Ayer celebramos una comida ELLE a la que asistieron mujeres con una trayectoria profesional brillante: abogadas, notarias, escritoras, artistas, empresarias, periodistas… Todas mujeres privilegiadas que hemos nacido en lado menos malo del mundo. Y todas hablaron de lo mismo: la desigualdad, el acoso, la violencia, la cosificación, el techo de cristal, los prejuicios que ellas mismas habían vivido… Contaron sus propias batallas y cada una quiso poner el acento sobre un cambio necesario e urgente: la educación de las nuevas generaciones, la reeducación de las propias mujeres, acabar con la violencia, la trata de mujeres, con la culpa, la carga mental… Y esa misma pregunta la extendimos a la redacción de ELLE, ¿por dónde empezarías el cambio que necesitamos?


Carmen Bejerano, redactora jefa

Creo que la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres es una de las realidades más injustas y denigrantes que existe actualmente. Posiblemente si tuviera una varita mágica sería una de las primeras cosas que cambiaría, como que las niñas crecieran en igualdad de oportunidades que los niños y que la diferencia de sexo no te marcara.

También considero que las mujeres tenemos responsabilidad y tenemos que (re)aprender a no conformarnos ni a dar cosas por sentadas por el hecho de que siempre se hayan hecho así. Hablo de luchar por romper el techo de cristal y apoyarnos las unas a las otras para conseguirlo. Por esto entre otras muchas cosas considero fundamental que se celebre el Día de la Mujer y que el resto de días del año se luche para avanzar, para no ir para atrás en derechos adquiridos y para conseguir igualdad, algo tan sencillo pero al parecer tan complicado como eso.

Marta Alameda, redactora Starstyle

Son tantas la cosas que deberían cambiar que es difícil escoger solo una, pero me quedaría con la sensación de inseguridad que sentimos las mujeres. El simple hecho de poder salir a la calle en igualdad de condiciones, sin pensar si es tarde, si es peligroso ir sola, si no debería evitar esa zona menos iluminada. Me parece esencial trabajar la educación en el respeto desde la infancia y reforzar las leyes para que los delitos de violencia contra las mujeres sean condenados como merecen.

Social group, White, People, Team, Youth, Fun, Event, Photography, Smile, Photo shoot,
miriam yeleq
De izda a dcha: Blanca del Río, Ana Canalejo, Inés Martínez Nass, Carmen Bejerano, Amaya Ascunce, Paula LLanos, Marta Alameda y Begoña Alonso.

Blanca del Río, redactora Belleza

Para mí ahora mismo lo imprescindible está en la reeducación de nosotras mismas para poder educar a las más pequeñas. Somos las guías de las que vienen y creo que es fundamental que nos paremos a reflexionar, que aprovechemos esta coyuntura como un impulso positivo para fortalecernos y crear caminos nuevos y mejores. Es urgente dar buen ejemplo.

Ana Canalejo, redes sociales

¿Qué cambio pediría? El primero y más fundamental, que nos apoyemos entre nosotras. Que miremos a la de al lado como compañera y no como competencia. El día que las mujeres nos veamos a nosotras mismas como un apoyo y no como una amenaza, tendremos mucho camino ganado.

Ines Martínez Nass, colaboradora redes sociales

¿Qué tal no tener que caminar rápido de vuelta casa sólo porque sea de noche? Imagino que, como para muchas de mis compañeras, sentirnos seguras es lo más urgente. Lo hemos dicho alto, claro y así seguiremos hasta que sea realidad. Aquí entra en escena mi segundo ruego de urgencia: que los hombres no se sientan intimidados por este discurso. Ni por este tan básico ni por ningún otra pincelada sutil que pretenda la igualdad. La esencia del feminismo no es buscar culpables ni observar al otro 50 % de la población con lupa. Nosotras somos las primeras que tenemos mucho machismo por desaprender. Esto va de respeto y de que todos sigamos las mismas reglas del juego para que algo tan esencial como la IGUALDAD sea una realidad. Tal vez ese día la palabra feminismo deje de producir urticaria.

Social group, People, Fun, Family taking photos together, Photography, Event, Sitting, Photo shoot, Family, Team,
miriam yeleq
De izda a dcha: Paula Llanos, Marta Alameda, Carmen Bejerano, Inés Martínez Nass, Begoña Alonso, Blanca del Río, Ana Canalejo y Amaya Ascunce.

