es importante equilibrar la expresión de inseguridades con la comprensión de que la nueva pareja no es responsable de nuestras experiencias pasadas. La clave está en compartir los sentimientos sin imponer expectativas o responsabilidades indebidas al otro”, dice el psicólogo.

cómo querer de nuevo
FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX
Cómo querer de nuevo

Para terminar, al plantear la pregunta definitiva, la de si de verdad podemos reponernos de un corazón roto o si esas cicatrices siempre van a estar ahí, nos encontramos con que los expertos consultados tienen un parecer diferente respecto a los aprendizajes que nos llevamos de cada ruptura. Unai Aso asegura que es posible superar una ruptura y señala que de hecho, la mayoría de las personas que sufren rupturas lo superan tras pasar un tiempo. “Las experiencias de desamor pueden integrarse en nuestra identidad personal y van a formar parte de nuestro historial de aprendizaje, afectando a cómo nos relacionamos más tarde con otras personas. Algunas personas sí pueden desarrollar problemas psicológicos derivados de una ruptura sentimental, pero con tiempo y apoyo profesional, es posible superarlos. Es importante entender que una experiencia amorosa desagradable no tiene por qué definir nuestras futuras relaciones”, dice.

"El daño no es necesario para evolucionar como personas"

Y es aquí donde Clapés no está del todo de acuerdo.Podemos aprender muchas cosas de lo malo que nos sucede, pero eso no significa que haya que agradecerlo o que sean necesarios esos daños para evolucionar como personas. No soy muy partidaria de "gracias a lo malo que me pasó, soy alguien mejor", más que nada porque cuando pasa algo muy feo, a veces, nos recomponemos como podemos y bastante es eso ya”, explica.

"Lamentablemente todavía no existe una cura oficial para sanar corazones rotos"

En cualquier caso, aunque por supuesto ya existen protocolos para el tratamiento del problema coronario diagnosticado por el Dr. Sato, lamentablemente todavía no existe una cura oficial para sanar corazones rotos. Eso sí, de nosotros depende no rompérselo a los demás y no meternos en una relación cuando creemos que el nuestro no tiene la fuerza suficiente como para aguantar nuevas embestidas. Al parecer, para querer hay que tener un corazón sano pero ante todo, ser valientes… Pero desafortunadamente, la valentía no se receta, mientras que el miedo, por alguna razón, parece ser gratuito y está disponible para todos en cualquier momento.