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"Las comidas de empresa, las cenas y los eventos de networking, con bandejas de canapés que vienen y van, vuelven este año con fuerza. También lo son las incómodas actuaciones que los asistentes tienen que realizar para soportarlas". Estas son las palabras de Ray A. Smith, que en ‘Wall Street Journal’ asegura que las comidas de negocios han vuelto por todo lo alto, pero no todos se sienten cómodos ante el regreso. En tiempos de trabajos híbridos, dejar atrás la pausa para comer ante la televisión mientras vemos Netflix y volver a interactuar se antoja, en ocasiones, hostil.
“Antes solía comer en la oficina, hasta que me di cuenta de que pasar una hora charlando con un grupo de gente con la que solo tenía en común haber superado el mismo proceso de selección hacia que mi batería interna se quedase al 5%”, escribe en ‘El descontento’ Beatriz Serrano. Sintiéndolo por muchos, las comidas de negocios al uso han vuelto, al igual que el afterwork, como indican los aumentos de reservas, para la alegría de los restaurantes y bares y para la desgracia de algunos trabajadores que ya echan de menos que su tiempo libre sea eso: libre.
“Hemos notado un aumento en la organización de comidas y cenas de empresa, así como de eventos de coworking. Parece que muchas empresas buscan lugares que ofrezcan un ambiente único y una gastronomía de calidad para sus eventos corporativos. Desde octubre, hemos ampliado nuestras operaciones para incluir almuerzos, haciendo que MR PORTER sea el lugar perfecto para las comidas de empresa y eventos de coworking. Ahora pueden disfrutar de la elegancia de nuestro ambiente durante el día”, explica en equipo de MR PORTER.
Incluso hay enclaves que ofrecen propuestas específicamente destinadas para estos menesteres, como explica a ‘Elle Gourmet’ el equipo de The Barcelona EDITION. “Muchas de nuestras propuestas de menú se definen casi a medida para cada cliente. El Chef Ejecutivo de The Barcelona EDITION, Pedro Tassarolo, ha ideado una propuesta gastronómica especial para eventos y reuniones que ofrece tanto menús con platos a elegir, como menús más cerrados”, comenta. “Normalmente, ofrecemos una experiencia a la carta para que cada comensal pueda seleccionar sus platos favoritos. Sin embargo, para grupos de más de ocho personas, ofrecemos la opción de un menú cerrado que presenta deliciosas alternativas ligeras de carnes, pescados y verduras. Así garantizamos una experiencia culinaria variada y adaptada a los gustos de todos los invitados”, añade el team de MR PORTER.
Sorry por los que prefieran comer un tupper en el baño a escondidas que escuchar a Encarna, de recursos humanos, narrar su fin de semana mientras come su San Jacobo, pues comer entre compañeros de trabajo es saludable y beneficioso. Así lo asegura en ‘You’re invited’ Jon Levy.”Lo que define la calidad de nuestras vidas viene dado por la gente de la que nos rodeamos y de las conversaciones que con ellos mantenemos”, escribe el autor acerca de las conclusiones a las que llega en cada comida y cena laboral que organiza. Se encarga de poner en marcha “Cenas de influencias”, encuentros culinarios a los que invita a 12 personas para que forjen vínculos profesionales. Por cierto, un apunte: señala que una de las claves para que cualquier comida, cena o evento de networking sean exitosas radica en no emplear la palabra networking. “Es un término que la gente vincula con la idea de que estás siendo utilizados”, aclara.
El equipo de The Barcena EDITION asegura que ante la demanda existente, espacios auténticos y sofisticados como los suyos permiten organizar eventos de todo tipo que incluyan todo tipo de gastronomía, desde cenas corporativas informales e íntimas o almuerzos de trabajo a reuniones más formales. “Nuestros bares y restaurantes, que incluyen una terraza panorámica que sirve street food asiático, un restaurante de cocina de mercado enfocada en el producto, una coctelería especializada en ponches y un club nocturno, están abiertos a todo el mundo, ya sean huéspedes del hotel o no, y pueden privatizarse para eventos y reuniones de empresa únicos en el epicentro histórico y cultural de la ciudad y con el sello EDITION”, explican.
El power lunch y el afterwork: buffet de anglicismos
Las comidas de negocios son también conocidas como 'power lunches', un término que apareció por primera vez en la revista 'Esquire' en 1979 y cuya muerte es anunciada ante la llegada de cada crisis. Sin embargo, prueba de su fuerza es su capacidad de resistir (¿o renacer?) cada vez que la economía se recupera. El mundo del afterwork también sigue en plena forma. Desde las veladas AfterFénix, que pone en marcha los jueves El Hotel Fénix, hasta Crudo & Cotto, cuyo conocido afterwork es el perfecto lugar para tomar algo con compañeros de trabajo, siendo también ideal para los amantes de las sobremesas después de una jornada de trabajo, queda claro que no son sólo los escritorios las mesas que se aprecian entre compañeros de oficina.
“Hoy en día, las generaciones más jóvenes son particularmente conscientes de la "experiencia del empleado". Nuestros abuelos podían pasar toda su vida en la misma empresa, nuestros padres conocían un máximo de tres o cuatro empresas en sus carreras, nosotros cambiamos de empleador cada tres a cinco años, y las generaciones posteriores son aún más transitorias. ¿Qué los retiene? Además del salario, por supuesto, se trata del compromiso, el equipo, el sentido de pertenencia... Todos factores que se nutren principalmente a través de momentos colectivos y en persona”, asegura Victor Carreau, co-fundador y CEO de COMET.
Aunque te mueras de ganas por escuchar tu podcast favorito mientras comes, no olvides que la importancia de las interacciones en el ámbito laboral en los espacios destinados a la comida no sólo pueden ser beneficiosos para tu trabajo, sino también para tu salud mental. Además, así tienes algo que escuchar de vuelta a casa, ¿no?