Begoña Alonso, redactora cultura

Creo que nos falta muchísima información a hombres y a mujeres sobre el feminismo, desde quiénes fueron las sufragistas o las grandes mujeres que superaron grandes hitos de la historia reciente, hasta educar en el respeto, hasta talleres de igualdad, hasta explicar bien a los menores los conceptos de sororidad, control del propio cuerpo, independencia económica, etc. No es normal que siga habiendo talleres en los colegios sobre “violencia de género y maltrato” y que sea solo para las alumnas (caso real en un colegio que no segrega por sexos).

Desde la educación pública -ya no digamos la concertada y la privada- esta pata cojea y mucho, y luego nos preguntaremos el porqué de todo lo que sucede. La educación es fundamental y se necesita un pacto nacional (y efectivo) sobre feminismo; que sería polémico, claro, porque todo el mundo parece ofendido con esta realidad, pero solo con un plan educativo en condiciones puede hacerse realidad aquello que decía Chimamanda de ‘Todos debemos ser feministas’. La educación en el feminismo nos haría darnos a todos cuenta de la terrible situación de la violencia de género, los techos de cristal, la desigualdad laboral, la conciliación y la corresponsabilidad, la carga mental femenina… La educación feminista es, hoy por hoy y a mi juicio, nuestro mayor desafío.

Social group, People, Sitting, Event, Fun, Photography, Family, Family taking photos together, Fashion design,
miriam yeleq
De izda a dcha: Paula Llanos, Marta Alameda, Carmen Bejerano, Inés Martínez Nass, Begoña Alonso, Ana Canalejo, Blanca del Río y Amaya Ascunce.

Paula Llanos, jefa de Moda

Hay tantas cosas que deberían cambiar desde hoy mismo, que es muy difícil centrarse en una sola. Los cambios sociales para la igualdad, que el pacto de Estado contra la violencia de género sea una realidad apoyada al 100%, la igualdad salarial… Yo, por empezar a garantizar el futuro a corto plazo, apostaría porque las nuevas generaciones que no tengan que encontrarse nunca en esta situación, y sepan distinguir el abismo entre los conceptos de machismo y feminismo. Esto pasa por la educación integral, en casa y en los colegios, y así dejemos de leer que, según la UNESCO, hay 16 millones de niñas en el mundo nunca pisarán un aula. Es urgente que se incluya la educación afectivo sexual entre en las aulas, que esté contemplada en el currículo escolar y sea efectiva, libre de estereotipos sexistas, racistas y LGTBIfóbicos. Si los niños y las niñas se perciben como iguales desde pequeños, al crecer mantendrán esa igualdad y respeto para siempre. Debemos ‘empezar’ de cero y avanzar contra todos los tipos de violencia machista con las que convivimos para poder ser libres e iguales.

Amaya Ascunce, directora digital

La violencia contra las mujeres no puede seguir existiendo. Es algo que urge parar y que desde mi posición de mujer privilegiada creo que debería ser la primera batalla a ganar y para mí, hay algo que está íntimamente relacionado con esa violencia y es la cosificación de la mujer. Ayanta Barili, escritora, contó ayer en nuestra comida una anécdota que me resultó significativa y muy sincera. Al bajarse del tren, un hombre se pegó a su cuerpo. Ella notó su erección y como pudo se liberó de él. No buscó ayuda ni apoyo a pesar de estar rodeada de gente. La costumbre nos ha hecho reaccionar así a muchas mujeres ante una situación de acoso. Aquel día Ayanta nos contó que cumplía 50 años y mientras le daba vueltas a lo que había pasado, al entrar en el taxi en la estación, pensó: “Bueno, por lo menos sigo siendo atractiva”. Y ese pensamiento le resultó devastador. La entendí perfectamente. Las mujeres aprendemos desde pequeñas que parte de nuestro valor está en nuestra capacidad de despertar deseo, en nuestra capacidad de ser algo bonito, y eso nos coloca en el lugar de los objetos. Y con los objetos podemos hacer lo que queramos porque carecen de voluntad.

El futuro

Confiamos en que dentro de pocos años, estas batallas de 8 mujeres cualquiera se hayan ganado. Aunque sabemos que la lista seguirá teniendo otros puntos por resolver, porque está claro que son muchas más de 8 cosas las que necesitamos cambiar.

Nos lo podrá decir la novena mujer que también sale en esta foto. En realidad, me gustaría pensar que ella no va a tener que pelear por nada de esto. Aunque si lo tiene que hacer, estaremos preparadas y acompañadas por otras muchas mujeres.

Redaccion ELLE
miriam yeleq
ELLE