La empresa 'WeWork' fue de las más exitosas en establecer un modelo de negocio basado en la idea de crear un espacio flexible en el que las empresas y trabajadores por cuenta propia pudieran disponer de un espacio para trabajar fuera de las oficinas, y a su vez con la idea de crear sinergias. Este plan de negocio de WeWork logró convertirse en referente en el sector.

En 2019, esta empresa estaba valorada por 47.000 millones de dólares. Pero, una año después, llegó la pandemia y el auge del teletrabajo, y todo esto ha supuesto una caída en picado del modelo de negocio. Esta madrugada, el que fuera el mayor espacio de oficinas compartidas del mundo WeWork ha firmado su bancarrota y estudia una salida digna para saldar su deuda. Meses atrás todo esto eran rumores muy asentados, pero desde es oficial.

Resulta de gran impacto saber que una empresa que en 2019 se valoraba en millones de dólares, solo cuatro años más tarde cueste un 1% de ese valor. En 2023, las acciones de la empresa afincada en Nueva York han caído un 98%. WeWork se ha declarado en quiebra acogiéndose al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en Nueva Jersey. Según publica Bloomberg.

El teletrabajo ha llegado para quedarse

El auge del teletrabajo se debe a una combinación de factores que han convergido en los últimos años. Algunas de las razones más importantes incluyen los avances tecnológicos, la disponibilidad de tecnologías de comunicación y colaboración en línea, por ejemplo. O el internet de alta velocidad, que ha hecho posible que las personas trabajen de manera eficiente desde sus hogares o lugares remotos. El teletrabajo, además, ofrece a los empleados una mayor flexibilidad en términos de horarios y ubicación. Y también es importante destacar el papel de la globalización, la posibilidad de trabajar de forma remota ha ampliado el alcance geográfico de las empresas, permitiendo la colaboración con profesionales de todo el mundo sin la necesidad de estar físicamente en la misma ubicación.

Pero, sin duda, el hecho que ha logrado acelerar el teletrabajo ha sido la pandemia desencadenada por el coronavirus, que en 2020 aceleró drásticamente la adopción del teletrabajo en todo el mundo. Las medidas de distanciamiento social y las restricciones a la movilidad hicieron que muchas empresas recurrieran al teletrabajo como una solución para mantener la continuidad de sus operaciones.