Las largas jornadas de trabajo y las obligaciones diarias en casa suelen ser una gran fuente de nervios, estrés y ansiedad. Esto se acaba traduciendo en un malestar físico y emocional que afecta la vida personal y laboral. Y es que el estrés está fuertemente asociado a diferentes trastornos gastrointestinales, entre ellos, diarreas, estreñimiento o constipación.

Según Gemma Martinez, nutricionista de Fuca, "el estrés sufrido en el puesto de trabajo, uno de los más comunes en esta época del año, va unido a una serie de malos hábitos alimenticios. Los trabajadores que padecen estrés realizan comidas a deshoras y de forma poco equilibrada, consumiendo mayor cantidad de comida rápida, rica en grasas saturadas, y menos porciones de frutas y verduras. Además, el estrés laboral se asocia también a menos actividad física y a una reducción de la ingesta de agua. Todo esto repercute gravemente en el equilibrio de la flora intestinal, favoreciendo el estreñimiento".

Cuando sufrimos estrés se alteran los movimientos peristálticos del intestino como consecuencia de una reducción del aporte sanguíneo al tracto intestinal. Entonces, los movimientos del intestino grueso se enlentecen y causan el conocido estreñimiento. Estos trastornos digestivos no deben considerarse normales y es de vital importancia controlarlos para evitar que el problema se intensifique.

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Claves para evitarlo

Los padecimientos intestinales suelen relacionarse con nuestro estilo de vida, ya sea por la forma como nos alimentamos, la actividad física que realizamos, nuestro estado de ánimo o por el estrés. Malos hábitos como no desayunar, tener horarios irregulares de comida o ingerir alimentos irritantes pueden provocar alteraciones en la regularidad digestiva que ocasionan el estreñimiento y malestar.

Para ello, Gemma Martinez, nutricionista de Fuca, nos ofrece diferentes consejos para mejorar nuestro tránsito intestinal y evitar así el estreñimiento ocasionado por el estrés:

Realizar ejercicio físico es indispensable. El deporte ayuda favorablemente al intestino a mantenerse sano y fuerte. Es recomendable caminar por lo menos treinta minutos diarios. Psst. La práctica de disciplinas como el yoga puede ayudarte especialmente, ya que las asanas ayudan a masajear los órganos internos y a estimular el funcionamiento intestinal.

Descansar con un sueño reparador. Es imprescindible conseguir dormir un mínimo de 7-8 horas diarias. Psst. Si te cuesta dormir, te recomendamos meditar cinco minutos antes de acostarte, para bajar tu ritmo y alejar tu mente de los pensamientos obsesivos.

Procurar una alimentación balanceada y en los horarios establecidos. Es importante ingerir alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales y evitar comer frecuentemente alimentos procesados, congelados u otros con bajo contenido en fibra como la pizza o el queso. La fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal haciendo que vayamos más a menudo al baño. Psst. Prueba a tomar higos secos y dátiles entre horas: te aportarán energía de calidad y mucha fibra.

Procurar hidratarnos correctamente. Es recomendable beber dos litros de agua diarios, repartidos durante todo el día. De este modo, se facilita el tránsito de las heces por el colón y su expulsión. Psst. Evita las bebidas con gas, que empeorarán aún más el problema. ¿Has probado la kombucha? Se trata de una bebida muy nutritiva y de efecto probiótico que te ayudará a regularte.

Ayuda extra. ¿Cumples con estos buenos hábitos de vida y aún así padeces estreñimiento? ¿Tu día a día te impide cuidarte tanto como te gustaría? Entonces puede que necesites una ayuda extra. Consulta a tu médico o a tu farmacéutico cuál puede ser la más efectiva e inocua para ti.