Supe de Eugenia Tenenbaum a través de las redes, donde se ha hecho un hueco como influencer, con más de 79k seguidores que leen sus palabras y esperan con muchas ganas cada publicación. Pero no es una influencer como las que conoces. De hecho, supe de ella a través de un post que invitaba a conocer a “influencers que sí merecen la pena”. Y tanto que la mereció.

Tiene 25 años, es gallega y vive en Madrid. Darse una vuelta por sus redes es como un paseo por un jardín repleto de flores. Las flores, sus post. Todos y cada uno de sus contenidos. Ella, más que influencer, es divulgadora (porque, por favor, rompamos esa fina línea). Y lo hace a la perfección. Leer sus reflexiones y escucharla hablar sobre arte, literatura, feminismo, mujeres y perspectiva de género, es apasionante. Su claridad de ideas la convierte en un nuevo tipo de estandarte femenino y feminista. De los que hay que seguir en redes y apoyar siendo mecenas en Patreon, otra de las plataformas donde divulga contenido de calidad. Porque en esta última palabra está la clave de Eugenia Tenenbaum: calidad.

Me gustaría que me recuerden como una mujer que quiso cambiar las cosas

Es curioso que cuando preguntas a una persona de 25 años qué es lo que quiere en la vida te responda “vivir tranquila”. O que cuando le preguntas cómo le gustaría que la recordasen en el futuro, su respuesta sea “como una mujer que quiso cambiar las cosas”.

eugenia tenenbaum
Daniel Valdemoro
Eugenia lleva polo de Dsquared2.

No baila al son de Bad Bunny. Baila al son de las palabras de mujeres como Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán o Concepción Arenal. Todas gallegas, por cierto, como ella. Y no son las únicas mujeres a las que admira, porque cuando le preguntamos sobre la mujer de la Historia que destacaría, es rotunda: “no puedo destacar sólo a una así que lo siento, porque no lo voy a hacer”.

Eugenia es ese tipo de mujer que quiero que conozca mi hija. Que quiero que la lea del mismo modo y con el mismo entusiasmo que ahora mismo lee sus cuentos de primeras vocales. Una de esas mujeres a las que me gustaría que admirase por lo que escribe y hace, como cuando leemos juntas por la noche el cuento que narra de forma poética e infantil la historia de mujeres como Marie Curie o Frida Khalo.

Vivo en el mejor momento posible para ser lo que soy

En una parte de nuestra conversación, le pregunto sobre la época en la que le hubiera gustado vivir. Y a cualquiera que preguntes esto, seguramente, pensaría en esas estéticas maravillosas o en la época burlona de los 20 e incluso se atreverían con la vida medieval. Pero ella no se queda ahí y tiene clara una cosa: “lamentablemente, vivo en la mejor época para ser lo que soy”.

eugenia tenenbaum
Daniel Valdemoro
Eugenia lleva camiseta de IKKS y abrigo y pendientes de Iris Apfel x HM.


En uno de sus post de Instagram, comparte una reflexión similar a nuestra conversación: “Hoy soy lesbiana, hace 50 años hubiese sido librera y en el siglo XIX me hubiese visto envuelta en un matrimonio bostoniano. Conocer el pasado de las mías me ayuda a construir un presente e imaginar un futuro en el que no tengamos que hacer malabarismos con el lenguaje para reconocernos, para ser reconocidas y para que se nos permita ser” (busca su post con el título “De monóculos, tebeos y libreras” y léelo al completo, es fascinante).

Y hablando de libreras, ella en cierto modo comparte esa magia que esa profesión maravillosa tiene. Y lo hace en nuestra entrevista, cuando le pedimos que nos recomiende libros para una generación que necesita conocer su pasado, conocer su presente y poder afrontar mejor el futuro: la Z. Mismo libro, por cierto, que el que recomendaría a los padres de esa generación Z.

eugenia tenenbaum
Daniel Valdemoro
Abrigo y pendientes de Iris Apfel x HM, camiseta de IKKS, pantalón vaquero de GUESS y zapatillas deportivas de Dsquared2.

Por cosas del guión (y de las inmediateces de hoy), nuestra entrevista se termina, pero a Eugenia le quedan muchas cosas en el tintero que quiere contarme. Y no quiere quedarse con ellas dentro. Le pido, por favor, que me mande un email. Que comparta conmigo todo lo que quiera porque siento que es una información tan valiosa para el mundo como un vaso de agua en un día de sol.

Sobran señoros y faltan mujeres

Me escribe. Se quedó con ganas de contarme algo más cuando le pregunté sobre qué es lo que falta en el arte actual. “Sobran señoros y faltan mujeres”, nos dijo. Pero añade: “no sólo es que sobren señoros y falten mujeres, es que creo que es necesario diversificar la presencia femenina. Que se cedan espacios a mujeres racializadas, a mujeres de otras latitudes, a mujeres en situaciones económicas vulnerables y que, por tanto, se introduzcan análisis de clase, de género y antirracistas”.

eugenia tenenbaum
Daniel Valdemoro
Abrigo y pendientes de Iris Apfel x HM, camiseta de IKKS, pantalón vaquero de GUESS y zapatillas deportivas de Dsquared2.


Y también me manda unos cuantos títulos más de libros que recomendaría a esa generación Z (y a sus padres). Libros que por supuesto yo, como millenial, también apunto. ‘Cómo acabar con la escritura de las mujeres’, de Joanna Russ o ‘El feminismo es para todo el mundo’, de bell hooks. Y no, no es un error que estés leyendo este nombre en minúsculas. Eugenia me lo aclara: “el nombre y apellido de esta teórica se escriben en minúsculas, por si acaso parece una errata, pero ella quería ser nombrada así”, me dice.

Y son esos detalles y esas puntualizaciones dignas de una mente maravillosa como la suya, los que hacen que quiera que sea ella, Eugenia Tenenbaum, una buena referencia para mi hija. Y así lo espero.


Fotografía y vídeo: Daniel Valdemoro. Ayudantes de fotografía y vídeo: Diego Arjona y Noelia Pérez. Edición de vídeo: Irene Aparicio. Estilismo: Bárbara Garralda. Maquillaje y pelo: Jose Luis Ruzafa.