Ocurrió hace dos años, en 2021. En un momento marcado por embarazos secretos y bodas sorpresas, Concha Velasco lograba desbancar cualquier noticia inesperada al anunciar en Valladolid, al comienzo de la representación de ‘La habitación de María’, que abandonaba los teatros. Fue un shock. Tanto como su muerte, este 2 de diciembre. Nos ha dejado impactadas. Concha era eterna antes de fallecer, y ahora más.
"Hoy ha sido la última representación que voy a hacer en el teatro. Mis hijos quieren que deje de trabajar en el teatro, sobre todo que no haga giras", dijo con voz triste, pero decidida, en septiembre de 2021. Así comenzaba a despedirse, de otra forma, de todos nosotros. Aunque le faltaban una veintena de funciones para terminar la gira de la obra teatral, escrita por su propio hijo, Manuel Velasco, Concha parecía haber escuchado las plegarias de sus seres queridos.
Experta en dar titulares que en ocasiones tienden a la hipérbole, Manuel vio obligado a acudir a un programa de televisión para aclarar que cuando días antes su madre había asegurado tener tantos problemas financieros que se había visto obligada a vender una vajilla para poder comprar medicinas, tales palabras eran una exageración fruto de los achaques de la edad unidos a su sentido del humor. El que Concha se retirase de los escenarios demostraba que como señala su hijo, su madre no se encontraba inmersa en una complicada situación económica.
Es cierto que Concha se caracteriza por su avispado sentido del humor, al que Manuel, el que más la cuidó durante el aislamiento en la pandemia, estaba muy acostumbrado. Fue en ‘El Hormiguero’ donde la actriz explicó que fue él quien hizo al técnico encargado de arreglar su caldera en pleno confinamiento “vestirse de E.T”. En el programa, por cierto, señaló que fue precisamente tras anunciar compresas para la pérdida de orina (un spot por el que las generaciones más jóvenes la conocen, un dato que te resultará doloroso si superas los 30 años) cuando necesitó usarlas en la vida real. Ese tipo de comentarios y esa capacidad de reírse de sí misma, así como de abrazar el paso del tiempo con la cabeza bien alta, son los que han hecho de Concha Velasco la abuela de todos.
Recordamos los motivos por los que es más vanguardista que Miley Cyrus o que Rosalía.
Experta en mantener secretos
Hasta los 84 años que ha alcanzado, ha imposible no seguir pensando en Concha Velasco como en una “chica yeyé”, aunque ahora ya no era su pelo, sino sus declaraciones, las que tienden a alborotarse. Poco antes de su retirada reveló quién es el padre biológico de su hijo Manuel, Fernando Arribas, pese a que siempre ha asegurado que Paco Marsó ha sido la persona que se comportó como tal. ¿Acaso hay algo más moderno que ser octogenaria y haber logrado mantener semejante secreto en la sombra?
La reina del ‘no filter’
Concha Velasco no dudó en señalar a Pablo Motos como el responsable de que no se pudiera hacer una foto con los Reyes. “Me dieron el segundo Premio Nacional de Teatro y quería hacerme una foto con la Reina, pero estaba hablando contigo… y yo me tenía que ir” explicó Concha, que confesó que cuando más tarde logró la imagen que tanto deseaba, le enviaron la fotografía equivocada. Ahora ya tiene la correcta, que tiene enmarcada en su casa.
Un amor imperfecto, pero eterno
Pocas cosas nos gustan más en España que las historias tumultuosas (y así nos va, añadimos), y por ello el amor entre Concha Velasco y Paco Marsó siempre fue uno de los caramelitos preferidos de la prensa rosa. Pero si algo nos gusta más que un amor complicado son las palabras repletas de cariño pese a todo, y Concha sigue hablando maravillas de él. “Me enamoré de Paco, mi vida sexual se acabó con Paco Marsó. Si fueras Dios lo único que te pediría hoy es que resucitaras a Paco Marsó, es lo único que te pediría”, le dijo a Carlos Sobera en ‘Volverte a Ver’. Como era de esperar, el humor también estuvo presente en sus declaraciones. “A mí los señores de mi edad me parecen muy mayores y los más jóvenes te chulean, ya tengo uno que es mi nieto”, ha bromeado… ¡O no!
Pionera
“A mi lado han estado compañeros como José Sacristán y Tony Leblanc. Somos el referente de una época y nuestra carrera siempre ha estado unida a la historia de España, como la huelga de actores de 10 días en 1975 con la que conseguimos que se parara el país. Los derechos que tenemos hoy los artistas, los conseguimos nosotros entonces. He sido pionera, es cierto, pero sobre todo tengo presente. No miro hacia atrás nunca, ni me resigno con lo que he sido. El pasado es pasado, pero yo soy presente”, aseguró al recibir el Premio Max de Honor en 2019. Concha aprovechó su fama para luchar por los derechos de los creadores, apadrinar a nuevos autores y denunciar la situación de la mujer, ligándose irremediablemente desde entonces su nombre al de personajes reivindicativos y empoderados, a los que dio vida en películas como ‘Los derechos de la mujer’ (1962) o ‘Filomena Marturano' (1979). Aunque asegura no sentir necesidad alguna de reconocerse feminista, en ‘Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?’ (1981), porta con orgullo la bandera feminista. Al fin y al cabo, lo verdaderamente importante es lo que ha hecho toda su vida fuera de la pantalla, donde ha luchado por la igualdad. El que quiera o no quiera ponerle nombre a sus acciones, es ya lo de menos.
Actriz sin escuela y de tripa
Así fue como Luis García Berlanga la definió. Umbral, por cierto, aseguró que Concha hacía "singular y emotivo lo más mostrenco". Sus primeras palabras en la gran pantalla anunciaban lo que estaba por llegar: “Descuide”. Su carrera en el cine se divide entre las películas que la hicieron conocida y una segunda fase en la que creció como actriz. Ya sabemos lo complicado que es para las mujeres comenzar en el cine teniendo grandes oportunidades interpretativas, por lo que nos podemos imaginar lo difícil que fue debutar en 1954 y luchar por dar vida a personajes profundos y ricos.
Tuvo que esperar mucho para recibir un Goya, pero tras casi sesenta años en la profesión, recibió el de honor. “Este premio ha protagonizado mis sueños más eróticos. Es muy guapo, muy Rabal. El Goya es el premio más importante de nuestro cine, y a mí el cine me gusta más que la vida. Si no se hubiera inventado, lo habría inventado yo: aquí está esta humilde cómica dispuesta a aceptar todos los papeles”, dijo al recibirlo.
Con 10 años pisó por primera vez el escenario, y la actriz, cantante, bailarina y presentadora cuenta ahora con más de 80 películas y numerosas obras teatrales en su extensísimo (y alabadísimo) currículum. Pero Concha no es “solo” actriz, presentadora, cantante y bailarina. Concha es un icono y ante todo, es lo que siempre quiso ser: una artista. “Me ponía zapatos de tacón, me plantaba en las trenzas una flor, me pintaba los labios de carmín y buscaba el valor para decir: “Mamá, quiero ser artista, ¡Oh! Mamá, ser protagonista…”, dice. Y lo ha logrado con creces.
Hoy, 3 de diciembre de 2023, despedimos para siempre a la gran Concha Velasco. Agrdecidos por su carrera, por tantos momentos que nos dio para compartir con ella a través de las pantallas. Concha ya es eterna. Gracias.
